Pues veamos:
El revenue de la división de juegos de Sony es más grande que la de Xbox y Activision juntas:
De esos 8.1B que facturó Activision en 2020, 1.9B fueron de Call of Duty, por lo que se puede establecer que CoD supone un 25%-30% de la facturación de Activision.
De aquí partimos de la base de que CoD es el activo de Activision que más puede afectar a PS5 ya que el resto de productos de la marca o no están presentes en la consola de Sony o su presencia es mínima.
Partimos también de la base de que un grueso de los ingresos generados por CoD forman parte de Warzone, que es un juego que jamás va a abandonar PS5 y que cada día va secuestrando más fans de los CoDs anuales.
Que CoD abandone PS supone un duro golpe porque es una saga muy importante, pero a nivel de facturación, mirando los números, Sony no va a perder su red de ingresos ni va a entrar en bancarrota. Esta compra es más una oportundiad de crecimiento para Microsoft que un desplome directo de los ingresos de Sony, que no se van a desplomar.