Amaral: "Los delincuentes suelen estar en el despacho de las discográficas"
(Copio y pego algunos extractos de una interesante entrevista a Amaral hecha en El Mundo)
"Pregunta.- ¿Y qué les parece que la gente intercambie música a través de los P2P?
Juan.- Yo creo que es todo positivo.
Eva.- Sí, es una forma más de acercar la música a la gente. Estamos en una época de cambios. Tenemos que ir asumiendo esos cambios y mirar hacia el futuro.
J.- Sólo hay dos opciones: mirar al futuro o al pasado. El punto intermedio no existe. De alguna manera, la libre circulación por Internet va a salvar la música.
E.- Parece que va a ser una perdición, pero nosotros creemos que va a ser todo lo contrario.
J.- Creo que va a ser una especie de nuevo punk , una nueva actitud iconoclasta. Va a hacer saltar por los aires todo el poder de las compañías de discos, que hasta ahora se han comportado de una forma prepotente. Para los grupos que empiezan una compañía puede ser más negativa que beneficiosa. La revolución digital está pegándole un hachazo al poder de las discográficas.
"Pregunta: ¿Cómo valoran el hecho de que se trate de delincuentes a quienes comparten música en internet?
J.- Es injusto. Creo que los delincuentes suelen estar en los despachos de las discográficas, que son los que obligan a los chavales a firmar contratos leoninos. Y si no pasas por el aro, no te graban un disco. No te puedes dedicar a la música si no firmas con el demonio. Para mí eso es delinquir, aunque esté amparado por la ley. Me parece una hipocresía que a un chico le traten de delincuente por bajarse canciones del eMule, y le asusten, y le cobren un canon por todo, porque a este paso te van a cobrar un canon por respirar. Es hora de que se deje de hacer demagogia".
Creo que pocas, muy poquitas veces, se ha hablado con tanta claridad por parte de los músicos sobre su postura favorable ante las redes P2P y las descargas. Mientras algunos artistas autodeclarados de izquierdas borran con el codo lo que firman con la mano, otros sorprenden con un discurso arriesgado en estos tiempos en los que algunas compañías incluso obligan por contrato a sus artistas a que hagan "campaña contra la piratería".