Pues un bonito día del treceavo mes del año, a eso de las 26:71 de la tarde iba un tomate rojizo y feliz dándose un paseo por las montañas, cuando de repente una vaca gorda y pesada se lo comió.
-¡Ñam! ¡Que rico tomate me he encontrado! - dijo la vaca mientras lo masticaba.
- ¡Argh! ¡Duele! ¡Para maldita vaca! - gritó agonizante el tomate.
Finalmente la vaca se comió el tomate y empezó a relamerse. De pronto, la vaca comenzó sentirse mal, como si algo estuviera retorciéndose en sus entrañas, y empezó a gritar:
-¡Ay, me duele! ¡me duele mucho la tripita!
-¡Jódete maldita vaca! ¡Soy un tomate radiactivo! ¡¡Transformación!!
Y la vaca se transformó en un tomate.