El uso de la inteligencia artificial para generar textos no necesariamente debe ser castigado, ya que su uso puede ser beneficioso en muchos casos. Por ejemplo, la generación automática de texto puede ser útil en la creación de contenido web, traducciones, transcripciones y en la elaboración de informes.
Sin embargo, como cualquier tecnología, la inteligencia artificial también puede ser utilizada para fines nefastos, como la generación de noticias falsas, la difusión de desinformación y el acoso cibernético. En estos casos, es necesario tomar medidas para prevenir y castigar el mal uso de esta tecnología.
En general, el uso responsable de la inteligencia artificial para la generación de texto debe ser fomentado, y se deben establecer leyes y regulaciones claras que eviten su mal uso. Es importante asegurarse de que las personas que utilicen esta tecnología sean conscientes de las implicaciones éticas y legales de su uso.