pero que es mentira coño, la historia real:
Salió solo a la calle como siempre, después de 84 horas seguidas en el wow y la cabeza a punto de reventarle. Se fue al bar de abajo de su casa, pidió una fanta y se pilló un pedo brutalísimo, charlando amigablemente con el borrachín del barrio, y haciendo toda la vida "social" que hace. De tan encebollao que iba se fue a ver a la puta del portal de enfrente a ver si este año la metía en caliente. La puta de 50 años, colombiana, le dijo que en su casa no, que le daba vergüenza que la vieran con él.
Así que tambaleándose fue a coger las llaves de la furgoneta de su padre, que es repartidor de pescado del mercadona. Se bajaron al descampao (conducía ella que el no tiene carnet), y se metierron en faena. Él estaba bastante por la labor, pero a ella le entraron las prisas sobre todo debido al inhumano olor que desprendían unas sardinillas un poco de la semana pasada que había en la parte de atras. Su padre, una gran persona, las guardaba para los gatitos abandonados que viven cerca de su casa, en el descampado en el que transcurre la acción.
Ella intentó ponerle cachondo, muy a su pesar, con frases típicas de culebrón malo, papito etc.. y eso, y el nauseabundo olor atrajeron a la manada de gatos, no menos de 25. El pobre desdichado ya estaba al tema, ella trajo su lindemil, y entraba con fluidez, y entre que ella estaba más usada que el f5 de su teclado, y el minúsculo tamaño de su pene, entraba realmente bien. Lo malo es que el pobre chaval dejó la ventanilla abierta, un poco para poder respirar, y otro poco para que la vacaburra sacara las patas mientras el taladraba, y la manada de 25 gatos aprovechó el despiste para saltar con felina precisión encima de su espalda.
La pobre colombianita asustada empezó a chillar como una histérica, y él estaba tan concentrado y tan borracho por su fanta que su ego se encumbró y empezó a martillear con brutalidad. Los mininos a todo esto saltaron raudos sobre el paquete de sardinillas y calamares, y un tremendo chorro de líquido pestilente saltó justo al pecho de nuestro protagonista. (Este es un verdadero squirt)
Los gatos maullaban de placer, devorando los podridos pececillos, la vieja chillaba horrorizada por el olor y su alergia a los gatos, y de repente......
No quiero meterme con nadie, solo me aburría.