Cerrado el problema con la loca de la mansión volvemos con Minfilia que se encuentra bastante preocupada por estos enemigos escurridizos (los enmascarados).
Después de darnos el chapazo con temas intrascendentales nos dice que un grupo de kóbolds están intentando resucitar a Titán, uno de los primigenios más destructivos. Para llegar al fondo del asunto contaremos con la ayuda del equipo A, capitaneados por la gata de acento británico.
Para conseguir nuestros objetivos deberemos reunir a la "Compañía de los Héroes" la cual consiguió derrotar a Titán y Leviatán la primera vez que aparecieron en Eorzea. Como nadie sabe nada de ellos comenzamos la búsqueda en base a unos rumores que nos llevan a una zona costera plagada de molinos de viento (Cádiz, supongo).
Allí nos encontramos con un pirata que afirma ser un miembro retirado de la susodicha compañía.
Después de hacer unos recados para el piratón este, nos empezamos a dar cuenta de que su historia no encaja. Tras pegarle a unas piedras el pobre se derrumba y nos confiesa que nos ha mentido.
Para intentar redimirse nos da unas pistas que nos llevan a Costa del Sol, paraíso de vacaciones. Aquí conozco a Landanel el cual, lógicamente, no me va a ayudar desinteresadamente. Quiere que prepare un banquete de los víveres más raros y peligrosos de obtener. Concretamente él quiere un huevo de tortuga adamantina.
En mis idas y venidas haciendo recados y cosas sin importancia para Landanel, descubro un par de sitios bastante chulos.
Siguiendo con el hilo, conozco a una serie de personajes que, curiosamente, también me mandan a buscar comida. Uno de ellos quiere el queso tostado del Mercadona. En realidad no quería mandarnos esa tarea ya que lo iba a traer Brayflox (el bichejo de la foto).
Por desgracia, parece que algo le ha pasado al goblin y su gente por lo que nos dirigimos a "Brayflox's Longstop", la ciudad goblin.
Ya en la introducción sale un dragón así que nos podemos imaginar cuál será el jefe final. Avanzamos por la mazmorra sin problema y al llegar al final vemos que efectivamente, el jefe es un dragón. El cabrón tiene más mecánicas que algunos jefes del WoW.
Lista esta mazmorra conseguimos lo último que nos faltaba: el vino. Teniendo ya el banquete listo nos revelan que todo era una prueba para ver si era digno de la Compañía de Héroes y que los que me han estado usando de Glovo son, ni más ni menos, los componentes originales. Pero vamos a ver, cómo coño no voy a ser digno si tenéis en vuestras filas al niño este:
En fin, que ahora tengo que ver cómo leches entrar en la guarida de Titán y darle matarile. Para ello, tengo que contactar con Riol, el único que sabe cómo entrar actualmente.
Para entrar necesitamos energizar una "beastman aetheryte" que no es más que un cristal azul tirado en mitad del bosque.
Como en la actualidad no tenemos la tecnología necesaria, nuestra querida Y'sthola debe quedarse fuera haciendo sus cosas de maga. Sí, no vaya a ser que entre a partirse la boca contra Titán.
La pelea, al menos en esta dificultad, es 100% trabajo del healer ya que hay muchísimo daño inevitable. Por suerte tenemos un healer que es cinnamon in branch y no tenemos problema alguno en librar a Limsa Lominsa del futuro ataque de Titán.
Como ya es norma, los Power Rangers nos estaban vigilando. Esta vez le tocaba el turno al Power Ranger rojo, el cual resulta que es amigo del tío de la máscara. Por suerte, Y'shtola llega en el momento oportuno, y escondida, consigue verlos.
Una vez que reporto mi victoria en Limsa Lominsa vuelvo a informar a mi querida Minfilia. Al entrar en el cuartel me encuentro con que todos están muertos. Avanzo hacia su habitación temiéndome lo peor. Y no es peor, es aún peor. Han matado a Lechuguita. Mi corazón se rompe en mil pedazos.
En sus últimos estertores, Lechuguita consigue relatarme lo ocurrido y cómo han muerto todos a manos de la Power Ranger blanca (bueno, blanca y negra porque es un flashback). Al menos Minfilia se ha salvado y sólo se la han llevado captiva.
En mi cabeza sólo tengo un pensamiento: Joffrey, Cersei, Walder Fray, Power Ranger blanco, Power Ranger rojo...
Me recompongo de este duro golpe y nada más salir de los cuartales se me olvida todo porque veo una putísima ballena voladora. Así no hay quien se centre con las misiones.
Después de admirarla un poco, recobro el sentido y vuelvo a la tierra natal de Lechuguita para presentar mis condolencias a sus iguales.
Tras esto, y con la ayuda de los sacerdotes liderados por Marques, doy sepultura al resto de fallecidos en el asalto al cuartel de los Scions. Para mi sorpresa, Alphinaud Leveilleur, irrumpe en la iglesia y revela que uno de los sacerdotes a los que he estado ayudando es, ni más ni menos, el mismísimo Albert Einstein Cid Garlond, héroe de la Calamidad y desaparecido desde entonces.
El pobre parece que había perdido la memoria pero esta revelación le sacude las entrañas y empieza a recordar... Tenemos que buscar su nave de guerra, el Enterprise (no el del capitán Spock). Pero esto lo dejamos para otro día.