Domingo, magnífico día para aprovechar una doble sesión de entreno. Por la mañana 1 hora de pierna + abs y por la tarde 1 hora y pico de espalda+bíceps. Todo eso acompañado de 4500 kcal :qq:
Calorías a base de arroz, pollo y QFBD. La verdad es que no firmaba. Sigo con mi "librito" de lomo de cerdo, queso curado y jamón serrano.
#9275 librito de lomo?
te refieres a 2 lomos empanados rellenos de jamón y queso?
firmaba con la sangre de mis hijos
eso y unas papas fritas con ensalada, y de beber una hoegaarden fresquita
hhhhnnnnnngggggggg
Gero en breves: http://www.forocoches.com/foro/showthread.php?t=4345378
Edit: no me deja poner todo el texto. Pero de los mejores hilos que he leído sin duda alguna.
De como pasa a conocer a una tía por una web de contactos, a que esta lleve una doble vida, sea escort de 165€/h, traficante de drogas y use la casa del forero como piso franco
[+PRV][+18]"]
0) Preliminares
En el foro he comentado varias veces algunos detalles de una historia que me pasó hace poco más de un año y varios foreros me han ido pidiendo que diera más detalles. El resultado es este hilo que abro para contar la historia completa. Durante un tiempo me pensé si contarla o no, pues hay cosas bastante turbias que no sé si podrían darme problemas. Finalmente me he decidido a contar la historia, omitiendo detalles que puedan comprometer o identificar a cualquier persona implicada, incluido yo mismo.
Creo que el título del hilo es bastante explicativo de por sí y ya os podéis hacer una idea de qué va la historia, aunque antes de empezar quiero aclarar algunos detalles:
1 – No estoy seguro de que la chica sobre la que trata esta historia, llamémosle ZORRA a partir de ahora, fuera realmente o no una escort (léase puta, de las de pago por adelantado vamos). Tengo fundadas razones para creerlo, como explicaré en esta historia, pero nunca lo pude confirmar.
2 – Tampoco estoy seguro de que realmente traficara con drogas pues tampoco llegué a encontrar ninguna prueba concluyente, pero tengo varias razones para sospecharlo igualmente. En cualquier caso, tampoco decidí investigar más, en cuanto sospeché que podría haber drogas de por medio, la mandé a tomar viento y nunca más volví a hablar con ella ni a saber de ella.
3 – El hilo es +18 por algunas de las fotos que pongo, aunque creo que el contenido del hilo en sí daría para +18. El título del hilo lo pone bien claro, +18, lo digo por los flanders más que nada.
Aclarado esto, os aviso que este hilo va a ser bastante TOCHACO y os recomiendo que le deis a la ruedecita del ratón para ver lo largo que es y luego decidís si queréis leer o no. Si decidís seguir leyendo os encontraréis una historia surrealista digna de una película, pero os aviso de que no hay resumen (el resumen es el título).
Por último, como sé que hay mucho troll malo por el foro últimamente, deciros que la historia es real, el que la quiera creer que la crea, y el que no, pues que no la crea. Me pasó a mí, y durante más de un año pensé si contarla o no. Pasado más de un año desde que me ocurrió, he decidido contarla pero eliminando detalles comprometedores.
Bueno pues poneos cómodos en vuestro sillón, pillad la bolsa de doritos y la coca cola, o el arroz con pollo y el batido de proteínas, y preparaos.
1) Sobre cómo conocí a ZORRA
Soy una persona con un trabajo bastante exigente y más bien poco tiempo libre, y estando soltero a mis 33 años pensé que podría ser buena idea apuntarme a alguna página de citas online así que eso hice.
Un día me llegó un correo de una usuaria, lo leí y abrí su perfil para echar un vistazo. Era ZORRA. El perfil de ZORRA era más bien escueto, pero ya aquí me encontré la primera cosa digamos que poco normal. Su perfil tenía una única foto, la foto estaba tomada desde muuuuuy lejos, y era muuuuuy borrosa. Teniendo cierta experiencia en estos sitios online, eso quería decir: a) que la tía es un cardo borriquero que no la toca nadie con un palo y por eso no quiere que se vea lo fea que es, pero en la foto se podía notar que tenía muy buen cuerpo y un pelo rubio largo y bonito; b) que la tía tiene novio pero está en un momento malo de la relación o lo que sea y tira la caña por estas páginas a ver si encuentra alguien para poder hacer la liana, pero sin que se le pueda identificar (ya me ha pasado alguna vez); c) que por algún otro motivo no quiere que se le pueda identificar o reconocer bien. Normalmente suele ser a o b, pero en este caso fue c.
Respondí a su correo, intercambiamos varios mensajes, pero muy lentamente, tal vez un mensaje cada 2 ó 3 días. Esto también es normal pues muchas tías están muy ocupadas hablando con muchos hombres a la vez. Mi actitud con este tipo de tías es seguir hablando cuando me apetece responder pero sin tomármelas muy en serio. Estando ya un poco aburrido de estar un mes con mensajitos cada 2 ó 3 días, le dije de quedar en persona que ya había perdido bastante tiempo delante de una pantalla y ella no respondió hasta una semana y media después, diciendo que le parecía bien quedar. Pero yo ya me iba de vacaciones al día siguiente y le dije que no podía. Cuando volví de las vacaciones 2 semanas después, le volví a contactar y esta vez ya pudimos concretar un día y una hora para tomar un café.
El día de la cita no sabía qué me iba a encontrar pues nunca había visto su cara bien, sólo aquella mierda de foto borrosa que tenía en su perfil, así que ya me esperaba un orco más feo que el pie de Pipas Carancha. Estando esperando en la puerta de la cafetería, veo que se acerca una chica esbelta, con un pelo rubio precioso y una cara angelical con ojos azules. Al verme me sonríe, se me acerca, me saluda con un beso y me dice: “Hola, soy ZORRA”. Cuál fue mi sorpresa al ver aquella moza delante de mí. Como sé que los pajilleros me van a reportar si no pongo fotos, os pongo unas pocas fotos modificadas, sin cara y sin metadatos para evitar CSI. Aunque no se vea la cara, os digo que era guapa.
ZORRA había estudiado una pseudocarrera de esas de interpretación y danza, donde los exámenes consisten en hacer una actuación como en el colegio o bailar durante un rato y ya está. ZORRA soñaba con ser algún día una estrella famosa ganando una pasta gansa por mover su culito bonito en musicales, en televisión o cosas así. De momento estaba haciendo castings aquí y allá cuando le salía la oportunidad, y para pagar las facturas trabajaba haciendo promociones y demostraciones de cafeteras, máquinas de helados y cosas similares en una cadena de distribución al por mayor, lo cual complementaba con trabajillos de uno o dos días como azafata que le iban saliendo en eventos como conciertos, exposiciones, graduaciones universitarias, etc. Vamos, que por el lado profesional no tenía muchas expectativas de futuro, pero tampoco me importó demasiado pues me pareció buena chica en general, tal vez por las dotes interpretativas que aprendió durante su carrera o simplemente porque las mujeres llevan el mentir en su instinto (machirulo opresor heteropatriarcal falocentrista, machete al machote, que alguien llame al 016).
Aquel café se acabó alargando durante 3 horas de charla bastante animada. Parecía que había conexión y la cosa fue bien. Me llevé buena impresión de la chica. Por la noche me envió un mensaje de texto diciendo que lo había pasado bien. Yo le respondí y a partir de aquel día empezamos a intercambiar mensajes a diario contándonos lo que hacíamos y demás.
2) Primeras citas con ZORRA
A la semana siguiente hicimos planes para volver a quedar. ZORRA me dijo que había preparado una cita sorpresa para el sábado, que no podía decirme qué era pero que llevara ropa cómoda y un abrigo por si acaso. Nunca antes una tía me había preparado una cita sorpresa, lo cual me extrañó. Evidentemente, una tía no necesita esforzarse por hacer nada en una relación, y menos una tía como ZORRA que tenía un físico muy atractivo. Normalmente se limitan a exigir y pedir sin dar ni ofrecer nada a cambio, porque ellas lo valen, y a crear problemas donde no los hay, porque la vida sin drama es muy aburrida. ¿Tanto le había gustado yo a ZORRA? No me cuadraba en absoluto que se me tuviera tomado tan en serio como para currarse una segunda cita y me parecía raro. No soy Quasimodo pero tampoco soy George Clooney, y ella era una chica 5 años más joven que yo que con un chasquido de dedos podía tener a una manada de pagafantas besándole el culo. Me pareció extraño pero no le di mayor importancia así que me dispuse a disfrutar de la cita.
Me recogió en la puerta de mi casa con su coche (yo no tengo) y me llevó a otra ciudad a una pista de patinaje sobre hielo. Yo no tengo ni idea de patinar y me pasé todo el rato agarrado al borde de la pista de hielo, intentando no caerme, mientras los niños me adelantaban riéndose y haciendo triple axels. Estuvo entretenido, patinamos cogidos de la mano, me llevó de vuelta a casa, besito de despedida, etc. Seguimos enviándonos mensajes a diario y quedamos más veces.
