Hurgarme la nariz.
Lo más guay del mundo para mí fue una vez que estaba en el WC y por más que apretaba no salía el mojón pues estaba atascado del tamaño que tenía. Me tiré más de media hora de duelo y cuando por fin conseguí empezar a vencerle mi ojete parecía que se iba a abrir desde los huevos hasta el la columna, aún así el muy cabron se quedó colgando del aro un rato y no podía accionar el cortador de choped pues la dilatación era tal que ni fuerza tenía. Cuando por fin el ancla se hundió tuve uno de los momentos más relajados y felices de mi vida pues mi ogt aún ardiendo era como si me estuviese dando las gracias en forma de endorfinas. Sufrir durante un rato tuvo la recompensa del momento más guay