Buenas noches.
Decido redactar y abrir este hilo con la intención de llamar la atención de todos aquellos que aún no conocéis Prey y/o lo habéis prejuzgado como yo mismo hice antes de descubrir que en realidad se trata/ba de una jodida obra maestra. Es probablemente el mejor juego de Arkane hasta la fecha (los papis de la saga Dishonored) y tristemente un título infravalorado que no vendió una mierda en su momento. Por desgracia, ya que Prey reúne con muchísima fuerza y carisma todo lo que el estudio ha aprendido a lo largo de los años y sabe hacer con maestría.
Prey también constituye, definitivamente, mi principal motivación para adquirir Deathloop en cuanto salga (el próximo juego del estudio). Aclaro que no tenía intención en absoluto de hacerlo; la saga Dishonored me había cansado y no creía que Arkane diera para más. Mentira cochina. Estaba muy equivocado.
Os explico.
El primer y (soberanamente) punto fuerte del juego es la inmersión para con la trama. Es suspense puro y duro. Prey juega con, roza y no llega a romper la cuarta pared (pero lo hace). Su trama se muestra despacio y en el desgranar lento te permite juguetear con ella, pero para cuando te ha resuelto alguna de las muchas dudas al respecto de todo lo que pasa, ya llevas sospechando de la veracidad de esas futuras respuestas unas cuantas horas antes de que alguna de éstas aparezca.
Cada elemento secundario que puedes leer, ver y escuchar están puestos ahí para desvelar folklore y hacerte dudar a la vez. Del mismo modo, cada cadáver, puerta y ventana rota atienden a una pequeña narrativa personal; si en Prey una misión secundaria te motiva a buscar el código de acceso de una habitación concreta, en esa sala le habrá ocurrido algo a alguien con nombre y apellidos, y no sólo lo podrás descubrir sino que hacerlo te otorgará un pequeño trozo del puzzle que unir al resto de pequeños trozos que ya tienes. Es íntimo, pero enormemente detallado. No hay misiones secundarias innecesarias o absurdas. Todo muestra algo, y todo esto nos lleva de lleno a hablar de ambientación.
El elemento realmente definitorio del juego es su enormérrima ambientación para con esta narrativa visual anteriormente comentada. Prey nos sitúa en un momento concreto del tiempo TRAS el que han ocurrido cosas, y todo el mapa del juego grita al respecto de lo que ha pasado. Habitaciones destrozadas, restos de sangre, arañazos, puertas bloqueadas, armas caídas... narrativa visual pura y dura en cada jodido punto del escenario, todo hecho a mano concienzudamente y del mismo modo que en toooooda la saga Dishonored, solo que muchísimo más detallado y conciso. En Prey no se intenta ambientar una ciudad, se intenta recrear un lugar mucho más pequeño y opresivo que precisamente, por pequeño y opresivo, gana enteros con respecto a todos los juegos anteriores del estudio. Como decía, íntimo pero enormemente detallado. Y de ese intimismo, esa opresión, esa pequeñez y ese detalle, surge el terror.
Huelga decir que no imagino Prey consiguiendo asustar a menos que se juegue completamente a solas y con un buen headset sobre las orejas, pero sí creo firmemente que la tensión que genera es genuina y muy muy sólida. Esto ocurre precisamente a raíz de la existencia de lo que, creo, fue uno de los puntos peor entendidos por el público en la época en que salió, quizá por culpa de unos tráilers que desvelaban demasiado para mi gusto; los mímicos.
Me permito destripar esto a todo aquel que lea el análisis sin haber visto esos tráilers porque la aparición en el juego de estos bichejos es clave. CUALQUIER cosa en Prey es una amenaza. Una taza. Un periódico. Un váter. Los mímicos te enseñan a desconfiar de todo (vaya, vaya) del mismo modo que la misma trama te hace desconfiar de todo lo que te están contando. Es jodidamente genio y metanarrativo. No sólo tienes el culo tenso porque no te crees nada de nadie ni de nada, sino que ni siquiera puedes confiar en el puto escenario. La música, los mímicos y las zonas cerradas son los aliados principales de una de las mejores ambientaciones de terror que he experimentado en los últimos tiempos jugando, y todo esto dura bien entrado el título y pasada la mitad del mismo, quizá un poco antes si te acostumbras rápido o simplemente no eres tan miedoso como yo. De cualquier modo, el juego lo consigue y no creo que nadie pueda jugarlo tranquilo como si se tratase de un FPS genérico de acción. Imposible. Las sillas tienen ojos. Las tazas tienen ojos. Los ojos tienen ojos.
Llegados a este punto mencionaré que el gunplay, las armas en sí y las herramientas disponibles son carismáticas y todo funciona bien (sobre todo en el contexto del juego) pero nada de ello os volará la cabeza. Hay ideas originales aquí y os gustarán, sin duda, pero todo el peso de la jugabilidad en sí recae en sus mecánicas de supervivencia: no siempre hay balas para todo, no aguantamos muchos golpes ni jugando en normal y buena parte del juego la pasaremos aporreando cosas con una llave inglesa por no tener ninguna bala; mecánicas por todos conocidas y que si bien le sientan de lujo al juego, no será la primera vez que os las encontréis (al igual que su sencillo sistema de crafteo del q deberemos hacer uso sí o sí para procurarnos munición, ya que apenas encontraremos por el escenario). Este es el punto más flojo y no lo es por serlo en sí, sino porque el guión y la trama son tan grandes q la jugabilidad, aun siendo MUY divertida, es el medio para desvelar esa maravilloda historia q vais a querer descubrir sí o sí en cuanto acabéis la intro del juego.
En general, Prey supone para mí una gran sopresa y una maravilla de la narrativa gamer que ha sido muy tristemente tapada por el cansancio q arrastró el público de Arkane con tantos juegos y DLC que eran más y más de lo mismo (Dishonored), y aunque admito que hay muchos elementos q ya había visto antes o que no me cogieron por sorpresa siendo esa su aparente intención, el modo de presentarlo todo y el mimo puesto en el detalle del mapeado lo convierten para mi en un juego necesario para cualquier amante de la ciencia ficción.
Jugando Prey sentí q volvía a ver El Octavo Pasajero y no lo digo por decir, aunque las similitudes entre ambas obras sean meramente estéticas y la intención de Prey sea muy distinta a la de la película.
Ah! Y como siempre con Arkane, hay decisiones. Hay mucho diálogo q se puede perder, muchos eventos q no veréis y varios finales q decidir. La podéis cagar sin querer y/o cambiar matices de la historia si sois unos psicópatas o dejáis de serlo. Vosotros decidís. Esto personalmente me encanta y es marca de la casa del estudio. Está tan bien hecho como de costumbre en sus juegos y lo mejor: los diferentes caminos quedan perfectamente justificados, a diferencia de los de la saga Dishonored.
Lo tenéis en PC tiradísimo de precio y en PS4 y Xbox One por menos de 20€ depende de dónde lo pilléis (yo lo compré físico, recientemente, en la Arkane Collection por 24,95€ y vienen 4 juegos dentro, todo Dishonored + Prey) y vale cada céntimo q os gastéis en él.
Espero que le echéis un vistazo!