Sin tiempo ni siquiera para hacerse con una PlayStation 5 o Xbox Series X, Kentucky Fried Chicken ha desvelado el futuro de las consolas.
En la próxima generación, los SSD ultrarrápidos y la tecnología háptica ya son cosas del pasado: lo que realmente vende sistemas es aprovechar el calor generado por los componentes para mantener caliente el pollo frito mientras jugamos supuestamente a 4K y 240 fps.
Parece de coña, pero la web de la KFConsole da demasiados detalles como para que sea solo una broma. Según CoolerMaster, la caja será una NC100 personalizada y dentro llevará un Intel Nuc 9 Extreme, dos SSD de 1 TB de Seagate (un Firecuda y un Barracuda) y una tarjeta gráfica Asus de modelo desconocido.