Hace unos días hice un llamamiento en el hilo ¿Qué estás leyendo? para que, si alguien había leido esta novela, me lo dijera con el objetivo de intercambiar impresiones. El resultado hasta ahora ha sido infructuoso pero os animo a que la leáis y, en el caso de que alguien lo haga, aquí tenemos un punto de encuentro para comentarla.
Es muy difícil que un libro me guste tanto, de hecho es lo mejor que ha pasado por mis manos en muchos meses. Os recomiendo que no busquéis información sobre la obra antes de leerla, pues sólo la entrada de Wikipedia la destripa entera.
Nos situamos en Londres, siglo XIX. La historia comienza con un magistral duelo dialéctico e intelectual entre dos poetas; Syme, el protagonista, y Gregory. Syme tiene un carácter ordenado y ve en la poesía un método para ensalzar la lógica de la naturaleza y de la razón de ser del hombre, mientras que Gregory, joven caótico que no para de hablar de anarquismo, traslada su visión de la política a las artes.
De este peculiar encuentro derivan todos los acontecimientos posteriores del libro que no os dejarán indiferentes en ningún momento, pues mezcla originalidad y surrealismo con unos discursos metafísicos y políticos estupendos. Consigue trasladarte a un Londres de hombres extraordinarios en sus formas, su lenguaje y sus actos, en el que todo es posible pero, a la vez, tremendamente lógico.
Como ya he dicho, no deja de sorprender en ningún momento, pero lo mejor es la evolución de la filosofía que impregna todo el libro y sobre la que no daré más detalles porque fastidiaría el final. Es admirable cómo escribe Chesterton; me encantaría ser capaz de hacer diálogos la mitad de buenos y convincentes que los suyos.
Por lo demás, me reservo todo lo que me gustaría contar y contrastar para el caso de que alguien siga esta recomendación.
Voy a envejecer para todo. Para el amor. Para la mentira. Pero nunca envejeceré para el asombro. Siempre me seguirán asombrando las cosas fundamentales.