Es curioso el brutal lavado de cerebro. Y espanta pensar que ese lavado de cerebro funciona, no solo para el caso del tabaco y otros muy similares, sino que funciona en todo, gracias a los santísimos medios de comunicación, la santa propaganda de las instituciones y EL SANTO ECO DE TANTO ADICTO A ESTAS MISMAS SECTAS -la televisión entre ellas, al menos en el uso que se le está dando desde hace tanto tiempo, qué decir del que se le da desde hace un par de años, gracias al PP en el gobierno-, cuya opinión es, lógicamente, la del gran hermano de turno, porque el 'pan de la adicción' les produce la sensación de que tienen la barriga de la razón llena, y por lo tanto, que no tienen que llenar su intelecto y su capacidad reflexiva con, entre otros preciosos instrumentos, libros y reflexión; pensar no está prohibido, al menos, no de momento. Por otra parte -y al escribir esto probablemente pierda la ocasión de intervenir en el foro, pero escribir sin decir lo que quiero carece de sentido, hay otros foros-, si los fumadores fumáramos tabaco sin más, sin duda, el peligro para la salud que supone fumar, qué decir si con alguna prudencia, andaría muy, pero muy por debajo, de mil cosas existentes que matan tanto o más, y sobre todo que matan más seguro para quienes nos las administran. Por ejemplo, estar sin trabajo, alimentarse mal los niños (por causas ajenas a sus padres), pasar hambre los padres o quien sea, carecer de casa porque el banco ha procedido, o va a proceder contra uno, los abuelos abandonados a su suerte, sin ayuda o asistencia alguna, la escuela pública desmantelada, las listas de meses de la SS para que nos intervengan, incluso de dolencias graves, qué decir de las que 'solo' nos hacen malvivir, sentir dolor, etc., etc. Y sin olvidar que el fascismo, o el pensar solo en uno y a los demás que les den, mata siempre, al que padece la enfermedad y al prójimo que tiene que sufrirlo. El resto de lo que quería decir lo ha hecho otra persona. Gracias, TERMINAL.