Parecía que ZORRA estaba interesada de verdad en mí y quedábamos de vez en cuando. Las citas la verdad es que fueron bastante buenas; después del patinaje, en las siguientes citas fuimos a dar un paseo en bici por al lado de un río, nos tumbamos en el césped un rato, luego comimos en un chiringuito de por allí; otras veces fuimos a cenar; otras vino a mi casa, cenábamos, veíamos la tele y dormíamos juntos. Por cierto, la primera vez que se quedó a dormir debo reconocer que me costó que se me levantara pues estaba tan buena que me causó impresión verla en pelotas en mi cama ahí abierta de piernas, pero se mostró comprensiva, me tomé un descanso y cuando me relajé aquello se levantó que parecía la pata de un perro envenenado, más tenso que el cuello de un cantaor, y rematé la faena. Qué bien dormí esa noche.
Aquí una foto light que le hice en mi cama. No es explícita pero tiene su toque erótico:
3) Planeo un viaje con ZORRA
La “relación” iba viento en popa a toda vela, no corta el mar sino vuela, un velero bergantín…
Un buen día ZORRA me dice que dentro de X tiempo tenía vacaciones y que quería que hiciéramos un viaje juntos. Puesto que la cosa iba bien, le dije que me parecía bien. Estuvimos mirando y al final decidimos irnos una semana a Mallorca a un resort bastante bonito. La tontería salió por unas 700 libras por cabeza. Pienso que no hace falta gastar tanto para unas vacaciones, pero pensé que serían unas buenas vacaciones con ZORRA y que merecería la pena. Recuerdo que pensé cómo alguien con un trabajo irregular, que no trabajaba todos los días, y con un sueldo tirando a bajo, podía permitirse unas vacaciones de ese precio. Me pregunté de dónde sacaría el dinero, ya que con su trabajo y teniendo en cuenta que tenía coche imagino que necesitaría al menos dos o tres meses para ahorrar ese dinero. Era su dinero y cada uno se pagaba lo suyo así que pasé del tema y compré los billetes. Lo pagué yo todo y ella me transfirió su parte del dinero a mi cuenta dos días después (si no lo hubiera hecho, hubiera cancelado el viaje perdiendo casi nada de dinero).
4) Empiezo a notar cosas raras en ZORRA y en su actitud
Tras la primera etapa de “luna de miel” donde todo era perfecto y muy bonito, al cabo de unos meses empecé a notar cosas “raras”, por así llamarlo, a las cuales tampoco le di mucha importancia al principio.
¿Qué tipo de cosas? Lo primero fue que siempre que yo proponía a ZORRA quedar algún día, rara vez podía porque tenía trabajo, o no podía, o tenía historias que hacer (siempre inventaba una excusa diferente, qué buena que era para eso la jodía), pero siempre me sugería un día alternativo para quedar. También más de una vez me canceló el día anterior o el mismo día, con excusas de todo tipo. Yo intento ser comprensivo y al principio tampoco es bueno dudar, aunque sí lo es recordar los detalles de las cosas que va haciendo para ver como evoluciona en el futuro. Yo aceptaba. En resumen, siempre nos veíamos cuando ella podía o decía de quedar. Creo que ninguna, o como mucho una o dos de las veces que yo propuse quedar acabamos quedando; el resto de veces siempre fueron cuando ella podía o le venía bien, o quería o lo que fuera…
Al cabo de un tiempo esto me empezó a mosquear un poco y empecé a pensar que se traía algo entre manos. La imagen idealizada que tenía de ella, de buena chica, poco a poco fue desapareciendo y empecé a notar actitudes raras en su comportamiento. Por ejemplo, empecé a hacerle preguntas aparentemente inocentes cuya respuesta yo ya sabía para ver si respondía la verdad, o le preguntaba algo como en medio de la conversación y al cabo de dos días se lo volvía a preguntar de otra manera diferente para ver si encontraba contradicciones. Muchas veces noté cosas sospechosas, como responder sin mirarme a los ojos, o tardar una fracción de segundo en responder algo de lo que ya habíamos hablado días antes (creo que se dio cuenta de mi juego y empezó a ser cautelosa con lo que decía y cómo lo decía). Debo decir que las mujeres se consideran muy buenas mentirosas, pero cuando te han puteado tanto como me lo han hecho a mí, al final aprendes y acabas desarrollando como una especie de sentido “arácnido” que te hace entrar en alerta, y acabas siendo una persona muy observadora de pequeños detalles que nadie aprecia pero que te dan mucha información. También suelo hacerme el tonto y parecer inocente en situaciones donde evidentemente sé que hay algo raro, y ahí es cuando la otra persona se relaja y empiezo a descubrir lo que quiero saber (esto suelo hacerlo bastante bien por cierto). Estuve mirándome varias guías con algunos pequeños indicios para saber cuándo una persona miente (por ejemplo si al responder mira a un lado está recordando pero si mira al otro está inventado, dependiendo de si es zurda o diestra, y cosas por el estilo); será casualidad o no pero cuando tenía la sensación de que no estaba diciendo la verdad, estos detalles ocurrían y eso ya me empezó a mosquear más.
Al final acabé sospechando que ZORRA estaría jugando a dos bandas y al mismo tiempo estaría quedando con otro maromo, lo que tristemente hacen muchas mujeres hoy en día, de ahí su actitud precavida al hablar de lo que hacía y su patrón de citas adaptado a cuando ella quería.
Otro evento importante que sucedió cierto día, tras un tiempo ya con la mosca detrás de la oreja, es que le propuse quedar un viernes pero me dijo que estaba muy cansada y prefería descansar en casa y quedar el sábado (o que tenía la regla, no recuerdo la razón que me dio). Yo acepté y ese viernes me quedé trabajando hasta bastante tarde. Salí de trabajar sobre las 9 de la noche pues estaba liado con algo que me gustaba. Esa noche, me dio por volver a casa caminando por el centro de la ciudad, en lugar de por el camino que sigo cada día, simplemente por cambiar un poco la rutina y sentir el ambiente de un viernes noche con la gente alegre caminando por la calle. En esto que entre todo el gentío paso por al lado de una pareja, que era una chica rubia con un chico al lado. Yo iba empanado en mis cosas, pero dos metros más adelante después de cruzarme esa pareja me quedé paralizado en medio de la calle (de hecho el de detrás se tropezó conmigo al ser una calle muy transitada) y en ese momento me quedé en blanco y me vino a la mente la pregunta: “¿Esa era ZORRA?”. Miré hacia atrás y casi no pude volver a ver a la pareja por culpa del gentío, sólo vi cómo entraban a un restaurante y desaparecían de la multitud. Tras unos segundos de incertidumbre e incredulidad, pensé que era una paranoia mía, que ZORRA me había dicho que estaba en casa y probablemente esa sería alguien que se le parecía. Al fin y al cabo en UK hay bastantes rubias. Al fin y al cabo pasó por mi lado y si hubiera sido ella lo hubiera notado en seguida. Así que decidí seguir andado hasta llegar a casa. Craso error. Me pasé el resto de la noche pensando si era ella o no, y así algún día más. Debí haber vuelto, entrado al restaurante y buscado a aquella pareja. Si no era ella, pues me salgo del restaurante y ya está, y si es, le canto las cuarenta y la mando a fregar. Pero no lo hice, y esto sólo hizo que me empezara a emparanoiar cada vez más.
5) Decido tomar cartas en el asunto y descubrir qué es lo que ZORRA se trae entre manos
El suceso anterior y la actitud un tanto distante de ZORRA fue lo que finalmente me llevó a tomar la decisión de empezar a tomar cartas en el asunto para ver qué se traía entre manos. Pero antes de enfrentarme a ella, necesitaba pruebas. ¿Y si eran paranoias mías y lo jodía todo por culpa de una obsesión absurda? Estaba claro que necesitaba alguna evidencia clara. ¿Pero cómo podía conseguir pruebas?
Lo primero que hice fue instalar un keylogger en mi portátil. Ella a veces miraba su correo y su Facebook en mi portátil y luego lo cerraba. Sólo tenía que instalar un keylogger, esperar a que un día quisiera mirar su correo y su Facebook, y luego recuperar su dirección de correo y contraseña de los logs. Llegó el día en que lo hizo. Cuando se fue, miré los logs, probé con la contraseña registrada en el log y ¡bingo! Pude acceder a su Facebook y a su correo. Me tiré un buen rato mirando sus correos anteriores, enviados y recibidos, su lista de amigos, lo que hacían, dónde vivían, las conversaciones que mantenía con otras personas, pero no pude encontrar nada raro. Aquello me desconcertó un poco pues esperaba encontrar allí la respuesta a mis preguntas. Pero encontré una cosa rara. En su cuenta de correo había recibido un correo vacío enviado desde otra cuenta con nombre de mujer, y dentro había una palabra rara. Decidí probar y comprobé que esa palabra era la contraseña de ese mismo correo (supongo que se lo enviaría a este correo para no olvidarlo). Pero el otro correo estaba completamente vacío, nunca había enviado ni recibido ningún correo desde esa otra cuenta. ¿Qué coño era todo aquello? ¿Para qué había hecho? Nunca lo supe, y a día de hoy la cuenta sigue sin registrar actividad ninguna. Bueno, lo único importante a recordar aquí es el nombre de la otra dirección de correo, llamémosle CATALINA (nombre ficticio). Este detalle será importante más adelante en la historia.
