He estado ojeando algunas de esas series turcas que ponen en Antena 3 y nos llevan años de ventaja. Se supone que Turquía es un país que está volviendo a sumirse en el islam profundo, pero la imagen que transmiten sus culebrones es totalmente distinta. Una imagen de país moderno, educado y secularizado, pero no por ello progre. En cuanto a las mujeres, no solo no llevan pañuelo, sino que están increíblemente buenas sin parecer moñecos rellenos de silicona. Además la escenografía es cojonuda y dan hasta ganas de vivir en Estambul. No digo que esas series reflejen la realidad, por supuesto, pero desde luego están empezando a venderse muy bien.
Los países orientales nos comen la tostada señores. Se empieza por lo audiovisual y se acaba por lo que se acaba.