Pero volvamos a 1994. Pasaron cuatro años de sequía y maldiciones hasta que en 1998 se materializaron en las librerías unas reediciones de los primeros cuatro libros de la serie, en tapa blanda. Editorial: Plaza&Janés. Al fin alguien había sacado del limbo los derechos del Mundodisco, pero las alegrías terminaban ahí. En Mort la Muerte no hablaba en VERSALITAS, lo cual hacía la novela bastante, bastante más difícil de seguir. En mayo de 1999 sacaron la segunda tanda, que también dejaba un regusto agridulce: Rechicero era, sencillamente, una chapuza. Le faltaban páginas y había otras repetidas. Las contraportadas hablaban de algo llamado Mundo Visión y sus textos no tenían nada que ver con la historia 2 . Los desastres de Mort y Rechicero se subsanaron en reediciones posteriores, pero las contraportadas de los libros 5 a 8 acabarán en algún museo de barbaridades editoriales. Si alguien tiene uno de estos incunables y se presta a escanear la contraportada, por cierto, La Concha está dispuesta a ser ese museo.
En este mismo formato dio Plaza&Janés el gran salto. Cuando todos pensábamos que continuaría reeditando lo que ya sacó en su tiempo Roca y después seguirían adelante, en diciembre de 2000 decidieron pasar directamente al número 22 de la serie: El País del Fin del Mundo 3 , traducido por Albert Solé. Se dejaban en el tintero Eric (que ya había obviado Martínez Roca), Imágenes en Acción, El Segador y Brujas de Viaje, que recibieron el nombre de Los Tres Descatalogados. Dirán que siempre nos quejamos y que nunca nos gusta nada, pero las ediciones antiguas de esos libros se convirtieron durante mucho tiempo en los objetos más buscados después del Grial. Pero lo que sí podíamos leer era la novela número 22 de la serie, que para colmo narraba acontecimientos de la vida de Rincewind posteriores a Tiempos Interesantes, que no estaba traducida.
Según Colin Smythe, el agente de Terry Pratchett, Plaza&Janés argumentaba que habían querido saltar a las novelas más actuales para captar lectores, pero desde Inglaterra se les instó a seguir con el orden normal de la serie. Así que por fin el cielo se abrió a los lectores españoles y pudimos ver en las librerías Dioses Menores. Pero no acabarían ahí nuestras desgracias. La primera edición de la novela era un desastre comparable al de Rechicero: faltaban párrafos por traducir, hasta el punto de que era imposible comprender el importante papel que tiene en la novela el Monje de la Historia Lu-Tze. Tanto en esta novela como en El País del Fin del Mundo había fallos de coherencia con los libros anteriores. El Eje se llamaba ahora el Cubo, los nombres de los personajes no coincidían.
Y es que ocurrieron cosas incomprensibles. Como coño traduce alguien Discworl en Mundovision? Ademas de tener los santos cojones de publicar un relato ilustrado... sin ilustraciones. Ademas de publicar en el estupendo formato de "debolsillo nodebolsillo porque es pelin mas grande pero te cobramos el doble cuando en Inglaterra te lo agencias en tapa dura" que ya me hizo mandarles a tomar por el culo.