Mis aventuras por su Facebook y su correo electrónico no habían dado los resultados esperados, pero mi sentido “arácnido” me decía que había algo raro y que tenía que llegar hasta el final del asunto.
Durante unos días intenté espiarle el teléfono. Ella siempre lo tenía consigo, incluso cuando se levantaba de la cama por las mañanas se llevaba el teléfono al aseo, lo cual era otra de las cosas que me mosqueaba, además de que siempre dejaba su móvil con la pantalla hacia abajo (yo imaginaba que era por si llegaba un mensaje de Manolito, para que no saliera el nombre de Manolito en la pantalla). Lo tenía sin contraseña de acceso, pero nunca lo soltaba la jodía. Algunas veces iba al aseo a mear y no se lo llevaba porque hubiera sido ya muy descarado, pero no era tiempo suficiente para mirar bien sus mensajes, etc.
Empecé a buscar por Internet y encontré páginas donde ofrecen apps que te permiten espiar la actividad del teléfono. Evidentemente es ilegal, pero si yo me comprometo en una relación me lo tomo muy en serio, y antes de hacer eso quiero estar seguro de que la chica es la persona adecuada. Así que me dije, ¡qué cojones! Tras un tiempo buscando en Internet me di cuenta de que todas eran de pago y normalmente bastante caras, pero acabé encontrando una que sólo costaba $10 y permitía ver los mensajes, whatsapps, Skype, viber, Facebook, actividad de internet, llamadas, posición GPS desde donde se hace todo, imágenes que toma el teléfono, te permite hacer fotos remotamente para poder ver dónde está la persona… En definitiva, te permite ver todo lo que pasa por el teléfono y ver dónde está la persona en cada momento. Era la app perfecta y decidí pagar para poder crearme una cuenta y usarla.
En otros hilos me han preguntado sobre la app. La página es ésta: http://www.spy-phone-app.com Toda la información está en la web y se puede ver en español también. Ahí está toda la información necesaria, mejor explicado de lo que yo puedo hacerlo. Por favor no me enviéis MPs preguntando cómo usarla, leed la página que ahí está todo lo necesario.
Tras leerme los manuales de instalación de la app y mirar sus vídeos, le pedí a una amiga de confianza que me dejara probar con su teléfono, pues ella tenía Android, al igual que ZORRA, y yo tengo iOS en el mío. Quería practicar para poder instalar la aplicación en un teléfono Android en un tiempo récord y evitar que ZORRA me pillara, y también experimentar con la app para ver cómo funcionaba. Tras varias pruebas, ensayos y experimentos con el teléfono de mi amiga, le desinstalé la app.
Ya estaba listo para actuar y me dispuse a aprovechar cualquier oportunidad que tuviera para instalar la app espía en el teléfono de ZORRA.
La oportunidad llegó ese mismo día por la noche. ZORRA vino a mi casa como otras tantas veces y pasó la noche allí. En toda la noche no tuve oportunidad de poder acceder a su móvil. Pero esa noche, después de embestirla como una bestia parda, por casualidades de la vida, acabamos durmiendo en el lado de la cama opuesto al que normalmente solíamos hacerlo. Por la mañana me desperté temprano. Suelo madrugar mucho para ir al trabajo y mi cuerpo parece que tiene un reloj interno y todos los días sobre las 6 o 6:30 me despierto antes de que suene el despertador. Esa mañana, al despertarme, me giré y me puse de lado en la cama y entonces vi el teléfono de ZORRA justo delante de mi cara, ahí, en la mesita de noche. Miré a ZORRA, la llamé pero estaba durmiendo, me fijé en su respiración para asegurarme de que no estaba fingiendo (si os fijáis, cuando dormimos la respiración tiene un ritmo distinto a cuando estamos despiertos) y cuando estuve seguro de que estaba durmiendo cogí el teléfono y me puse a instalar la app. Me metí en la web, descargué el instalador, instalé la app, le introduje la cuenta de pago que había creado, configuré la app, guardé todo y reinicie el teléfono. Todo en menos de 5 minutos, gracias a mis numerosas prácticas anteriores. En realidad podía haberme tirado un par de horas porque ZORRA dormía profundamente y no se movió de su posición en 3 horas (joder, con lo que me muevo yo cuando duermo).
La misión estaba cumplida y ahora sólo quedaba monitorizar la actividad del teléfono y esperar.
6) Espiando el teléfono de ZORRA
Esta es la parte más surrealista de la historia, la más paranoica de todas, la que me llegó a hacer pensar que estaba empezando a tener serios problemas de obsesión y que se me estaba yendo la cabeza. Por suerte, siempre he sido una persona bastante cuerda y desgraciadamente en este caso no eran paranoias.
Las primeras horas de monitorizar la actividad del teléfono de ZORRA fueron bastante emocionantes, me sentía como James Bond en una de sus películas. La app era impresionante, todo sea dicho. Se podía ver todo: cuándo llamaba, los mensajes que enviaba y recibía, las páginas web que visitaba, las fotos que hacía con su móvil, y la posición del móvil cada X tiempo. Gracias a la app descubrí su dirección y donde vivía, pues era donde el teléfono pasaba toda la noche hasta que a la mañana siguiente el teléfono se movía hasta su trabajo, o lo que se supone que era su trabajo.
En los primeros días no vi nada raro, hasta que llegó el siguiente día en el que quedamos. El plan era que ella vendría a mi casa después de trabajar para pasar la noche. Mirando los logs, vi que el teléfono ese día estuvo en casa todo el tiempo. Pensé que se le había olvidado en casa. Pero lo bueno es que a la hora que termina de trabajar me envía un mensaje diciendo que acababa de terminar de trabajar y que venía de camino, pero la posición GPS del teléfono era su puta casa. Era la primera mentira de la cual tenía evidencia clara. Pero, ¿por qué me dijo que ese día iba a trabajar y se quedó en casa? Además luego llegó a mi casa vestida con el uniforme del trabajo Evidentemente, aquí había gato encerrado. ¿Qué lleva a una persona decir que está trabajando cuando está en tu casa, y luego, ponerse el uniforme de trabajo en su puta casa y venir a verme a mi casa con el puto uniforme de trabajo puesto? Estaba claro, ZORRA no estaba jugando limpio, pero necesitaba más pruebas para saber qué coño era lo que de verdad estaba pasando, pues no podía encontrar una explicación a lo que hasta ahora había observado. Estuve mirando la posición del teléfono mientras ZORRA venía desde su casa (supuestamente su trabajo) hasta mi casa, y aquí observé la segunda cosa rara. Unos 10 minutos antes de llegar a casa el teléfono de ZORRA se para un par de calles antes de llegar a mi casa y permanece en esa calle unos 10 minutos, finalmente vuelve a moverse y acaba llegando a mi casa. Al día siguiente caminé hasta la calle y vi que la calle era una calle sin salida donde no vive nadie, sólo hay unos almacenes y talleres mecánicos y ya está, que por cierto a la hora que ella estuvo allí ya estaban cerrados. ¿Qué coño hizo zorra en esa calle durante esos 10 minutos? Bueno, finalmente ZORRA llegó a casa, pasó la noche, yo intenté comportarme como si no supiera nada, me la follé como solía hacerlo y a la mañana siguiente ella se tenía que ir al trabajo, que ese día empezaba a las 10 de la mañana (qué vida más dura tete). A las 9:40 se va de casa con su uniforme puesto otra vez y yo corriendo voy a mirar por Internet a dónde va el teléfono de ZORRA (bendita app). ¿Fue al trabajo? NO, volvió a su puta casa otra vez. Bueno, después de haber visto todo esto, estaba claro que ZORRA estaba jugando conmigo, y no era juego limpio evidentemente, pero no se me ocurría ninguna razón por la cual se comportaba así. ¿Qué coño estaba haciendo? No podía elaborar ninguna teoría medio razonable para explicar ese comportamiento extraño, que por cierto se repitió en varias de las ocasiones que vino a pasar la noche a mi piso, siempre cuando ella podía o le venía bien, no cuando yo proponía.
