#17 Incluso 2000 años antes que los analíticos!
Hermenógenes.- Sócrates, aquí Crátilo afirma que cada uno de los seres tiene el nombre exacto por naturaleza. No que sea éste el nombre que imponen algunos llegando a un acuerdo para nombrar y asignándole una fracción de su propia lengua, sino que todos los hombres, tanto griegos como bárbaros, tienen la misma exactitud en sus nombres. Así que le pregunto si su nombre, Crátilo, responde a la realidad, y contesta que sí. «¿Y cuál es el de Sócrates?», pregunté, «Sócrates», me contestó. «¿Entonces todos los otros hombres tienen también el nombre que damos a cada uno?» Y él dijo: «No, no. Tu nombre, al menos, no es Hermógenes ni aunque te llame así todo el mundo». Y cuando yo le pregunto ardiendo en deseos de saber qué quiere decir, no me aclara nada y se muestra irónico conmigo. Simula que él lo tiene bien claro en su mente, como quien conoce el asunto, y que si quisiera hablar claro haría que incluso yo lo admitiera y dijera lo mismo que él dice. Conque si fueras capaz de interpretar de algún modo el oráculo de Crátilo, con gusto te escucharía. O aún mejor: me resultaría aún más agradable saber qué opinas tú mismo sobre la exactitud de los nombres siempre que lo desees.
[...]Pues bien, Sócrates, yo, pese a haber dialogado a menudo con éste y con muchos otros, no soy capaz de creerme que la exactitud de un nombre sea otra cosa que pacto y consenso. Creo yo, en efecto, que cualquiera que sea el nombre que se le pone a alguien, éste es el nombre exacto. Y que si, de nuevo, se le cambia por otro y ya no se llama aquél -como solemos cambiárselo a los esclavos-, no es menos exacto éste que le sustituye que el primero.
A parte de los nombre que los griegos tenían (quien no se imagina un Hermógenes el guapo, campeador de muchachas en las fiestas de la cosecha xD) coincido contigo en que las etiquetas temporales son en ocasiones difusas ya que a veces una forma de pensar o un objeto sobre el que pensar se estudia mejor de forma diacrónica que sincrónica.
No obstante, y aunque peque de simplista, la cultura, el pensamiento, es hija de su tiempo. ¿Por qué importa esto? ¿O por qué me importa a mí? Porque con este formato (opciones B y C sobretodo) se intenta llegar a un conocimiento del contexto que ha creado esa obra más que de la obra o del autor en sí). Precisamente entre esos dos nombres que citas, por tratarse del paroxismo italianizante uno y el otro de la reacción autóctona, surge una confrontación que inicialmente no responde a la supuesta homogeneidad que uno esperaría y de ahí el nacimiento de un rico debate (ya lo dijo Heráclito) sobre el cómo y el porqué de su obra.
No sé si llego a algo o me quedo por el camino. Pero vaya, que sí, que también estoy en contra de las etiquetas reduccionistas si la lectura no se hace con conocimiento de causa y con un fin.