#2311 Nada segun tu no es un deportivo.
PRUEBA: Ford Focus RSViernes, Abril 16, 2010
Después de probar el Focus ST…, un coche que me sorprendió por sus prestaciones, tenía ganas de poner mis manos sobre el Focus más radical de la gama y ver lo que había sido capaz de crear Ford con 305 CV. Y por fin llegó el día…
La primera vez que ves el Focus RS te puedes imaginar que sus siglas significan Rallye Sport. Su imagen es espectacular y en mi opinión, es el modelo de producción con más similitudes a un coche de rallyes, por encima del Subaru Impreza y el Mitsubishi Evo X. Si pusiésemos unas pegatinas y unas barras, nadie diría que no es un coche listo para competir.
La marca del óvalo ha conseguido esta apariencia tan radical gracias a unos pasos de rueda y unos ejes ensanchados, un destacado alerón que intenta hacer honor al del Sierra y Escort Cosworth, unas preciosas llantas multiradio de 19 pulgadas y unos parachoques sobredimensionados, los delanteros con amplias tomas de aire para refrigerar el motor, y el trasero un con un generoso difusor que va escoltado por dos tubos de escape, uno a cada lado.
Por si esto fuese poco para llamar la atención, Ford ha incluido en la gama de colores el verde Eléctrico Ultimate metalizado (1.300 €), inspirado en el verde Le Mans de los Escort RS 1600. Con todo este conjunto, que no te extrañe que seas el foco de todas las miradas, gestos y comentarios, te lo aseguro.
En el interior no encontramos tanta inspiración racing como en el exterior, a excepción de los bacquets firmados por Recaro, la imitación de fibra de carbono de la consola, las inserciones en aluminio de algunos elementos y los pedales en el mismo material. Cabe decir que los asientos, tapizados en tela y cuero, son perfectos para una conducción deportiva porque el agarre del cuerpo es óptimo aunque el problema viene cuando se quiere configurar al gusto del conductor, puesto que no dispone de reglaje vertical. También es incómodo el acceso a ellos por los salientes que llevan, pero está claro que “no llueve a gusto de todos”. También es dificultoso el paso a las plazas traseras, debido a que la banqueta no se desliza hacia delante ni tampoco vuelve a su sitio de partida como ocurre en otros modelos de la competencia con precios más populares.
Para ser un coche de más de 30.000 euros se puede exigir materiales y acabados de mayor calidad, aunque los plásticos duros se camuflan con facilidad. También tiene detalles de categoría como los bordados en azul de los paneles de las puertas, los asientos y el volante. Este último tiene un tacto menos agradable que el del Focus ST pero no por ello es desechable puesto que ofrece buenas sensaciones gracias a su diámetro y su grosor. Por su parte, la palanca es corta y ofrece al conductor la posibilidad de realizar cambios precisos.
En el salpicadero y como ocurre con el Focus de 225 CV, el RS lleva los relojes de la temperatura del aceite, la presión del turbo y la presión del aceite, de gran utilidad si se realiza una conducción muy deportiva de forma prolongada.
Las cuatro plazas de las que dispone el coche ofrecen a sus ocupantes un espacio más que suficiente. Las traseras permiten llevar a un par de personas con cierta holgura.
Por lo que realmente destaca el Focus RS es por ser el segundo coche de tracción delantera más potente del mundo gracias a sus 305 CV. Se sitúa por detrás de la versión especial desarrollada sobre este mismo modelo y denominada Focus RS500, capaz de rendir 350 CV.
El Ford Focus RS ofrece unas magníficas sensaciones al conductor por dos motivos: el primero es su dirección, rápida, muy precisa y que trasmite a la carretera todos los deseos del conductor de forma fantástica. El segundo motivo es la espectacularidad de su potencia que te deja pegado al asiento desde las 2.000 vueltas. Gracias a la fuerza que entrega a bajas revoluciones no es necesario acudir al cambio constantemente. La verdad es que Ford ha realizado un gran trabajo en estos apartados para que el Focus sobresalga entre sus competidores, llegando a ser el deportivo por excelencia de su categoría.
Gracias a su excelente chasis y a que las suspensiones son duras y firmes, el RS parece una tabla que devora las curvas sin concesiones. Es una auténtica máquina de competición que consigue unos resultados en carretera sorprendentemente buenos, una agilidad muy buena en curvas lentas y ofrece bastante facilidad a la hora de variar el cambio de apoyo. Estas suspensiones tan rígidas junto con las llantas de 19 pulgadas y los neumáticos de perfil bajo, hacen que las pequeñas irregularidades del asfalto sean percibidas por los ocupantes del coche. Es cierto que para ofrecer estos resultados en necesario sacrificar la comodidad a bordo, pero visto lo visto, merece la pena prescindir de ella y disfrutar con el coche en cada giro.
El ESP está calibrado para que salte cuando la pérdida de trayectoria es importante con lo que deja al conductor bastante campo para jugar con el deportivo.
El RS emite un sonido bronco, sobre todo con el motor frió y a ralentí. A medida que coge temperatura, su sonido es un poco más suave pero nunca deja de ser excitante. A ello ayudan los dos tubos de escape de gran tamaño, cosa que no ocurría con el ST.
A pesar de contar con un motor 2.5 de 305 CV, el Focus RS tiene un consumo de carburante medio-alto. En la prueba y sacando el máximo partido a su motor, el consumo ascendió a 16,2 litros a los 100 km. A velocidades rápidas y cambiando de marchas a 4.500 – 5.000 rpm, la cifra bajó a 14,6 litros. En la anterior prueba, el Focus ST consumió 13 litros a los 100 km; teniendo en cuenta que el RS tiene 80 CV más, el consumo no es desorbitado aunque sí mejorable. Pero una cosa está clara, si te gastas más de 30.000 € en un coche de estas características, no es muy lógico mirar las cifras del consumo de carburante.
En resumen, el Ford Focus RS es el rey del segmento, cuya deportividad, hoy por hoy, está imbatida. Es un coche con un precio interesante, 35.085 €, que ofrece unas excelentes sensaciones al conductor gracias a sus sobresalientes prestaciones, a su magnífico chasis y al reglaje de las suspensiones. Podemos decir que es digno de llevar las siglas RS (Rallye Sport), siglas que desde la creación del primer modelo con dicha denominación, el Escort MKI RS1600 de 1970, has designado a los modelos más deportivos y exclusivos de la marca.
Y no me cuentes tu vida que nadie te lo a pedido.