Después de más de 2 meses sin malas noticias en este hilo, me toca a mi.
Ayer le tocó a mi perro, Boby, que llevaba conmigo desde que yo tenía 12 años (desde el 2004). Ha vivido conmigo la mitad de mi vida y la verdad es que es bastante duro deshacerse de sus cosas y mirar a su rincón y no ver nada...
Desde hacía un mes aproximadamente, una noche sacándolo en la calle le dio un pequeño desmayo en el que pareció que se quedaba muerto durante unos segundos, al momento reaccionaba y seguía con la misma vitalidad de siempre. A partir de ahí, empezaron una serie de pruebas de corazón y medicamentos varios que desencadenaron, no sé aún cómo ni en qué momento, en 2 posibilidades: una trombosis o un tumor.
Durante estas 2 últimas semanas el estado del perro iba de mal en peor. No comía, casi no podía ni levantarse de la cama y solamente lo hacía para beber. Ya no tenía la misma vitalidad de antes, ni para salir a la calle (que siempre le chifló como a cualquier perro) ni comía lo que antes tanto le encantaba. Teníamos la esperanza de que fuera el trombo y que "obligándole" a comer, saliese de esa. Por lo visto al final no era la opción acertada y parece que ha sido el tumor lo que se lo ha llevado de mi lado.
Nunca ha sido un perro especialmente juguetón, es más, era bastante puñetero y rebelde, pero he crecido a su lado y cambiar una rutina de 12 años es muy duro. Espero que a nuestro lado haya sido feliz y, que donde qiera que esté, que sepa que lo queríamos con toda nuestra alma...porque para nosotros era un hermano/hijo más.
D.E.P Boby...Jamás te olvidaré.
Mi más sentido pésame para todos los dueños de mascotas de las páginas anteriores.