Hilo, guía y galería de teclados - BETA

Estoy escribiendo ahora mismo el teclado Leopold FC980C que pedí el otro día. He leído muchos comentarios de usuarios que afirman que hace falta un periodo de adaptación de una semana como mínimo para apreciar la calidad de estos mecanismos, así que me lo voy a tomar con calma y no dejarme llevar por mi habitual costumbre de decepcionarme o de creer haberme equivocado, como casi siempre me pasa cuando pruebo un periférico nuevo.

Visualmente y de acabado, perfecto, al igual que todo lo que hace Leopold, con este layout 1800 al que me he acostumbrado en los últimos años y que me encanta. Las teclas modificadoras quizás son demasiado oscuras pero era algo que ya sabía de antemano. Las keycaps tienen un textura algo más rugosa que la del modelo con cherries, lo cual es bueno. Sin embargo, he apreciado algunas ligeras imperfecciones en la parte superior de algunas de ellas como en la barra espaciadora y el backspace, aunque hay que fijarse para darse cuenta. Las keycaps son algo más finas que las de los modelos con Cherries. La oscilación sobre el interruptor es igual de pequeña en ambos casos. Las leyendas son elegantes y definidas. La pulsación de las teclas no me pilla muy de sorpresa, pues tuve la oportunidad de probar el mecanismo topre en un switch tester. Sin duda, es una experiencia única y casi totalmente opuesta a la de mi FC980M con blacks. Se puede decir que es como un teclado de membrana con más recorrido y muy muy suave. Sin embargo, tampoco es mucho más suave que mis blacks retooled en el FC980M. Para los que no conozcáis los topre, digamos que tienen oposición inicial a la fuerza de presión de la tecla, lo mismo que un teclado de membrana. Y no hay mucho más misterio. Este tacto hace que la experiencia de tecleo sea muy diferente a la de mis switches lineales. En estos se puede hacer un tecleo fluido mientras que la gran tactilidad del topre hace que tecleo sea mucho más de impacto. En cuanto a rendimiento voy un poco peor de momento por la falta de costumbre. En precisión más o menos igual. Como nota curiosa, confirmo la apreciación de que la primera fila (la de las teclas de función) se nota con algo menos de peso que el resto. Ya había leído algo sobre eso por los foros. El sonido lo esperaba un poco más glamuroso. Es más grave y seco que el de mi blacks, pero el thock famoso no es para tanto. Son sonidos diferentes pero no veo que el de estos topre sea más placentero que el de los blacks (al menos los del Leopold con teclas PBT gruesas). Lo peor es el sonido de algunas teclas largas, algo diferente al resto. Mientras que esperaba que la espaciadora fuera la problemática, no es así y suena grave y sin cosas raras. Sin embargo, la tecla de backspace sí suena algo más aguda y vacía. En el enter también se nota. En otras largas no pasa eso. El tacto de las teclas largas, por otro lado, es perfecto, sin apreciarse ninguna diferencia con respecto a las demás, cosa que sí ocurre en el FC980M (los estabilizadores Cherry, aun siendo modelos modificados en los Leopold, hacen que las teclas se noten algo más mullidas). En el teclado con topres la única tecla que se siente una chispa rasposa es la barra espaciadora. También, la noto algo dura de más. Por cierto, lo primero que he hecho ha sido extraerla y ponerla al revés para mejorar la ergonomía. Decepciona un poco que no vengan teclas extra como ocurría con los modelos con Cherries. Sin embargo, sí viene la práctica tapadera de plástico para el polvo. Las instrucciones, como es costumbre, en koreano.

En definitiva, se trata de un teclado que conviene probar por lo diferente que es. ¿Merece la pena pagar 250€ por él? De momento diría que no. Quizás dentro de un tiempo me sea imposible vivir sin él. ¿Quién sabe? Calidad tiene, como todo lo que hace Leopold. Simplemente de momento no veo mucho el efecto WOW de los topre del que todo el mundo habla, quizás por las expectativas y por haberme acostumbrado mucho a escribir con los blacks. Será curioso ir alternando entre ambos modelos y ver cómo cambia mi apreciación con el tiempo y la costumbre del uso.