Buenas noches queridos compañeros de comunidad.
Hoy vengo a contaros un problema que tengo con mi vecina del quinto.
Antes de nada me gustaría aclarar que es una cincuentona soltera con el pelo gris y encrespado, que camina en bata por los rellanos.
Hechas las presentaciones, he aquí mi queja: esa mujer se dedica a robarnos los geranios, los tulipanes, las violetas y las margaritas y otras exóticas especies que el resto de vecinos ponemos, a modo decorativo, en las ventanas de los rellanos.
Así como lo oís, caballeros. Yo, que soy un ferviente amante de la botánica doméstica he llegado al hastío más molesto con este tema. No es barato amigos. Mi señora y yo llevamos mucho dinero invertido en raleas de lo más variopintas, siempre con la esperanza y la ilusión de un niño que estrena mascota... Porque para nosotros eso es lo que son. Mascotas. Las queremos y cuidamos como cualquiera querría y cuidaría a su perro. Y ¡ya estamos hartos, copón! ¡La Trini se dedica a robar nuestras ilusiones con sabe Dios qué fin!
Hace poco pusimos un cartelito en el rellano llamando a capítulo al saqueador, pues no teníamos muy claro que fuera ella la pillastre. Sin embargo la sinvergüenza se delató cuando vino, sin venir a cuento, a nuestro hogar a aclararnos que ella no había metido zarpa en el asunto.
Desde entonces hemos recuperado diversas pistas, como una zapatilla de cuadros, sin duda sacrificada en una huída desprevenida, y un rulo de color amarillo melocotón. La verdad sea dicha, nunca la he visto con rulos, pero he de suponer que los utiliza las tardes de los domingos, por la forma característica que tiene su pelo los lunes por la mañana.
¿Creéis que debería hablar con el presidente de la comunidad para convocar una junta extraordinaria de vecinos al más puro estilo Aquí no hay quien viva? Somos 14 propietarios, si es que eso influye en algo.
Gracias y saludos.