El problema de los macrofestivales

AlecHolland

El otro día al hilo del concierto de Taylor Swift, salió brevemente el tema de los macrofestivales (que al final es como un macro-concierto pero más días) y yo ya venía calentito con este tema. Recientemente leí Macrofestivales de Nando Cruz, un periodista musical con muchas tablas en cuyo libro desgrana como estos festivales se han convertido en eventos que realmente atentan contra la música en vez de promoverla.

¿Que fanático de la música no ha ido a un macrofestival? Quien más o quien menos se ha tragado un BBK, un FIB, un Resu, un Primavera o un Viña y los más aventureros se han ido a un Glastonbury, un Hellfest o un Tomorrowland. A todos nos hace ilusión ir a un festival para ver grupos que no tenemos oportunidad de ver en otros contextos pero realmente...¿Estamos ayudando a los músicos yendo a estos eventos? ¿Estamos promoviendo una escena local con ello?

La respuesta es no. Los macrofestivales no son realmente eventos culturales si no eventos turísticos. Los promotores suelen pagar estudios sobre el impacto de estos eventos y por norma, se subraya el impacto positivo en ocupación hotelera, hostelería y beneficio neto para los inversores...¿Y la música? Ni está ni se le espera. Vayamos anotando la lista de problemas de los macrofestivales. Se viene un tocho increíble, lo digo para que a nadie le pille de sorpresa:

