No tanto Kojimas, sino simplemente personas que se alejen absolutamente de todo lo que dice #24 y aboguen por expresarse artísticamente de la manera que les de la real gana mediante los videojuegos, ya sea cinematográficamente como Naughty Dog o más "plásticamente" como un GRIS o un Journey.
Los videojuegos están bien y perfectos como medio de entretenimiento, y como ya se ha mencionado hay cientos de compañías dedicadas a crear videojuegos divertidos, juguetes per se. Sin embargo, ya se ha demostrado muchas veces que los videojuegos son un medio de expresión artística tan válida y poderosa como cualquier otra (Shadow of the Colossus, TLOU, GRIS, Metal Gear...) y encima tiene la gran ventaja de que tu juego puede ser literalmente lo que te de la real gana; puedes utilizar actores de hollywood o preciosas ilustraciones en acuarela para tus personajes, da igual: si sientes el medio, el medio te va permitir expresarte.
En lo personal, yo adoro y le doy la bienvenida a todo lo que me quiera contar una buena historia, sea lo pretenciosa que sea. Si tiene personajes con corazón y quiere hacerme pensar y enseñarme cosas, SIEMPRE lo voy a valorar muchísimo más q cualquier juego q sólo busque entretenerme. Y no pienso que la existencia de unos perjudique a los otros.
Desde el viejísimo I have no mouth and I must scream con ese maravilloso y terrible doblaje del propio autor del relato original, pasando por toda la enrrevesada saga Metal Gear y sus miles de temas (saga q además ha crecido con la industria) indies sin presupuesto como Undertale que, siendo lo que son e incluso con sus errores, hablan más y mejor sobre la depresión q muchos libros, el drama y el AMOR con letras enormes de TLOU, el maldito viaje visual de Journey, la sensación de pequeñez y mortalidad de SoC... todo son experiencias narrativas q no tienen precio, q no se habrían conseguido del mismo modo ni en el cine ni en la literatura y que merecen el respeto q se le profesa a cualquier obra clásica.
En definitiva, sin denostar nada y sin fliparnos, sabiendo q existen distancias y que hay que salvarlas, pero q la expresión artística es imparable. En este medio y en cualquier otro. Querer negarlo u oponerse es vallar el campo.