Tus amigos decían que no ibas a terminar bien, que ibas a fracasar. Decían que mudarte a Night City no era buena idea. Ahora ellos están muertos y tú te alegras de lo que les ha pasado.
Llaman a la puerta con intensidad. Estás en silencio, así que no pueden ser los vecinos que viven arriba. Decides ir a abrir la puerta, pero cuando la abres no hay nadie. Tan sólo una bolsa en llamas.
Tus reflejos te hacen apagar la bolsa a patadas y poco después te das cuenta de que dentro de la bolsa había mierda. Sí, te han gastado la broma más vieja del mundo unos niñatos.
Hueles a excremento que da gusto, tus queridísimas botas están hechas un asco y encima hoy era el día en el que ibas a empezar tu andadura por Night City. Me refiero a tu andadura con buen pié, ya llevas en esta ciudad un tiempo, pero la verdad es que no has hecho nada fuera de lo común.
Hasta ahora te has dedicado a traficar con droga, traficar con ciberimplantes usados, traficar con armas viejas, traficar con otros traficantes... nada importante, supervivencia.
Has hecho tus pinitos. Los suficientes como para que la policía no pase de ti, enhorabuena imbécil. De hecho, la policía no pasa de nadie en Night City. Pero los putos pandilleros tienen a todo el mundo amargado.
Claro que, a las multinacionales les importa menos que la capacidad de disco duro que tenga tu terminal.
No paran de llegarte publicidad a tu buzón electrónico y correo que ni te molestas en mirar.
Hoy era el día en el que ibas a ir a una entrevista de trabajo, hasta te iban a dar un adelanto de tu sueldo, sin trabajar ni un puto día.
Mírate, lleno de mierda hasta las rodillas, humillado por unos niños. Eres un inútil, ya es hora de que hagas algo con tu vida, ¿no crees soplapollas?
Capítulo 1, tu llegada a Night City.
No eres bienvenido.
Más info: Próximamente.