Hablando con Forbes, le preguntaron a Reggie Fils-Aime cómo iba a competir la Wii U con las consolas de próxima generación de Sony y Microsoft.
El poder de procesado del hardware no importa. Puedo hablar con confianza fijándome en la última generación de consolas donde la Wii, a la que la industria la miraba y decía "vaya, parece que no tiene mucha potencia" pero vendió 100 millones de unidades globalmente. El consumidor vio la innovación en el Wii Remote y el gameplay que le ofrecía.
Incluso si miras a una generación a esa, era el producto de Sony el que no tenía potencia comparado con las otras dos consolas y a pesar de eso ganó la generación. Al final todo depende de los juegos. Los juegos crean la base de jugadores, los juegos es lo que entusiasma al consumidor. Y nosotros nos sentimos entusiasmados con los juegos no solo desde la perspectiva de una first party, sino de las third party también.