Tras unos cuantos días, vi patrones extraños bien definidos. Muchas veces el coche estaba aparcado en el aparcamiento de la nave donde ella decía que trabajaba. Pero otras veces estaba en posiciones donde no decía estar. Aquí la paranoia creció pues a veces parecía decir la verdad pero otras veces no. Por ejemplo, una noche el coche estuvo aparcado toda la noche en el aparcamiento de un hospital, pero al tiempo después descubrí que su madre trabajaba de enfermera en el hospital (según ella) lo cual podría explicar por qué el coche estuvo ahí, suponiendo que se dejó el móvil dentro del coche. Había veces donde cosas sospechosas podrían tener una explicación lógica, y esto me hizo estar bastante paranoico durante un tiempo.
Decidí comprobar si realmente trabajaba donde ella decía. Con la excusa de darle una sorpresa, un día me planté en su lugar de trabajo. Vi el coche en el aparcamiento y me dispuse a entrar a la nave para darle la sorpresa. Era como un supermercado pero de venta al por mayor. Al intentar entrar me pararon, resulta que me tenía que crear una tarjeta primero que te permite el acceso a ese lugar. Así que ese día no pude entrar y comprobar si realmente estaba ahí. Pasé de crearme la tarjeta, pues había que pagar, y tampoco me pareció que mereciera la pena pagar unas 50 libras de suscripción anual sólo para ver si ZORRA trabajaba ahí.
Llegué a pensar si realmente trabajaba ahí o si era una excusa bien pensada para que no se pudiera comprobar (por el tema de que no se puede entrar fácilmente). Viendo su patrón tan sospechoso, la incertidumbre de si realmente trabajaba ahí, el dinero que se había gastado para una semana de vacaciones con el trabajo que decía tener, y que se acababa de comprar el teléfono nuevo más caro que HTC había sacado por aquél entonces (el M8 no sé qué…), además del coche que tenía, era evidente que tenía otra fuente de ingresos adicional porque con ese trabajo no llevas ese tren de vida. No sé cómo no me fijé antes en este detalle. Llegado a este punto, surge la pregunta: ¿qué otra fuente de ingresos puede tener una chica joven y guapa con lo que parecía ser un gran tren de vida? Pues sí, esa es la primera idea que te viene a la cabeza, el oficio más antiguo del mundo.
Llegué a la hipótesis de que su comportamiento extraño podría no deberse a que estuviera jugando a dos bandas con otro tío, sino a que era prostituta. De ahí que no trabajara donde ella decía trabajar, que llevara esos gastos, y que siempre quedáramos cuando ella podía, porque si le salía un cliente aquí o allí, evidentemente tenía que ir. Esto también encajaba con varias veces que me canceló a última hora y otras cosas más que no describo aquí para no alargar más.
En resumen, hubo otros detalles que también parecían tener sentido:
Las veces que le registré su bolso, no había monedero, supongo que lo habría dejado en el coche. Una vez puede pasar, pero cuando se repite el patrón, muy normal no es. Mi teoría es que podría dejar el monedero en el coche con todo el dinero que había cobrado de los clientes del día. Evidentemente llevar varios cientos de libras en el monedero todos los días llama la atención, así que mejor no mostrarlo.
¿Qué suele llevar una mujer en su bolso? De todo menos lo que de verdad le hace falta, ¿verdad? Todos sabemos que las mujeres llevan todos los días un inmenso montón de cosas inútiles e innecesarias en su bolso. Pues ZORRA no, al menos en el bolso que traía a casa. Sólo venía con un bolso grande donde llevaba su uniforme de trabajo, sus zapatos, la ropa para estar en casa y las llaves del coche. Nada más, absolutamente nada más. Esto me llamó mucho la atención. Mi teoría es que su bolso real estaba en su coche, con el dinero que había ganado y puede que condones y otras cosas parecidas.
Siempre que salíamos de casa miraba su coche aparcado en la calle de mi piso, y al volver también lo miraba, como si alguien fuera a robárselo. Era algo obsesivo. Si tenía un pastizal en el coche, era normal. Yo no estaría tranquilo sabiendo que tengo mil euros en el coche.
Siempre pagaba todo en metálico. Incluso compras de ropa y otras cosas que hizo conmigo, de más de cien y doscientas libras, las hizo en metálico y yo nunca la vi sacar dinero de un cajero.
Todas estas observaciones extrañas parecían cobrar sentido con la teoría de que ZORRA era prostituta, así que pensé que no era una teoría tan descabellada y que esa podría ser la razón de su comportamiento extraño.
Sin comerlo ni beberlo, me vi inmerso en lo que parecía ser una historia de película. Estuve a punto a terminar con ella en este punto, pero ya había llegado demasiado lejos en todo esto, la curiosidad me comía por dentro y necesitaba saber la verdad. Ya era algo personal.
7) Buscando a ZORRA por páginas de escorts
Vivo en UK y tras varias indagaciones descubrí que hay una página por excelencia para las escorts de este país. Igual que para buscar algo te vas a Google, aquí para buscar putas te vas a www.adultwork.co.uk. Me cree una cuenta en la página para poder ver perfiles y empecé a buscar escorts con edades y características similares a las de ZORRA, alrededor de donde vivía. Evidentemente no era para contratar sus servicios; la esperanza era poder encontrar algún perfil con las fotos de ZORRA. Muchas chicas no mostraban su cara por motivos evidentes, pero no era necesario ver la cara completamente, era suficiente con poder identificar cualquiera de los lunarcitos que ZORRA tenía por su cuerpo o cualquier otro indicio que pudiera confirmarlo. Después de haber retozado con ella durante varios meses me sabía su cuerpo al detalle.
Tras buscar durante un rato, encontré varios perfiles que podrían ser (evidentemente, muchas no muestran su cara por razones obvias, lo cual dificultó la tarea). Una vez hecha una preselección, empecé a mirar las fotos con detalle, cada esquina de la foto, los móviles con los que se tomaban los selfies (por si era el de ZORRA), las pecas, lunares, zonas difuminadas de la foto para disimular tatuajes u otras cosas (si tenía tatuajes, no era ella), la forma y complexión del cuerpo, etc. Aquí descarté la mayoría de perfiles y al final me quedé con cuatro perfiles que podrían ser de ella, aunque en algunos había fotos que se notaban que eran de chicas diferentes. Uno de los perfiles ofrecía la posibilidad de webcam, y me conecté durante dos minutos (dos libras) y vi que la chica no era ella. El otro perfil tenía un piercing en el ombligo y ella no tenía ninguna marca de haber llevado piercing. Para asegurarme, compré una tarjeta sim de prepago, la puse en un móvil viejo que tenía (para no usar mi número habitual) y llamé al teléfono, donde pude comprobar que evidentemente no era ella. Así que me quedé con 2 posibles perfiles.
En la foto en la que sale chupando la polla, esos morritos adoptaban la misma forma y se parecían muchísimo a los suyos cuando me hacía las mamadas (esa polla no es la mía por cierto, es del perfil de la escort). Por último, y esto es lo más claro para mí, la foto en la que sale con las dos manos en el coño me recordó a cómo se masturba ella. Algunas veces se masturbó delante de mí, y solía masturbarse tal y como aparece en la foto, es decir, se frota con la derecha, pero se pone la izquierda encima haciendo fuerza y apretando contra su coño para frotarse más fuerte y darse más gusto. Es una técnica bastante peculiar. Bueno, en resumen, que me pareció que había indicios muy claros de que efectivamente la chica de las fotos podría ser ZORRA.
Por otra parte, en esos 2 perfiles candidatos, coincidencias de la vida, el nombre “artístico” de las escorts contenía la palabra CATALINA. Por si no lo recordáis, éste era el nombre de la extraña dirección de correo que mencioné en el punto 5. No era exactamente CATALINA, pero para que os hagáis una idea, uno era algo así como “CATALINA LA BELLA” y la otra era como si dijéramos “LA BELLA CATALINA” (nombres fictios). Vamos, que otra coincidencia más. Si era ella, era evidente que le gustaba ese nombre y que no tenía mucha imaginación para pensar nombre nuevos. Además, los detalles físicos del perfil eran iguales y otra cosa interesante es que estaban escritos con pedazos de texto muy similares. No sé si la CATALINA de la página de escorts era ZORRA, pero estaba claro que esas dos chicas CATALINAS eran la misma persona. Una tenía el perfil en una ciudad cercana a donde vivía y ponía un número de teléfono de contacto, llamémosle CATALINA1. La otra, llamémosle CATALINA2, tenía su perfil en la misma ciudad donde vivía pero no ponía número de teléfono de contacto y sólo se podía contactar por la página o con correo electrónico. Además decía que ella nunca aceptaba citas con clientes que no tuvieran feedback positivo, y para eso era necesario contratar a varias escorts y que ellas te dejaran feedback positivo como buen cliente. Sí, así era como funcionaba la página, y ésta es la principal razón por la cual nunca pude confirmar si CATALINA2 era ZORRA, porque no había número y porque antes tenía que pagar varias escorts y que me dejaran buen feedback para que CATALINA2 se fiara de mí y pudiera concertar una cita y presentarme para ver si era ella o no (cosa que evidentemente no estaba dispuesto a hacer y no hice).
