A ver, vamos por partes.
El tema petardos y ruidos fuertes es un asunto que se debe trabajar con MUCHA antelación. Pero antes de nada quiero hacer una mención a lo que comenta #12
En estas fechas es común entre profesionales tener mil debates sobre cómo afrontar esto. Y siempre quien no sabe hace un mal enfoque de la situación, ignorar o reñir al perro con un "tss" no va ayudarle en absoluto.
Las emociones no se pueden reforzar y el miedo es una emoción. No puedo decirte, te doy 500€ si sientes miedo... Puedes tratar de imitar la conducta, pero no sientes la emoción.
Cuando el perro tiembla, es un acto reflejo asociado a la emción, por lo que acariciarle a pesar que mucha gente piensa que se refuerza es totalmente falso. Si el perro por ejemplo se metiese debajo una silla y lo acariciamos, si reforzamos la conducta de meterse debajo la silla, pero nada más alla de eso.
El castigarle con un "Tss" es inhibir la conducta, aunque no pienses que lo estas castigando, el perro asi lo entiende. Y el forzarle a andar es inundación, algo poco recomendable hoy dia por que tiene mas perjuicios que beneficios.
¿Como solucionar el asunto? No existe solución, solo podemos hacerle la situación más llevadera.
Meses antes empezamos con rutinas de trabajo que ayuden al perro, sobre todo en las horas que intuimos serán de más explosiones.
Buscar una zona lo más aislada del ruido posible.
Música clásica (que previamente hemos ido durante un tiempo probando para ver cual favorece la relajación o por el contrario le altera) Y ponerla a un volumen considerable para que reduzca el ruido de los petardos. Una amiga por ejemplo a sus perros le pone Viking Metal o algo asi xD
Juegos de olfato que deben empezar con anterioridad a los petardos. Una alfombra de olfato, un juego educativo.. Y en ultima estancia, aunque es menos factible, un kong. El perro al usar el olfato, quita recursos de los otros sentidos, como la vista y el oido. Asi que esta mas concentrado en su trufa y no tanto en el entorno.
Tambien suele pasar que nuestro lenguaje corporal de forma inconsciente al acariciarlos, los ponga mas nerviosos, es un ciclo que se autoalimenta, el perro esta nervioso, yo me pongo nervioso, tengo expresiones corporales que asi lo denotan y alimento su inseguridad. Pero no son las caricias como tal...
Se puede trabajar de muchas mas maneras pero se debe conocer al perro para saber como afrontarlo. Existen perros que en esa situacion, no quieren caricias, se van debajo de la cama y nos emperramos en sacarlos y tenerlos encima, haciendo un mal para ellos. Luego otro asunto es trabajar la jaula.. pero tambien he visto casos donde al perro no le ha favorecido y ha acabado embistiendola desde el interior.
Por poner un caso particular de unos clientes con un cruce de dogo tamaño maxi. Como he comentado, el perro se subia al sofa, y se ponia junto a ellos, los dueños empezaban hablarle con voz preocupada y hacian muchos gestos corporales que no ayudaban al animal. Asi que opte por enseñarles que el perro se tumbe en el sofa y ellos encima del perro o al lado para que se abracen a el. Sin hacer nada mas, solo presencia y abrigo corporal.
Me comentaron ayer, que tras evaluar el año anterior y este, con solo abrazarles les fue mucho mejor. Ya que incluso el perro se llego a dormir, aunque apostaria que no fue dormir, si no mas bien desconexion cerebral (evasion de la realidad) por estres.
A la hora de sacarle a la calle, con no soltarle en zonas no acotadas deberia valer. Y a la hora del paseo, arnes antifuga o de doble anclaje + correa larga y llevarle a un terreno donde pueda olfatear. Asi nos evitamos sustos.
¿Tu eras de sevilla? Ahora me asaltan dudas jeje
PD: Actualizo con info que os acabo de leer.
Cuando el perro se bloquea, entra en rapto emocional, no es cosciente de sus actos, solo busca huir, huir y huir sin rumbo. Cuando su estado se normaliza puede estar en Pekin y no se cosciente de ello.
Prueba tambien antes de salir a la calle, hacerlo jugando con ella con algun mordedor. Asi desvias la atencion de lo realmente importante, pero no la fuerces puede ser contraproducente.