  1. Empiezan a aparecer prácticas cada vez más monopolísticas. Las promotoras pequeñas acaban vendidas a promotoras grandes (esencialmente de EEUU, como Live Nation) y esto tiene un impacto sobre los grupos que se contratan y el caché que se paga. Los promotores tienen tanto poder que llevarse mal con un promotor grande puede suponer no tocar en sus giras ni borrachos y cuando esas giras suponen varios festivales por Europa por ejemplo, eso es palmar MUCHA pasta.
  2. Cuando se firma por aparecer en un festival, se firman también contratos de exclusividad que impiden a las bandas girar por la misma ciudad o incluso girar por si mismas en el mismo país. A veces esto implica que no puedas girar durante 3 meses antes y 3 meses después, pero la enorme logística de una gira impide también que estos grupos vuelvan meses después, fuera del circuito de festivales
  3. La administración pública española financia los macrofestivales sin llevar a cabo ningún control pormenorizado del gasto. Se suele tirar dinero a las promotoras con los ojos cerrados y además se suelen pagar cachés sobredimensionados. España es famosa por "pagar de más" y además ya se han dado casos de "puertas giratorias", sobre todo a nivel de ayuntamientos.
  4. Los cachés son tremendamente dispares. Un cabeza de cartel puede cobrar 200, 300 o 500k si son extranjeros (los locales cobran mucho menos) y se usa dinero de los inversores para pagar por adelantado y garantizar la presencia de estas bandas. A la vez una banda local puede pedir 500€, que le ofrezcan 400 por tocar a las 3 de la tarde y además cobrar meses más tarde. Una cancelación en un macrofestival en Europa por ejemplo, puede provocar un efecto dominó por el que ese mismo grupo no gire por España ya que no le sale rentable.
  5. A consecuencia de los puntos anteriores, el circuito de salas queda abandonado y esto es letal para las escenas locales. Donde antes un grupo extranjero te montaba fechas en Sevilla, Bilbao, Madrid, Barcelona, Valencia y Coruña como poco, ahora con suerte te monta una fecha en sala/pabellón porque le cuadra entre festi y festi, si es que les dejan. Debido a la inflación, se están dando prácticas abusivas en las salas que hacen que cobren un porcentaje de las ventas del merchandising de la banda, cosa que se podría evitar financiando este tipo de escena.
  6. Los festivales están diseñados para sacarte la guita desde el minuto 1. Las pulseras cashless, que son el método principal de pago en festivales, tienen un sistema de devoluciones enrevesado que suele hacer que no puedas reclamar el dinero sobrante y vaya a parar siempre a los organizadores. Es bastante normal que las devoluciones solo se permitan a partir de un mínimo y que el tiempo de reclamación sea muy limitado. Los vasos reutilizables se venden como una medida ecológica que realmente no lo es, porque si lo fuera, devolverías el vaso al final del festi y recibirías de vuelta el euro que cuestan.
  7. Mucha gente va a los macrofestivales y pilla buenos sitios sin tener interés real en los grupos que están tocando por lo que te encuentras a gente de espaldas al grupo y hablando todo el rato o incluso sentados en el suelo. Los setlist además suelen ser mucho más cortos y suelen ir a piñón fijo sin setlist arriesgados o con guiños a los fans.
  8. La organización en múltiples escenarios para cuadrar los horarios de las tropecientas bandas hace que sea habitual los solapamientos y lo normal es que toquen de forma simultánea varios grupos que querrías ver impidiendo que disfrutes del cartel como te lo venden. Cuando no se solapan, a lo mejor tienes que recorrer suficiente distancia y esquivar tanta gente que es probable que pilles el siguiente concierto empezado. Recordemos que el Primavera Sound ha llegado a tener 2km de punta a punta.
  9. La cantidad de gente hace que muchas veces sea inasumible ver de verdad a un grupo. Lo más probable es que lo veas bien lejos y desde una pantalla gigante. Además, esos vídeos post-festi que se muestran en YT están muy bien, pero también estaría guapo que sacaran vídeos de los baños, de la gente cociéndose a pleno sol en verano o de aquellos que se van a por una cerveza en la parte más relajada de un concierto y se ven atrapados en una tremenda cola para pagar una bebida en la barra.
  10. El sonido cruzado es real, puedes estar escuchando a un grupo con un montón de ruido de fondo e incluso con el sonido de otro escenario invadiendo aquél en el que te encuentras en ese momento.
  11. Los festivales se extienden cada vez más. El Resurrection Fest, el Primavera Sound o el Mad Cool ya duran 4 días en vez de 3 y están activos absolutamente a todas horas. Su objetivo no es que escuches muchos grupos, si no que consumas el producto del principal patrocinador del festi: Estrella Damm en el Primavera, Mahou en el Mad Cool o Estrella Galicia en el Resurrection Fest. Han descubierto que si realmente vas a ver un concierto, lo que haces es ver el concierto y no beber cervezas non-stop, así que eso no se puede permitir.
  12. Los locales se ven afectados por la suciedad, el tráfico, el incremento de precios, el transporte público colapsado y por estructuras festivaleras que dividen a la población según la imagen que se intente mostrar. Los vecinos de La Mina y El Besòs y el Maresme están hasta la polla porque el Primavera actúa en cierta forma de barrera natural para ellos.
  13. Los festivales generan una cantidad de mierda y contaminación desmesurada. Hablamos de decenas de miles de toneladas de basura y emisiones de carbono fruto de los desplazamientos. No se donde leí hace poco que más de un 60% del público del Primavera era extranjero, a ver si lo vuelvo a encontrar pero eso da una pista de todos los desplazamientos que supone.
  14. Se pagan sueldos de miseria a la gente que atiende en las barras (que no tienen derecho ni a bocadillo ni a alojamiento) y a la gente en control de accesos que en muchas ocasiones se les encasqueta funciones de seguridad que no están preparados para asumir. Las cuadrillas de montaje son en su mayoría gente joven o extranjeros a los que no se les apoquinan por norma todas las horas que trabajan, salvo para los roles especializados (como trabajo en altura). Hay relatos de trabajadores de barra que han aprovechado la ausencia de un encargado para largarse a disfrutar del festival y no volver más al puesto de trabajo.
  15. Los cabezas de cartel se repiten más que el ajo porque no hay relevo generacional, no ya de bandas si no de público. Los festivales exigen un gasto económico brutal que en muchas ocasiones solo se pueden permitir personas de mediana edad con un empleo estable y la gente joven no suele entrar en ese perfil. Es por eso que es bastante normal ver a bandas con 20-30 años de carrera encabezando los carteles.
  16. Esto quizás sea un pelín más abstracto pero en el afán por meter a todo Dios en un festi, se dan contextos realmente anti-climáticos donde bandas que funcionan mejor en sala o un pabellón mediano, se plantan en un festival donde la atmósfera está lejos de ser la idónea. Es algo que he pensado recientemente con Lana del Rey en el Primavera, el contexto más infumable posible.