Con estos hallazgos di por concluida mi búsqueda de ZORRA por páginas de escorts. Ahora debía encontrar el modo de confirmar si alguna de las CATALINAS o las dos eran ZORRA o eran otras chicas distintas. Como ya he dicho antes, nunca pude verificar CATALINA2, pero con CATALINA1 hice algo que aparentemente confirmó que sí era ella. Pero antes de esto, cuento primero otra cosa.
8) Dejo a ZORRA en mi piso con las llaves mientras me voy de viaje
Llegó una semana que por motivos de trabajo tenía que viajar 3 días a otro país para reunirme con unos colaboradores.
Desde algunos días antes habíamos acordado que ella vendría la noche anterior para poder vernos antes de que yo me fuera de viaje. Al día siguiente yo saldría temprano para coger mi avión y ella se quedaría durmiendo en mi piso hasta que entrara a trabajar a las 10 de la mañana. Entonces cerraría mi piso y dejaría la llave en el buzón. A mi vuelta del viaje, yo recuperaría la llave del buzón y entraría de nuevo en mi piso.
Muchos diréis que estoy loco al hacer esto, dejándola sola en mi piso, teniendo las sospechas anteriores, y viendo todo lo que ella me había mentido. Pero lo planeé todo de antemano. Todos mis documentos importantes (contratos de alquiler, nóminas, etc.) los guardo en una carpeta que le dejé a mi amiga de confianza mientras estuve fuera (la que me dejó hacer las pruebas con su teléfono) con la cual tengo mucha confianza. El portátil me lo llevé de viaje y la tele la dejé con un candado de esos especiales enganchando por detrás a la mesa donde tengo la tele (un mamotreto de 50 kilos que no hay dios que lo mueva). Vamos, que lo único que podía robar, que era la tele, lo tenía bastante jodido. Lo demás que había en el piso, o no tenía valor ninguno, o era parte del piso y estaba cubierto por el seguro del arrendador. Si desaparecía algo, yo tenía los billetes de viajes y podía demostrar que no había sido yo. Por otra parte, no hubiera sido muy inteligente por su parte hacer nada porque hubiera sido una sospechosa clara. Por otra parte, ésta era mi oportunidad para ver si podía confirmar algo o descubrir algo nuevo sobre lo que ZORRA se traía entre manos. Ya he dicho que estaba muy metido en toda esta mierda y que necesitaba descubrir toda la verdad.
Mientras estuve fuera en este viaje, acontecieron los dos principales sucesos que me mostraron la mierda que ZORRA se traía entre manos, los cuales describo en dos “subapartados” a continuación.
8.1) Claros indicios de que ZORRA es una escort
Mientras estaba de viaje en otro país, decidí hacer una prueba para comprobar si CATALINA1, la escort de la página web, era ZORRA, ya que al estar yo de viaje era el momento donde ella tendría la guardia baja.
En un primer momento decidí llamar directamente, usando el segundo número de teléfono que ZORRA no conocía, pero evidentemente al hablar ella diría “Hello” (algo insuficiente para reconocerla) y yo tendría que decir algo y entonces vería enseguida que era yo, pues mi acento evidentemente no es británico. Si no era ella, no había problema, pero si era ella, teniendo ella las llaves de mi piso y estando yo fuera sin volver hasta dentro de un par de días, lo último que yo quería era que ZORRA supiera que la había descubierto. Así que tenía que idear un buen plan para hacer la comprobación, y finalmente di con el plan perfecto.
El plan era el siguiente. Con mi número de teléfono nuevo y desconocido para ZORRA, llamo al número de teléfono de CATALINA1, la chica de la página de escorts. El número de teléfono de CATALINA1 era distinto del de ZORRA evidentemente, nadie usaría su número personal para trabajar en esto. CATALINA1 vería un número desconocido, pensaría que es un cliente nuevo, y descolgaría el teléfono para responder a la llamada. Tan pronto CATALINA1 descolgara el teléfono, yo llamaría a ZORRA usando mi teléfono personal que ella ya conocía. No había nada de extraño en esta segunda llamada pues yo podría llamar para decir “Hola estoy descansando en el hotel, ¿qué tal estás? Bla bla bla”. ¿Cuál era el objetivo de esto? Pues ahora lo veréis: tan pronto CATALINA1 respondió a la llamada, en el mismo momento que ella dijo “Hello” yo pulsé el botón de llamada de mi teléfono para llamar a ZORRA, que ya lo tenía preparado. En ese mismo momento que llamé, oí como el tono de llamada del teléfono de ZORRA se oía por el teléfono de CATALINA1. ¿Explicación? Pues creo que es bastante evidente. ZORRA tenía dos teléfonos, su teléfono personal y su teléfono de trabajo como escort. Mientras trabajaba en su piso de trabajo tenía los dos teléfonos en la misma habitación, pero nunca pensó en mi plan magistral y nunca puso sus teléfonos en silencio. Mientras llamé a su teléfono de trabajo con un número, llamé al mismo tiempo a su teléfono personal y sonó mientras hablaba por el otro. Los dos teléfonos estaban en la misma habitación y pude oír el tono de llamada de un teléfono a través del otro. Al oírlo ya me quedó muy claro que efectivamente, CATALINA1 y ZORRA eran la misma persona y que, por lo tanto, ZORRA era una ZORRA con todas las letras. La llamada con CATALINA1 la colgué inmediatamente sin decir nada (si decía algo se notaría mi acento español), y la llamada a ZORRA con mi número real la dejé sonar un poco más pero no respondió. Volví a llamar a ZORRA con mi número para que pareciera normal, pero en mi segundo intento ZORRA había apagado su teléfono personal, lo cual fue un error fruto de su nerviosismo en ese momento. En mi tercer intento poco después lo había vuelto a encender pero tampoco lo cogió. Le envié un mensaje “Hey he intentado llamarte ahora que estoy descansado pero se me había olvidado que estabas trabajando jijiji, ya hablamos”. Y ahí quedo eso.
Imagino que aquí ella probablemente sospecharía que había sido yo y que yo ya lo sabía todo. Pero no tenía ninguna prueba evidente que le permitiera confirmarlo, al fin y al cabo, el que llamó a la escort sin decir nada podría haber sido un pervertido que se la meneaba mientras hacía la llamada o algo parecido. Seguro que estas chicas están acostumbradas a estas cosas.
Aunque nunca lo confirmé al 100%, creo que los indicios, todos ellos, apuntan claramente a la misma dirección: ZORRA era una escort.
8.2) Indicios de que ZORRA hace cosas raras en mi piso
Mientras estuve fuera de viaje hubo algunas otras cosas que me hicieron acojonarme con lo que le pudiera pasar a mi piso y me hizo arrepentirme de haberle dejado las llaves a ZORRA.
El mismo día que me fui de viaje le dije “Envíame un mensaje cuando te vayas del piso para confirmarme que has cerrado la puerta y dejado las llaves en el buzón”. Pues así lo hizo, me envió un mensaje donde acababa diciendo “ya estoy en el trabajo, que tengas un buen día”. Todo hubiera sido normal, de no ser porque al enviarme ese mensaje las coordinadas GPS de la app espía indicaban que no estaba en su “trabajo”, sino que estaba en la calle de al lado de mi piso, imagino que donde había aparcado su coche. También pude ver que su madre le envió un mensaje “Text me when you are in work”, algo que nunca había ocurrido en todos los meses que había espiado su teléfono. ¿Por qué ese día su madre le envió ese mensaje? Ella respondió con otro mensaje a su madre diciendo “I’m here” mientras todavía estaba en mi piso. Esto ya me hizo pensar que había tramado algo en mi piso y que evidentemente no podía ser nada bueno.
Y por si esto fuera poco inquietante, la app dejó de enviar información de las coordenadas GPS el día después. Estaba claro que ZORRA, o alguien, se había dado cuenta de que había una app espía en el móvil y la había borrado. Pensando cómo era posible que la hubieran descubierto, y revisando el proceso de instalación, me di cuenta de que me había saltado un paso: borrar el archivo que te descargas para instalar la aplicación. ZORRA era bastante inepta con la tecnología en general, ya me lo había demostrado muchas veces, lo cual me hizo sospechar que había alguien más metido en esto, porque dudo que ella por sí misma hubiera reconocido el archivo descargado y hubiera buscado en internet hasta descubrir que eso era una app espía. Además, para desinstalar la app había que volver a introducir el password que sólo yo sabía, con lo cual la única opción era hacer un reset del teléfono y eso seguro que ella no sabía hacerlo. Tan pronto llegué a esta conclusión, borré mi cuenta de la app, la cuenta de correo con la que me había registrado y no dejé rastro alguno de lo que había hecho. Pero lo malo era que había alguien más que junto con ZORRA estarían haciendo algo en mi piso, pero no podía saberlo porque ya no recibía información de su móvil y no volvía a casa hasta el día siguiente.
