Nota: estaba escribiendo esto para responder a un tema que ha sido fulminado del foro, pero ya que lo tengo escrito lo voy a mandar igual como si el hilo existiese aún.
Ya que tu hilo es una puta mierda sin contenido, voy a contar una anécdota relacionada con el tema de decir hola por que sí. Como todos sabemos, las anécdotas le parecen super graciosas al que las cuenta, pero los demás después de escucharte/leerte se quedan en plan pffffffff, así que lejos de arreglar tu hilo, lo voy a hundir más en la inmundicia.
Una noche iba a un sitio en el que había una fiesta privada a la que estaba invitado. Normalmente en las fiestas privadas, al entrar te piden tu nombre para ver si estás en una lista, así que yo pensaba que eso es lo que pasaría. Llego a la entrada del sitio, y ahí no hay nadie en la puerta. Me meto dentro, y según voy avanzando veo a un chaval en un mostrador. Le miro, y veo que enseguida me mira, y pienso "ahá, este es el que me va preguntar el nombre". Nos quedamos mirándonos durante un instante sin que nadie diga nada, hasta que al final me dice "Hola", y se queda callado. ¡No era lo que yo esperaba! ¡no me ha preguntado mi nombre! Confuso, decido investigar si sus intenciones son comprobar si estoy invitado a la fiesta o no, así que le pregunto "¿Por qué me dices hola?", a lo que me contesta "pues por educación". Le digo "ah pues hola", y sigo hacia dentro corriendo un velo mental sobre la situación que acaba de ocurrir...
PD: El nombre lo pedían en la barra cuando pedías unos tickets para copas gratis.