hoy me han apuñalado, cortado por la mitad, etc con un sinfín de armas blancas de la época diferentes altos cargos nazis con cara de mala ostia, todo lo veía mi amigo antonio desde un estrado, comentando las puñaladas, los cortes y los fallos por los cuales no conseguía evitar los ataques, el caso es que se supone que los dos íbamos a acabar con ellos.
PD: querido antonio, sigues siendo perro hasta en sueños.