9) Parece confirmarse que ZORRA hace cosas raras en mi piso
Mi viaje de trabajo concluyó y yo volví a casa. Al llegar vi que la llave estaba en el buzón y al entrar a mi piso todo estaba tal cual lo había dejado, exactamente igual. Miré y remiré por todos lados y no pude ver absolutamente nada que me hiciera sospechar que allí había podido pasar nada. Pero evidentemente, lo que había observado durante el viaje no era normal y algo sí había pasado, sólo que no sabía el qué.
Pensé en que lo que hubiera podido pasar tenía que haber quedado registrado en las cámaras de seguridad del edificio. En UK están muy obsesionados con el Health & Safety y hay cámaras por todos lados, incluso calles y por supuesto en edificios. La solución era ver las grabaciones, pero tras investigar un poco por internet descubrí que la ley británica no permite acceder a esas grabaciones por motivos de privacidad. Si quieres acceder a las grabaciones, tienes que rellenar un formulario, explicando las fechas y horas que quieres ver, describiendo tu ropa y detalles del momento en que apareces en la grabación, pagar unas tasas, enviar el formulario, y si lo aprueban entonces te dejan verlo, pero eso puede tardar semanas. Además, sólo te permiten ver las grabaciones si es para verte a ti mismo, pero no puedes si no apareces en las grabaciones. Por eso ellos comprueban si tu descripción coincide para saber si estás intentando verte a ti mismo o a otra persona, y si no eres tú, no te lo conceden por temas de privacidad. Así que aquí no había mucho que hacer. Pero tuve una idea.
Tras comerme muchísimo la cabeza, decidí dar un paso arriesgado. En el edificio donde vivía había un conserje que se encargaba de arreglos, mirar los contadores, arreglar cosas que se rompían en los pisos o en las zonas comunes y cosas así. Estaba contratado por la empresa que alquilaba los pisos del edificio entero. El hombre, ya un poco mayor, era bastante campechano y muy majo y siempre tuve buena relación con él, charlaba por las mañanas o al volver del trabajo cuando me lo encontraba. Pues decidí ir un buen día a donde él estaba y contarle que me había ido de viaje y había dejado una persona con las llaves para que cerrara, dejara la llave en el buzón, pero que tenía sospechas de que esa persona pudiera haber hecho algo raro en mi piso. Le pregunté si era posible echar un vistazo a las grabaciones de las cámaras de seguridad. Yo me esperaba un no porque aquello evidentemente era un delito, pero para mi sorpresa, el hombre no quiso hacerme el feo y me dijo: “Mira, por ley yo no te puedo dejar hacer eso porque nos metemos en un lío, pero si quieres, ven mañana temprano a primera hora, sobre las 8 cuando yo empiezo a trabajar, bajamos al sótano donde están los ordenadores que controlan las cámaras del edificio, te dejo unos 30 minutos y luego nos vamos, pero que sepas que eso nunca ha ocurrido y tú nunca has visto esas grabaciones”. Yo le dije que muchísimas gracias y que al día siguiente estaría allí. Y así fue. Esa noche recuerdo que no dormí muy bien por los nervios, pensando en qué me iba a encontrar al día siguiente… A la mañana siguiente llego y el hombre cogió las llaves y me llevó al sótano. Una vez delante del ordenador, tardé un rato en entender cómo funcionaba aquel programa, que por cierto el que lo hiciera se debió de quedar bastante a gusto con la mierda de programa que hizo y lo poco lógico e intuitivo que era (“soy programador”). Cuando conseguí comprender como usar aquél programa, fui directamente al día y hora que me fui de viaje y empecé a mirar la grabación de la entrada del edificio, avanzando rápido y parando cuando se veía a alguien. Lo que aquel día vi en aquella grabación, me dejó en un estado de shock total y me hizo darme cuenta de que me había metido en un rollo bastante chungo. Atención a lo que viene…
Voy al día que salgo de viaje, a las 6:30 de la mañana se ve que salgo del edificio con mi maleta. ZORRA debía quedarse durmiendo hasta la hora de irse a trabajar, que ese día me dijo que empezaba a las 10 de la mañana. Sin embargo, en la grabación se aprecia claramente que a las 6:50, 20 minutos después de que yo me fuera, ella baja a la entrada del edificio con su bolsa, saca un teléfono, escribe durante un rato (para enviar un mensaje), lo vuelve a guardar, abre la puerta y sale del edificio (sin dejar nada en los buzones, que estaban al lado). El teléfono era otro distinto pues la app espía, que todavía funcionaba, no había registrado ninguna actividad a esa hora (posiblemente ella ya lo sabía y por eso usaba otro teléfono). Aquello me puso de muy mala hostia y ya sólo quería enfrentarme a ella y decirle que a qué cojones había estado jugando.
Lo mejor viene después. Al cabo de un rato, sobre una hora después o así, ya había amanecido, llega un tipo con pinta rara y se para en la puerta, por fuera. Llevaba una chaqueta de estas con gorro, que le cubría la cabeza y no dejaba ver bien su cara. Se esperó en la puerta como unos 15 minutos hasta que alguien salió del edificio y entonces él entro. Sospecho que ese tío tenía la llave de mi piso. La llave de la calle es de estas de contacto magnético y a ZORRA no se la dejé porque no la necesitaba (la del piso sí, porque la puerta había que cerrarla por fuera con la llave). Ese tío fijo que tenía la llave de mi piso, pero no la de la calle, de ahí que tuviera que esperar fuera a que alguien saliera para él poder entrar. Al ser un edificio grande de unos 100 pisos y haber tanta gente nadie sospecharía nada, de hecho yo casi nunca veo a las misma personas.
Al cabo de un rato, el tipo vuelve a bajar y se espera en el recibidor del edificio durante un rato, sin hacer nada. En esto llegan 3 personas más y entonces él abre la puerta y sale y las otras 3 entran. De nuevo, estos 3 tienen pintas raras. Era una chica que entra mirando hacia el suelo, un chico mirando hacia los buzones (el lado opuesto a la cámara de seguridad) y otro tío más también con chaqueta con gorro puesto con un carrito con una caja de plástico tapada con algo que no se veía lo que había, sólo recuerdo que se veía una forma redondeada que me recordaba a las botellas estas redondas que se usan en los laboratorios de química (esto lo pensé después).
Después de esto, veo que, ATENCIÓN………… ZORRA vuelve a bajar al recibidor (SIN HABER VUELTO A ENTRAR ANTES AL EDIFICIO), pero esta vez ¡LLEVANDO UNA ROPA DISTINTA A LA DE LA PRIMERA VEZ! ¡Me cago en su puta madre! Esto me dejó rotodísimo. Tras mucho pensarlo, la única explicación es que alguno de los otros tipos raros debió abrirle desde dentro una puerta trasera que tiene el edificio, ella entraría por ahí, haría algo en mi piso y se cambiaría de ropa antes de salir. ¿Por qué? Porque las grabaciones de seguridad no tienen mucha calidad y a menos que conozcas a la persona, si lleva otra ropa puede parecer otra persona. Evidentemente, ZORRA quería intentar pasar desapercibida en las grabaciones de seguridad.
Por último, y aquí lo mejor, al rato después, ZORRA llega otra vez al edificio por fuera, toca un timbre y la puerta de la calle se abre para que ella entre (CON OTRA ROPA DISTINTA UNA VEZ MÁS), deje la llave en el buzón y vuelva a salir para irse (probablemente hizo una copia de la llave del piso). Pero, ¿cómo coño se abrió la puerta de la calle? La única opción es usar la llave magnética que abre la puerta al acercarla al detector (yo no le dejé ninguna copia de esa llave) o que alguien en mi piso le abra la puerta para que entre. Evidentemente, el día que me fui hubo alguien en mi piso, y puede que el resto del tiempo también. ¿Haciendo qué? No lo sé, pero lo que estaba claro es que ZORRA había salido 3 veces del edificio con ropas distintas, hubo alguien en mi piso y había estado haciendo algo raro.
El conserje se quedó boquiabierto al ver la grabación, igual que yo. Le di mis más sinceras gracias y le dije que no se preocupara, que yo no había estado nunca allí.
No tengo ni puta idea de qué coño pasó en mi piso, sólo teorías paranoicas, pero fuera lo que fuera, está claro que ZORRA se traía algo serio entre manos y yo ya no quería saber qué era. Evidentemente, ella y sus amigos habían elaborado un plan bien pensado y elaborado de antemano. ZORRA no era sólo una escort, estaba haciendo algo en mi piso y yo ya tenía muy claro que la iba a mandar a la mierda y no la iba a ver nunca más. No tenía necesidad de estos rollos chungos.
