Yo considero que #1 no cree realmente lo que ha puesto, sino que abre el hilo con un post totalmente provocador para facilitar el debate y urgir comentarios encendidos en defensa y ataque de este escritor. Cualquiera mínimamente versado en literatura sabe que Kafka fue un genio, aunque a veces da rabia no entender al 100% lo que nos está diciendo.
Yo creo que el problema radica fundamentalmente en que hoy en día la gente es principalmente resultadista: busca desesperadamente que alguien les cuente algo: una historia, un relato, un cuento, lo que sea, pero que puedan entenderlo y aprehenderlo. Además, necesitan que les sorprenda o que les emocione o que les enganche o que les aterrorice... Van al resultado, al final de todo; por ello se cansan de leer si ya saben ese resultado de antemano (como apunta Mendoza) o si no hay resultado at all. Y eso es exactamente lo que pasa con Kafka: que no cuenta nada. Ni quiere contarlo.
De ahí que Kafka pueda resultar desconcertante, porque sus relatos no llegan a ningún resultado concreto. Por eso el que vaya a leer Kafka con la presidposición que lee a otros autores se encontrará como el sediento que va buscando una fuente, pero solo sufre en el camino sin encontrarla. Es precisamente de ese camino del que se puede disfrutar con las obras de Kafka: la angustia existencial del hombre, la búsqueda del sentido, la monotonía, el sufrimiento, la soledad, el insomnio que entremezclaba su realidad con episodios oníricos totalmente surrealistas (y que plasma en sus relatos en determinados momentos). No intentéis encontrarle un sentido concreto; más allá de eso, dejaros empapar por los sentimientos que desprende su texto y zambulliros de pleno en la piscina de sensaciones que propone un relato kafkiano. Solo así se disfruta verdaderamente, en mi opinión, de este tipo de literatura.
Cuando dejas un libro de Kafka en la mesilla y apagas la luz, no tienes que preguntarte ¿de qué iba lo que acabo de leer? o ¿qué me ha contado? si no... ¿cómo me siento?