Ante todo buenas noches;
Debido a diversos acontecimientos acaecidos recientemente y a sus consiguientes segundos de reflexión, me he propuesto venir hoy aquí para demostrarles, y para defender ante ustedes, por qué motivo el juego Pong, creado en 1972, es el cúlmen de los videojuegos, una cima que se coronó muy temprano y que más de cuarenta años después todavía sigue sin haberse superado.
Esa cima no se ha coronado porque la industria de los videojuegos ha perdido el rumbo, y se ha dedicado a crear malos productos olvidando la esencia que una vez les hizo grandes. Metal Gear's, Final Fantasy's, Demon Soul's, Half Life's, productos para weeaboos, etc., todos ellos tienen una cosa en común; comparten la desidia de una industria y de unos creativos que crean basura para un público indocumentado y a todas luces falto de criterio.
Así pues les invito a reflexionar sobre mi disertación; si bien puede llegar a ser farragosa para el lector menos avezado, espero que el resto disfrute de ella y que además la comparta.
Pong: EL JUEGO
Tan fácil y la vez tan perfecto; su grandeza reside en su simplicidad
Según la insigne Wikipedia, Pong es un juego de 1972 creado por un señor llamado Nolan Bushnell y publicado por Atari. Tamaña creación fue un hito en el mundo de los videojuegos y a día de hoy se ha convertido en uno de los juegos más icónicos y representativos, tanto de una generación, como de una manera de vivir; la de la oda a los Doritos y a la carnal autosatisfacción, oda de la que aquí todos formamos parte en mayor o menor medida.
La grandeza de Pong consiste en su enorme simplicidad; dos rayas controladas por dos jugadores se mueven de arriba hacia abajo para interceptar un punto que se mueve trepidántemente y cuyo objetivo es traspasar sendas rayas para anotar un tanto. Aquí no hay lugar para mechas, caballeros o exuberantes mujeres producto de la enfermiza mente de algún onanista, todo se reduce a lo esencial, al mínimo, para lograr una experiencia pura y única.
Y es en este punto dónde empieza la teoría que llevo toda una tarde contemplando y que da significación a este hilo; las cualidades anteriormente citadas ya se han trabajado en otras disciplinas, y es acudiendo a estas cómo seremos capaces de dar luz al asunto.
Arte y videojuegos
Seguro que ninguno de ustedes duda a estas alturas de la conveniencia de incluir a los videojuegos como a uno más de los diferentes lenguajes artísticos que ha utilizado el hombre para expresarse a lo largo de los tiempos; cine, pintura, escultura, danza, videojuegos, etc. Y por ello, debido a lo indiscutible de esta afirmación, entenderán que como el resto de las artes, esta debe de regirse bajo los mismos preceptos.
Así pues me veo en la obligación de introducirles brevemente al señor Clement Greenberg, uno de los más influyentes teóricos y críticos de arte del siglo XX.
Clement Greenberg: Subcampeón estatal de DDR en 1937 por el estado de Minnesota fumándose un piti.
Greenberg nos dice que cada una de las artes contiene una característica singular que no comparte con el resto y que las hace únicas, a saber; la tridimensionalidad en la escultura, la planitud en la pintura, etc. y sólo cuando el artistas asume plena consciencia de esta característica y deja de lado las demás, puede empezar a crear arte genuino. Esta teoría se ejemplifica perféctamente en la pintura; para Greenberg ésta destaca por su planitud, por lo tanto para alcanzar la máxima pureza pictórica el artista debe asumirlo, dejar de representar la naturaleza, cuyo ámbito pertenece a la escultura, y empezar a utilizar la abstracción.
Gracias a esta teoría podemos plantearnos una serie de cuestiones; ¿cual es la característica inherente a los videojuegos que los diferencia del resto de las artes?, ¿la narración de una serie de eventos? o ¿la representación de la naturaleza?. Como es evidente, ninguna de ellas es propia de los videojuegos, por lo tanto podemos decir que la cualidad única que estos no comparten con el resto de las artes es la de la interactividad, la capacidad para jugar, enfrentarse a otra persona o a una inteligencia artificial en un terreno virtual creado por el hombre. Por lo tanto para que un juego alcance la pureza, para que un videojuego sea un videojuego de verdad, debe de centrarse únicamente en su interactividad y dejar de lado la representación naturalista, de la que ya se ocupa la escultura, o la narración de una historia, de la que ya trata la literatura.
Es por esto por lo que Pong, un juego cuya esencia se reduce a la acción de jugar, a la interactividad, es mucho más, y mejor videojuego que un Metal Gear Solid, que se centra en cuestiones que no son propias de su disciplina.
Picasso, como era español, sólo jugaba al Counter Strike
Ya dijo Picasso cuando visitó las cuevas de Altamira que aquello era el cénit de la pintura y todo lo que vino después representaba su decandencia; yo hoy le digo a ustedes que Pong es a los videojuegos lo que Altamira a la pintura.