Hoy es el día de navidad, cada segundo de tregua es una bendicion de Dios. Hemos encendido una pequeña fogata para calentarnos, las temperaturas bajo cero y la humedad hacen mella en nuestros huesos y en la carne, no es la primera vez que alguno ha perdido parte de un dedo, una oreja, o algo similar debido al frio.
La fogata no solo calienta nuestros cuerpos, tambien calienta nuestra alma, es navidad, algo en lo que no creia hace mucho, mucho tiempo. Pero ahora siento un espiritu especial a nuestro alrededor. Alguien ha preguntado como la celebraran los rusos, y todos hemos coincidido en lo mismo, en familia, como lo hariamos nosotros, si esta maldita guerra en la que ya nadie cree nos lo permitiera.
Ha comenzado a nevar, sostengo sobre mis manos enguantadas y doloridas tu carta y no hago mas que leer una y otra vez el parrafo donde me cuentas lo robusto y sano que ha nacido nuestro hijo, al que desgraciadamente, no he podido conocer, pero al que amo con todo mi corazon, cuentale que su padre pensaba en él en cada segundo y que mi alma estara a su lado por siempre.
He creido oir a alguien cantando en ruso, una cancion alegre y me he sorprendido sonriendo. Veintidos divisiones alemanas y dos rumanas cercadas en Estalingrado, y los rusos pueden cantar, saben que nuestro final se acerca. En la zona que ocupamos nuestro mando a negociado una tregua con los rusos, que no ha de durar por mucho tiempo. Han concedido el deseo al moribundo, al ejercito conquistador que ahora se derrumba y cae bajo el yugo de un invierno y unas tropas moralmente mejor asentadas. Ellos han concedido lo que nuestros mandos nunca hicieron, han sido piadosos, porque es navidad, tarde o temprano moriremos en esta tierra inhospita, hermano junto a hermano, camarada junto a camarada y ellos han sido piadosos. Hecho de menos mi hogar, hecho de menos la navidad en casa, siento una nostalgia que quema mi ser, ahora vienen a mi mente los amaneceres en las montañas juntos, tu y yo, dando gracias a aquello que permitio que te conociera y te convirtieras en mi esposa.
Llegan hasta mis oidos los primeros disparos en otra zona, la señal de que esta celebracion no durara mucho más, solo decirte que te amo y amo a mi hijo, cuentale que su padre lucho en una guerra como todas las demas, inutiles, y que murio bajo el martillo de aquellos que mostraron piedad, no asi clemencia, nuestro pueblo ahora no la merece, nuestros ejercitos han desgarrado al mundo, ahora pagaremos.
Tuyo en la eternidad.
Espero que os guste, un saludo. Gracias a todos. Espero poner en breve la continuacion de Anzio.
Nunca hubo excusas para las guerras, nunca.