Todo esto sin meterse en otros berenjenales como pases de invitados, zonas vip, postureo de redes sociales y demás, pero es casi lo de menos.

También quiero decir que no todos los macrofestivales son exactamente iguales, algunos hacen esfuerzos por cambiar algunas cosas. No sé cual era de estos dos pero el Canela Party o el Sonorama pagan sueldos decentes y dan comida caliente a los currelas y el Rototom hace un esfuerzo por ser sostenible y generar empleo y escena local. En cualquier caso son las excepciones.

Hay otros modelos atractivos que funcionan mejor como los ciclos de conciertos, los festis de un solo día que son mucho más temáticos o cosas como el Sound Isidro que mezcla bandas locales en salas o conciertos gratuitos en pueblos de todo Madrid. La conclusión en cualquier caso es que los macrofestivales son eventos masivos de consumo enfocados al turismo y que no solo no hacen nada por la escena musical si no que se la cargan. Viven del FOMO y ya es costumbre ver a gente flexeando de su último festi en redes sociales más personales (Instagram, Tik Tok) a la vez que se cagan en todo aspecto imaginable del festival en otras redes más dadas a ello (como Twitter).

Todos hemos disfrutado de muchos conciertos en festivales, es innegable, pero hay que ser conscientes del precio que supone este modelo (y con "precio" no me refiero el coste literal, que también xD). Cada vez es más difícil ver a tus grupos favoritos sin apoquinar un pastizal, que no solo es la entrada de un día si no quieres apoquinar todo el abono, el desplazamiento al festi y el coste prohibitivo de la comida y bebida, etc. También es la idea de que hay grupos que jamás verás en una sala o en un pabellón lleno de fans del grupo si no acabas por ir a un evento de estos del demonio.

Mi novia me regaló la entrada de un dia del Tomavistas para ver a Dinosaur Jr porque me hacía mucha ilusión pero no me animaba a comprarla. Vi que se saltaban del setlist dos temas, vi como había un corrito sentado en el suelo mientras sonaba Start Choppin', tenía delante a un grupo que ni miraba ni paraba de hablar y vi como una muchacha decía "me aburro" pero ahí estaba grabando. Legítimo supongo pero...¿No habría sido mejor de otra manera?

Ale, ahí queda.

12
k0yi

Me alegro mucho o te acompaño en el sentimiento. Depende lo que sea.

3 1 respuesta
B

Malditas grandes empresas que pagan más que las pequeñas, #FvckCapitalismo #NoALosMacroFestivales

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AlecHolland

#2

7
manurivas

Iboga 2022 terrible pesadilla

https://www.ultimahora.es/noticias/comunidades/2022/08/22/1779035/facua-denuncia-iboga-summer-festival-tavernes-por-malas-condiciones-sanitarias-zona-camping.html

https://x.com/ibogasurvivors?lang=es

D10X

Sin ser yo ningún experto ... Esto es así desde hace más de 20 años. Recuerdo un trabajo para el colegio sobre impacto ambiental q me dio por ir a entrevistar a trabajadores del parque donde se celebraba el Festimad, y contaban auténticas barbaridades sobre el destrozo q eso ocasionaba.
Además, con 18 años me apuntaba de voluntario y pringabas por tener entrada gratuita.

Yo de los festivales lo q recuerdo es q todo era caro, y te inventabas mil mierdas para colar bebida y comida.

Y eso hace más de 20 años, y cada vez ha ido a peor. La mayor mierda ha sido el nacimiento de los food truck y venderlos como algo super moderno.

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AlecHolland

#6 Si, lleva corriendo el problema muchos años pero cada vez se hace más grave. En cualquier caso es una burbuja que tiene que explotar porque los precios no paran de subir y la capacidad de estos festivales tiene un límite. Con el Primavera Sound se les fue la flapa hace 2 años alargándolo durante 2 findes con conciertos de por medio. Distancias kilométricas, baños y barras innacesibles, transporte público colapsado, etc, etc. Asumir (según los organizadores) 500000 personas más en un festival con público mayoritariamente extranjero y que una parte significativa se desplaza de otras provincias, es demencial. Razón de sobra para que el experimento no se repitiera.

