Pues me llegó ayer por la mañana y mis sensaciones son encontradas tirando a bien. Intentaré no repetir lo que ya se ha dicho aquí antes.
El trasto en sí es una maravilla: ligero, cómodo, etc. Sí me he dado cuenta de que chupa batería como un F1, pero era de esperar. Si necesito comprarme un power bank ya lo iré viendo. La carcasa es muy sólida, el agarre es bueno y pese a que se calienta la parte inferior (me tengo que poner un cojín en el estómago para apoyarla) tampoco es un dealbreaker.
Los juegos que van bien van muy bien, y los que tienen minucias rollo tener que usar el teclado a veces y por eso están en no verificados también funcionan de maravilla. El modo desktop es un poco desastre si no le enchufas un ratón, los trackpads bailan muchísimo y es muy complicado clickar sin arrastrar el click. Que sea un mini PC con una distro de Linux tiene sus pros y sus contras, por otra parte. Los pros es que es completamente configurable y los contras es que es completamente configurable. Si no tienes un nivel medio-avanzado de conocimiento de Linux ni te plantees hacer nada aparte de lo más básico o en cuanto empiece a darte problemas (a mí me los ha dado el heroic launcher) tus huevos para arreglarlo. Incluso el propio modo Steam se queda perchado a veces y es fácil dejar la deck en un estado en que lo único que puedes hacer es reiniciar.
Es un trasto con mucho potencial pero esto no es una consola, no es sota-caballo-rey. Quien se lo compre pensando así mejor que se pille una Switch, pero quien tenga ganas y ánimo de escarbar va a tener de sobra.