Tras mucho pensarlo, lo único con sentido es que ZORRA hubiera estado usando mi piso para sintetizar algún tipo de drogas o algo parecido. El hecho de que ZORRA se parara en la calle misteriosa cerca de casa durante 10 minutos antes de llegar a mi casa, podría ser porque era el lugar donde recogía la mercancía que más tarde escondería en mi piso. Tras pensar esto, me cagué encima de pensar que podría haber un buen alijo de droga escondido en mi piso. Si era así, evidentemente ZORRA no se iba a marchar como si nada dejando miles de euros de droga escondida en mi piso, ella iba a querer recuperarla, así que tenía que asegurarme que mi piso estaba limpio.
Y aquí empezó uno de los momentos más estresantes. Empecé a registrar mi piso de arriba abajo. Miré debajo de la cama, miré si el colchón tenía signos raros, detrás de muebles, de armarios, levanté moquetas (sí, como suena), desmonté un montón de muebles, también muebles de la cocina (joder cómo trabajé), el extractor de humo, y la parte peor fue el aseo, desmonté la parte lateral de la bañera, la cisterna del váter, la falsa pared por donde pasan las tuberías, desmonté hasta todos y cada uno de los putos enchufes de mi piso. De verdad que miré hasta el último rincón, me pasé todo el fin de semana entero, sábado y domingo, desmontando y montando para asegurarme de que no había nada raro en mi piso. Al no haber encontrado nada, me tumbé en el sofá pensando: “¿Se me está yendo la cabeza? ¿Me he vuelto loco perdido y soy un obseso perturbado?” y así como, mientras estaba tumbado en el sofá pensativo y mirando al techo dije: “Coño, mi piso tiene falso techo”. Saqué unos cuantos ojos de buey y vi que así era, tenía falso techo, pero el agujero era muy pequeño para poder pasar mi manaza (aunque la de una mujer delgada como ZORRA podía caber bien). Saqué todos los ojos de buey, uno por uno, y metí el teléfono atado con cinta aislante a una espátula de cocina. Lo metía grabando en modo video con el flash, giraba 360 grados, y al sacarlo miraba el vídeo. Desmonté todos los ojos de buey, de cocina, comedor, pasillo, aseo y habitación. No encontré absolutamente nada. El piso parecía estar limpio, lo cual fue un alivio.
Pero encontré algo que me llamó la atención. Parece que cuando se pone un falso techo se suele poner (así lo había en mi piso) una especie de esponja con un polvillo blanco (que descubrí que es amianto) y ese polvillo no prende fuego y sirve para evitar incendios o que se prenda fuego por el calor de los ojos de buey. En uno de los ojos de buey de la cocina vi que esa esponja estaba retirada al fondo, como si la hubieran empujado hacia atrás para hacer espacio. En ese ojo de buey en particular, al sacarlo no se veía esponja por ningún lado, pero al mirar el vídeo que grabé en él, se veía que la esponja estaba replegada como si la hubieran empujado para hacer un hueco alrededor del agujero del ojo de buey. Ese espacio era suficiente para esconder ahí botecitos o bolsitas o cualquier otra mierda. Miré y remiré bien, con varios videos con flash, y no había nada, pero tenía pinta que ahí se había hecho algo más que cambiar un ojo de buey. Era evidente pues la esponja la habían empujado como un metro hacia atrás.
Sospecho que ese hueco es donde ZORRA y sus amigos pudieron haber escondido la droga tras haberla sintetizado, o donde ZORRA iba almacenado los ingredientes para sintetizar la droga hasta el día de la fabriación, y luego se lo llevaron todo.
En ese momento recordé que una mañana, cuando yo todavía no sospechaba nada, que al despertarme ZORRA no estaba en la cama, estaba en la cocina y oí algunos ruidos, pero al moverme ella se dio cuenta de que me había despertado y entonces oí un golpe seco (que podría haber sido colocando el ojo de buey a toda prisa) y oí como arrastró una silla de la cocina. Probablemente estaba escondiendo algo ahí y al oír que me desperté se dio prisa en terminar por si la veía y con las prisas dio los golpes que yo oí. Luego volvió a la cama algo alterada (desde la cocina, claramente) y le dije que qué estaba haciendo. Su respuesta fue que estaba en el aseo. En ese momento pensé que igual me había confundido, intenté decirle algo más pero recuerdo como un dolor, que intenté decirle algo pero no pude, y luego una sensación de relajación y me quedé dormido. No sé qué pasó ahí, pero mi teoría es que si era verdad que su madre era enfermera en el hospital como ella decía, podría estar toda la familia compinchada y ella tendría anestesias o alguna mierda y me ponía a dormir por las noches mientras hacía de las suyas.
Como podéis ver, toda la historia está llena de paranoias y la verdad es que tuve serias crisis pensando que empezaba a tener obsesiones o trastornos mentales. Pero después de todo lo que viví, y después de analizar todos y cada uno de los detalles, creo que estas teorías son las únicas que pueden hacer encajar todas las piezas del puzzle y dar una explicación a todas las cosas raras que observé.
10) Otros indicios raros de ZORRA
Hay muchos detalles que he omitido en mi explicación de los hechos para no hacerlo todavía más largo, pero hay algunos más que creo que es interesante mencionar aquí:
Algunas veces hablamos sobre nuestras relaciones anteriores, y al hablar varias veces sobre ello con varios meses de separación encontré contradicciones en lo que decía, en las duraciones de sus relaciones y sus novios. La primera vez que hubo contradicciones pensé que igual estaba confundido y no lo recordaba bien, pero tomé nota y la segunda vez era evidente que estaba mintiendo. Además me dijo que con su primer novio no folló y que tuvo un novio negro que la tenía pequeña. También me dijo que sólo se había acostado con 3 hombres. Ahora lo pienso y digo, joder, es que encima se reía en mi cara.
Siempre evitaba cualquier cosa que pudiera relacionarla conmigo públicamente. Por ejemplo, en mi piso nunca me dejó hacerle fotos porque decía que no le gustaban las fotos (pero su Facebook estaba lleno de fotos). Para su cumpleaños le regalé un sombrero que le gustaba, le intenté hacer una foto con él, y se mostró muy incómoda y llegó a poner la mano tapando su cara. Supongo que no quería nada que demostrara que ella había estado en mi piso. De hecho, muchas veces le envié por email fotos que tomaba de los dos, y entrando a su correo vi que las eliminaba todas, excepto unas que le hice en mi piso (porque esas le preocupaban más). Una vez que fuimos a un evento público en la calle hice fotos y las subí a mi Facebook. Antes de hacerle las fotos se puso las gafas y cuando las subí a Facebook la etiqueté, pero ella no aceptó la etiqueta (lo tenía configurado para aprobarlo ella primero) así que nadie de sus amigos podía ver las fotos que yo subí. Como éstas, hubo mil cosas parecidas donde el único factor común era evitar cualquier evidencia que la pudiera relacionar conmigo o con mi piso. Hoy, más de un año después de todo aquello, he vuelto a entrar a su correo electrónico (no ha cambiado la contraseña) y sigue teniendo esos correos con esas fotos en particular, lo cual me acojona un poco pero bueno todavía estoy vivo así que no creo que pase nada.
En los contactos de su teléfono, que pude ver con la app espía, el número de su padre aparecía como “Dad”, pero el de su madre aparecía con el nombre de pila real de la madre. ¿Quién guarda el teléfono de su madre con el nombre de pila, en lugar de “mamá”? ¿Por qué para su padre usa Dad pero para su madre usa el nombre de pila? Mi conclusión es que no eran su madre o su padre, eran algunos de sus compinches, y si alguien le espiaba el teléfono, parecería una conversación con su padre o madre.
Nunca usaba Whatsapp, supongo que es porque no está encriptado y es posible leer las conversaciones si sabes cómo. Sólo usaba mensajes de texto, y sus conversaciones, en su inmensa mayoría, carecían de sentido alguno. Eran conversaciones incompletas o hablando de temas aparentemente absurdos. Por ejemplo, sin venir a cuento enviar un mensaje diciendo “Estoy aquí” sin nada más, o “Voy el lunes a que me hagan la prueba de la cámara” y ninguna respuesta y cosas por el estilo. Durante un viaje que hizo con amigos a un festival de música, no hubo actividad ninguna en el teléfono, ni dónde estáis, ni ya hemos llegado, ni esto ni lo otro. Sólo mensajes a mí para contarme los grupos que había visto en el festival… Mi conclusión es que esos mensajes era alguna clave para comunicarse con sus amigos traficantes mientras hacían sus cosas.
Algunas noches llegaba exhausta y a la hora del sexo me decía que llevara cuidado que ahí abajo lo tenía muy sensible. Claro, porque por lo menos se había trajinado a 10 tíos ese día. El día que más claro fue, fue un día que era festivo, que imagino que tendría 20 clientes o a saber... Tiempo después de mandarla a fregar me hice pruebas de ETS y salió todo bien, por suerte. La idea de haberle comido el coño a una puta me da escalofríos, pero por suerte no tengo nada.