El Viña Rock intentó moverse a Benicàssim para hacer la misma jugada de crecer hasta el infinito pero no les salió bien la jugada.

#3RastAfar1:

Malditas grandes empresas que pagan más que las pequeñas, #FvckCapitalismo #NoALosMacroFestivales

Lo sufrirás igual cuando quieras ver a un grupo cerca y no puedas porque una promotora lo tiene secuestrado en su circuito de macrofestivales y encerrado tras un precio de entrada desorbitado. Además, los promotores pagan más, pero muchas veces con dinero público no auditado. Lo primero que se cierra en un festival son los cabezas de cartel porque hay cuatro monos con un cuchillo intentando llevarse las bandas de turno y ese dinero de primeras muchas veces viene de los ayuntamientos (igual que los servicios de limpieza, el refuerzo en presencia policial, los servicios de transporte, el control del tráfico, etc).

Para colmo, que paguen más es mentira. Pagan más en España porque se les va la mano con el dinero público que reciben y pagan más solo a los grupos principales.

La marca España es básicamente el turismo y los festivales son un apéndice (o un tumor) de este modelo. De ahí que Live Nation, que es lo mismo que el Mad Cool, haya decidido extender su modelo en una de las zonas más tensionadas de España respecto al precio de la vida: Málaga con el Andalucía Big Festival. ¿Por qué? Porque hay guiris. Tú no les importas un carajo, ni les importan los músicos y le tienen más cariño a la cervecera que les patrocina que al grupo, al espectador o a la ciudad donde se organiza.

Aprovecho para que veas lo bien que tratan las promotoras a los artistas. Live Nation en este caso concreto:

PD: Cito a @KaNiBaL_Cb que le interesaba el tema desde que hablamos del conci de Taylor Swift

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B

#7 No vivo ni en una zona donde suelan venir grupos extranjeros, asi que me da igual, de todas formas nadie les obliga a aceptar los contratos, rechazas y te montas tus 15 conciertos en solitario, que lo dices como si sólo pudieran montar eventos 4 empresas.

Lo único que les acuso es la falta de medidas en muchos de ellos

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AlecHolland
#8RastAfar1:

No vivo ni en una zona donde suelan venir grupos extranjeros, asi que me da igual, de todas formas nadie les obliga a aceptar los contratos, rechazas y te montas tus 15 conciertos en solitario, que lo dices como si sólo pudieran montar eventos 4 empresas.

En España el problema cada vez es más grande. Live Nation posee el Andalucia Big Festival, el DCODE, el Mad Cool y otros tantos. En EEUU es incluso peor y vamos hacia ese modelo. Live Nation organizó en 2019 el 60% de los conciertos en EEUU y lo más grave es que es propietaria de una cantidad enorme de recintos y A LA VEZ es propietaria de Ticketmaster, la mayor empresa de venta de tickets. Si no fuera ya suficientemente grave, posee una serie de cadenas de radio de alcance nacional así que llegamos al punto en que eligen la música que se escucha, los locales en los que se toca y el precio de los tickets. En España las promotoras pequeñas muchas veces se crean con el objetivo de fusionarse con una grande y adquirir la cartera local de clientes

Ya es difícil montar una gira de 15 fechas sin palmar pasta, sobre todo ahora que las salas tienen la feísima costumbre de cobrar comisión por merchandising e ingresar plenamente la venta de bebidas. Dada esa situación, es más fácil entrar en el portfolio de un promotor y que te llame para cuatro fechas de festi en verano y una minigira fuera de temporada alta, pero al final es una situación precaria donde dependes absolutamente de lo que decida la promotora de turno.

Hace falta una política cultural contundente que no se lleva a cabo porque los ayuntamientos pierden el culo por tener su propio festival y tiran el dinero sin mirar dos veces a estos gigantes, promoviendo ese descontrol absoluto. Además, insisto en que se está tirando dinero desde concejalías de cultura que a efectos prácticos, es dinero destinado al turismo.

