Mi diario de Entrenamiento Pugilístico 2019

Hoy vamos a dividir el entrenamiento en varios post, que hay muuucho que describir, para que sea fácil de leer y de seguir.

Entrenamiento 9 de Enero

Antes de ir al gimnasio, a media tarde, sentía un dolor inmenso en varios callos que me han salido en los pies, y le he enviado un mensaje a mi entrenador diciéndole que hoy estaba dolorido del pie y medio cojo, pero que tenía muchas ganas de ir a entrenar y me disculpaba de antemano por no poder moverme tal y como me gustaría.

Y para entrenar me puse hoy las zapatillas de correr y unos calcetines gruesos, que al tener acolchado delantero las zapatillas, pues me amortiguaba algo el dolor de pies.

Al llegar empecé saltando 4 rounds de comba, pero alternaba entre diferentes estilos de saltos para no forzar demasiado ninguna parte del pie en concreto.

Después hice un round de tocar el hombro al compañero, y otro segundo round tocando hombros y rodillas, y entre ambos round mi entrenador me dijo:

• Te duele mucho el pie derecho, no?

• Se me nota? Pero no te preocupes, conforme empiece a boxear enseguida me olvido de los dolores y podré moverme mejor.

Y tras ello, nos pusimos los guantes e hicimos tres rounds de sombra, dónde, como me costaba despegar la punta del pie trasero del suelo, me centré en golpear directos con pasos cortos y rectos.

Al terminar, nos dijo que nos pusiéramos el bucal y el casco, y a mi compañero le puso el peto que le protegia el cuerpo.

• Muy bien, primero tres rounds cada uno. En el primer round Miguel sólo te pega al cuerpo, y tú sólo le puedes pegar en la cara y la cabeza.

• Miguel, tú pegale sin miedo, que va con el arnés y está protegido de tus golpes. Pegas al cuerpo y esquivas y defiendes sus golpes mientras os movéis por el ring. Vale?

• Empezad!

Hace ya casi dos meses desde que me compré el casco, y desde entonces sólo me lo había puesto una vez. Y entre el protector bucal y el casco, tras un par de minutos empece a sentir que me asfixiaba de calor mientras boxeaba y notaba como apenas tenía fuerzas para golpear y perdía gran parte de mi energía sudando sin parar.

De modo que en el primer round, mi compañero empezó lanzándome directos y golpes a la cara, y al principio yo no podía hacer mucho, golpeaba al cuerpo sin apenas fuerza y como podía sintiendo enormemente el dolor en mis pies, por lo que apenas podía desplazarme tal y como quería. Me centré en desviar sus golpes y en conectar golpes rectos a su abdomen mientras mi entrenador me gritaba diferentes maniobras, que en ese momento mi cuerpo y la asfixia no me permitía ni hacer con eficacia.

Y escuché a mi entrenador decirme:

• Venga Miguel, que son esos golpes de nena? Pégale con todas tus ganas, que con el peto no los va a sentir!

Terminó el round y fui a secarme con la toalla, pues por la presión del casco tenía la frente ardiendo y chorreando de sudor.

"Uff, me siento asfixiado con el casco. Que diferencia boxear con él... Me tocará acostumbrarme a llevarlo."

En el segundo round, había que hacerlo igual, con mi compañero con el peto, pero durante el combate mi compañero levantaba las manos avisándome, y tenía que parar lo que estuviese haciendo para lanzar una lluvia de 4 golpes a sus manos.

En este segundo round, ya me notaba menos asfixiado por el casco, y el dolor de pies apenas lo sentía ya. De modo que al empezar el round me lancé a la ofensiva y notaba que ya había recuperado la fuerza en mis golpes, y como mi compañero me decía que le pegase más fuerte sin miedo porque no le dolían nada los golpes con el peto, empecé a sentirme de nuevo lleno de poder y energía y contratacando a sus golpes ejecuté varios ganchos al cuerpo que sentía ya con mi fuerza usual.

• Si que duelen, si que duelen! No me pegues tan fuerte!

• Eeeeh? No te estoy golpendo bien en el peto?

• Si que están dando todos en el peto, pero aún así ahora noto que me duelen mucho tus golpes con él puesto. Para un poco.

Me disculpé ante él, y seguí boxeando a un ritmo más calmado e intentando pegarle ganchos "más flojitos" trabajando sobretodo la técnica de defensa y la correcta colocación de cadera en los ganchos. Y al acabar el round le dije:

• Pues el entrenador dijo que pego como una niña, dile que realmente te duelen los golpes o no voy a poder golpear más como él quiere.

De modo que le dijimos que los golpes le dolían pese al peto y qué es lo que podríamos hacer, y nos contestó:

• Eso es porque le hemos dicho que pega como una niña y Miguel se ha enfadado y ahora ya no hay ni peto que detenga sus golpes. Jajaja

Y comenzamos el tercer round, que consistía en que se quedaba él en una esquina y yo únicamente le golpeaba al peto mientras él me lanzaba de ve en cuando crochets que tenía que esquivar pasando por debajo y contraatacando con uno mío de la mano contraria.

• Lo de la niña lo dijo el entrenador para picarte y motivarte, tú ni caso que tus golpes de ahora me hacían daño con el peto.

• Así que controlate un poco. Y procura no pegarme tan fuerte, que duele mucho.

Para el tercer round, apenas notaba ya el calor asfixiante del casco ni el dolor de pies, y comencé a golpear al cuerpo "flojito" (lo pongo entre comillas porque me sigue costando a veces reducir la fuerza, y algún golpe "normal" se me escapaba >_>) , y sobretodo muy atento a sus crochets para contratacar.

Al acabar ese round nos cambiamos el peto y en los tres siguientes era yo el que lo llevaría.