Muchas veces, cuando no podía quedar, me daba explicaciones largas y detalladas de todo lo que había pasado y por qué no había podido quedar, sin yo preguntarle nada ni haberle pedido ninguna explicación. Esto suele ser un claro indicador de cuando alguien está mintiendo.
Hay algunas más pero imagino que queréis saber cómo acabó toda la historia.
11) Mando a fregar a ZORRA y fin de la historia
A los pocos días de haber vuelto de mi viaje de trabajo, de haber puesto patas arriba mi piso y haber visto las grabaciones de seguridad, decidí que ya era el fin de la historia. No tenía ningún interés en saber nada más y sólo quería mandar a fregar a zorra y seguir con mi vida.
Lo primero que hice fue llamar a mi amiga de confianza que he mencionado antes varias veces para que se quedara en el piso mientras yo iba al centro de la ciudad a comprar una cerradura nueva para la puerta, porque era muy probable que la mañana que ZORRA salió varias veces de mi piso hiciera una copia de la llave. Compré la más cara que encontré, casi 100 euros el puto bombín, que alguien que sepa lo abre igual pero al menos espero que le cueste, y si no son expertos al ser una cerradura distinta no podrán entrar. Al volver la cambié y listo.
Ahora había que pensar qué decirle y cómo decírselo. Por un momento pensé en contarle que lo sabía todo, enseñarle las múltiples pruebas que tenía de sus mentiras y decirle que quién coño se creía que era para utilizarme a mí y mi piso de esa forma, para meterme en un lío por drogas en la cárcel y joderme la vida de esa manera. Pero pensándolo de nuevo, evidentemente aquello no era muy sensato porque si todas mis teorías eran correctas, evidentemente ella no estaba sola en esto y la gente que se dedica a las drogas y a historias del estilo no creo que tenga muchos problemas en pegarte un tiro y quitarte de en medio tranquilamente. Me jodía que me tomaran por tonto (aunque puede que a fin de cuentas lo hubiera sido por no haber terminado cuando vi la primera sospecha), pero ella sabía dónde trabajo y sabía mucho de mí. Decidí que lo más sensato era inventar una excusa y adiós muy buenas.
Llegó el primer día que la volví a ver tras mi vuelta del viaje de trabajo. Íbamos a planear qué hacer durante la semana de vacaciones en Mallorca qu
pues esta interesante que te cagas la historia, pero el final esta recortao, no cuenta que excusa le puso para dejarla!!
#9290 ya que interesa y veo que no tienes cuenta te dejo el final (como la deja es top, tal y como hacen muchas de ellas con excusas baratas y argumentos de parbulario).
Llegó el primer día que la volví a ver tras mi vuelta del viaje de trabajo. Íbamos a planear qué hacer durante la semana de vacaciones en Mallorca que estaba al caer… Cuando venía, se volvió a parar sus 10 minutos de rigor en la calle cercana a mi casa donde no hay nada [EDITO: Esto es un error, ya está explicado, la app ya no funcionaba pero lo di por hecho al verla llegar con una bolsa pesada], y luego llegó a mi piso con una bolsa aparentemente bastante pesada (me cagué un poco pensando que ahí podría haber 10 kilos de cualquier droga y varias decenas de miles de libras, pero no tuve curiosidad por preguntar qué llevaba dentro).
Le dije que se sentara en el sofá, que teníamos que hablar. Su cara aquí cambió. Creo que a continuación disfruté uno de los mejores momentos de mi vida, EL MOMENTO DE DEJAR A UNA MUJER USANDO LAS EXCUSAS DE MIERDA QUE ELLAS MISMAS UTILIZAN PARA DEJAR A LOS HOMBRES. Le dije que la relación ya no era como al principio, que habíamos cambiado, que ya no existía esa complicidad en nuestros besos y otras gilipolleces más que yo mismo intentaba aguantarme la risa mientras lo decía. Le dije que no me gustaba que siempre quedáramos cuando ella quería, no cuando yo quería, que no me prestaba atención, que me tenía abandonado y empezaba a sentirme inseguro y no sabía si de verdad ella sentía lo mismo por mí, y que lo mejor para los dos era darnos un tiempo para reflexionar y ver si de verdad nos necesitábamos. Por un momento me pregunté cómo coño las tías tienen las santas narices de decir todas esas mierdas para acabar una relación y quedarse tan tranquilas como si fuera verdad… Yo lo hice y es que ni yo mismo me podía creer cómo de ridículo suena todo eso mientras lo estaba diciendo. Tras un poco de tira y afloja y de insistir por su parte, que si las vacaciones ayudarían a que la relación se desarrollara y otras gilipolleces más, le dije que me dejara pensarlo.
Su primera pregunta fue por el viaje y al decirle que lo iba a cancelar me dijo que quería el dinero, tardó poco la muy ZORRA en interesarse por el dinero. Le dije que se lo iba a devolver, que no se preocupara (si eran traficantes de drogas prefiero darles el puto dinero y que me dejen tranquilos, gracias a dios gano bastante bien).
Se fue a casa y al día siguiente le devolví sus 700 libras del viaje, me confirmó que las había recibido (me borró de su Facebook en cero coma) y desde ese día hasta hoy no he vuelto a saber nada de ella y espero que nunca más vuelva a verla. Sigo pudiendo acceder a su Facebook y su correo y veo que agrega a nuevos tíos, puede que nuevos pringados a los que usar como yo, pero mejor mantenerme al margen. Lo siento por ellos, pero mi vida y mi tranquilidad es lo primero y no quiero problemas.
Llegué a pensar en enviar detalles a la policía anónimamente, su coche, su matrícula, la calle donde parecía que recogía la mercancía, y que algún día la pillaran por sorpresa con el coche lleno de “chucherías”. Pero si de verdad había estado traficando con drogas seguro que en mi piso habría restos que se podrían detectar, así que decidí no hacer nada y mantenerme al margen.
Que el karma haga su función, y si existe cielo e infierno, ella ya sabe dónde hay una plaza esperándola.
Por lo que respecta al viaje, intenté cancelarlo pero perdía la mayor parte del dinero del viaje (más de mil de las 1400 libras que había pagado). ¿Qué hice? Se lo dije a mi amiga de confianza, la que me había ayudado durante esta historia cuando lo había necesitado. Yo pagué el coste de cambiar el nombre de la reserva (vuelo, hotel, etc.) y ella pagó su mitad (bueno, todavía me debe un poco pues no va muy sobrada de dinero y me lo va pagando cuando puede, yo tampoco tengo prisas). Se pidió unos días libres en el trabajo para las fechas de las vacaciones y nos pegamos una semana de vacaciones en Mallorca en un resort muy bueno por cierto, con la historia ésta que te incluye las 3 comidas del día y puedes estar todo el día bebiendo cócteles hasta explotar. Además tengo un primo en Mallorca, que fui a visitar, y me dejó uno de sus coches durante la semana que estuve allí sin cobrarme un céntimo y con el coche visitamos la isla – grande mi primo. Y por supuesto, como no, fui a visitar el lugar donde Chopin (el verdadero Chopin, no yo) estuvo viviendo cuando estuvo en Mallorca y pude ver en persona su piano, sus escritos y varias cosas que me emocionaron mucho la verdad. En definitiva, fueron unas vacaciones de puta madre con una buena amiga que ahí quedan en el recuerdo.
¿Qué conclusiones saco de toda esta historia? Pues no muchas, ni muy buenas, la verdad. Esta historia me ha hecho ser más precavido de lo que siempre he sido porque pude vivir y comprobar yo mismo que la realidad a veces supera la ficción, pero joder, qué cierto es… Al final todo salió bien, pero en el peor de los casos podría haber acabado en la cárcel o a saber. Intentando mirar el lado positivo, si ZORRA de verdad era escort tal y como parece ser que así era, al menos me la estuve follando gratis (sin pagar las 120 libras por hora que ponía en su perfil). Desde ese punto de vista, al final acabé ganando muuuuucho dinero, jejeje.
Moraleja: No os fieis de las mujeres, ya sabéis, TDS PTS - y algunas, además, traficantes
Resumen de la post fiesta:
- Me quedo sobado en el sofá a las 7
- Mi madre me despierta a las 9 y me voy a la cama (ni me acuerdo de esto)
- Me despierta mi madre otra vez a las 15:00 para comer hehe
- No puedo ni abrir los ojos (pienso q era por el cigazo que me había pillado, que también)
- Pone mi madre saber y ganar, y yo pensando: ostias veo dpm jaj de tanto beber se me ha ido la miopía
- Vuelvo al mundo real y seguía con las lentillas puestas
Jajaja parece una historia sacada de las pelis de A3 de un sabado/domingo a la hora de comer xDD
Sinceramente no entiendo como tardó tanto en enterarse que era una scort, simplemente mirando su móvil o su armario ya puedes sospechar mucho, pero se ve que era SCORT y Agente 007 a la vez jejeje
y la forma de dejarla me parece demasiado buff cuando le podía haber puteado algo mas después de engañarle de esa forma jeje