Quizá sea tarde, pero al menos por hoy puedo permitírmelo.
Super Mario Odyssey acabado! Y las sensaciones son buenas, muy buenas. Pero no exactamente por todas las horas jugadas, que también, sino por las expectativas que acaban de crearme para cuando continúen por esta línea, ya sea Odyssey 2 o algo del mismo palo, o mejor. Quiero que vayan lejos, muy lejos, porque este tipo de juegos, con tantos "verbos versátiles" (Mark Brown lo explica en este vídeo), microdecisiones y no poco espacio para experimentar, se vuelven experiencias alucinantes cuando decides jugar bajo tus propias normas, y no solo las que te ofrece el juego.
El placer del puro movimiento está servido en la gran mayoría de casos (exceptuaría la transformación en maceta con patas de raíz, me parece la menos entretenida), aunque qué raro que no te pudieses transformar en koopa e ir con el caparazón por ahí. Los únicos que eran "malos" eran los que estaban en los segmentos retro. Me hubiera encantado que hubiera más momentos frenéticos en los que tuvieras que cambiar de forma repetidas veces, asumiendo lo más rápido posible los cambios de control. Con imaginación podías hacer virguerías así en las carreras Koopa, que me encantaron. Si no, era mucho menos ocasional, pero posible.
Al menos esa es la mejor variable que yo le veo a esta mecánica: un cambio incesante de tu control sobre diferentes avatares. No lo digo por decir. Cuando estuve en los Jardines de Vapor por primera vez aprecié que Mario estaba en un entorno bastante hostil, cosa que me sorprendió bastante. De hecho, incluso pensé ya eso desde el primer trailer de todos. El telón de fondo de la aventura son los viajes, y cómo de distinto eres según donde te encuentres. De ahí todo el tema de la adaptación.
Pero no hay que olvidar que esto es un juego de Mario, y esto para mí es algo que le da muchísima fuerza:
Si eliges ser Mario todo el tiempo posible, lo que estás haciendo es jugar en Modo Difícil. Y me parece brillante, ya que es un modo de dificultad mayor que viene implícito en el juego según tu propia manera de jugar. De ahí lo que comenté antes sobre jugar bajo tus propias normas, aunque con flexibilidad si así lo deseas.
Quería añadir algo sobre los enemigos. RelaxAlax subió un vídeo hace meses habando sobre el paso del 2D al 3D de Mario, donde, entre otras cosas, comentó el cambio de papel que habían tenido los enemigos. Mientras que en 2D suponían mayor tensión y un gran elemento de apoyo (literalmente), en el 3D esto ya es menos posible. No suponen ni de lejos una amenaza tan grande, puedes burlarte de ellos si quieres. Aquí Odyssey toma una medida muy inteligente: llevarte a hábitats donde esos enemigos están más acostumbrados a estar. Según tu habilidad, tú puedes seguir siendo Mario, pero será definitivamente distinto si te pones en la piel de otros. No hay triple salto, volteretas, quizá ni tu tan amada precisión... así que toca acostumbrarse.
(Tengo la impresión de que los desarrolladores de Bomberman 64 se dieron cuenta de esto en su día. Aparte de poner bombas en fila para saltar sobre ellas y llegar a diferentes puntos, también podías coger un enemigo y añadirlo a la fila. Era 1997, pero los enemigos ahí ya eran herramienta aparte de amenaza.)
Con todo esto quiero decir que lo he disfrutado bastante... pero hay cosas que se han quedado cortas. ¿Un dinosaurio tan grande para un mundo tan pequeño? ¿Un mundo acuático pequeñísimo y con apenas chicha?
Esas son mis mayores quejas, y conciernen a mundos enteros. Sin embargo, hay otros que me han fascinado. Aquí mi orden:
Ninguno me ha aburrido, pero para nada me han divertido todos por igual. Cosas como lo del dinosaurio no están bien medidas, pero me gusta interpretarlo como la promesa de algo mucho más grande para el futuro. Aunque, si puntualizo, el Reino Luna tiene una sección que me flipa. Ojalá más de esa tónica para más adelante.
Aquí acabo, vaya horas.