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Wei-Yu

De este tema tenía pendiente leer, me encontré alguna cosilla suelta con poca miga hace tiempo pero ya. Le echaré un vistazo al libro que mencionas en #1 gracias.

Yo creo que esto tiene mucho que ver con el consumo de experiencias pre-empaquetadas. Poco a poco cada vez hay más de estas, desde un aglomerado de vales para "una experiencia de ensueño" en la ciudad vecina hasta gestionarte el 100% de un tour por maratones en ciudades europeas para que sólo te tengas que preocupar de correr.

Lo que no sé es qué factores han contribuido a que se infle tanto y tan rápido (hace 30 años no era lo mismo que hace 10, ni hace 5). Imagino que tanto DINK quizás influya a que se den situaciones así. Lo que sí tengo claro es que en el momento en el que se industrializa el proceso ("oficiliza" o "profesionaliza" si lo quieres abordar desde otra perspectiva) es cuando empiezas a ver esas situaciones casi oportunistas que rozan lo extractivista.

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MacCulkin

Se te olvidan los gastos de gestión del 10% por cada entrada aunque las compres todas en un solo proceso, otro atraco ahí. Iba a ir a uno el año pasado y afortunadamente se canceló. Efectivamente lo de la pulsera cashless es una putísima mierda, los precios desorbitados y que fuera de eso es complicado conseguir para ver a un artista. Menos mal que este año ese artista vuelve en un evento con una organización pequeñita y parece que todo mucho más controlado, no me quedan ganas de ir a un festival en mi puta vida

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forcem

Yo lo que he visto últimamente es que para algunos conciertos de bandas conocidas ya están pidiendo precios de 3 cifras de salida. Y joder ya piensas por un poco más(o incluso menos) me pago un festival y me dan al menos dos días de conciertos a chorro.

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Porimas

Que ganas de ir a que me atraquen al Monegros :smiling_imp:

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AlecHolland
#10Wei-Yu:

Yo creo que esto tiene mucho que ver con el consumo de experiencias pre-empaquetadas. Poco a poco cada vez hay más de estas, desde un aglomerado de vales para "una experiencia de ensueño" en la ciudad vecina hasta gestionarte el 100% de un tour por maratones en ciudades europeas para que sólo te tengas que preocupar de correr.

Esto que dices de las experiencias pre-empaquetadas es SUPER interesante porque ha surgido la polémica en redes debido a los vídeos de algunas influencers que han acudido al Primavera en el que se demuestra que los patrocinadores no necesitan ni siquiera que salgas del recinto para vender la marca (¿Primavera o Adidas?):

El fenómeno DINK de todas formas tampoco creo que sea algo aislado.Es decir el DINK es resultado de una serie de condiciones socieconómicas (contexto de inflación y crisis perpetua, ausencia de vivienda en propiedad, falta de políticas de conciliación) que conllevan a que la gente esquive el trauma de un futuro incierto y se refugie en aquello que te ponen en la puta cara: productos de consumo constante que se renuevan cada segundo para que no te pares a pensar en la mierda de contexto en el que vives. Aplica a todo claro, y eso incluye la forma en la que vas a los festivales.

#11MacCulkin:

Se te olvidan los gastos de gestión del 10% por cada entrada aunque las compres todas en un solo proceso, otro atraco ahí. Iba a ir a uno el año pasado y afortunadamente se canceló. Efectivamente lo de la pulsera cashless es una putísima mierda, los precios desorbitados y que fuera de eso es complicado conseguir para ver a un artista. Menos mal que este año ese artista vuelve en un evento con una organización pequeñita y parece que todo mucho más controlado, no me quedan ganas de ir a un festival en mi puta vida

Si, y lo más grave es eso, que muchas veces la misma promotora del festival es la misma empresa que te ofrece los tickets o es la misma empresa que te ofrece el Cashless: En el hilo de Taylor Swift un usuario comentaba que el último evento al que fue, compró la entrada por Enterticket y esa empresa de ticketing le pertenece a Idasfest que se encarga de las pulseras cashless de casi todos los putos festivales. Luego está el sangrante caso de Live Nation que puede ser la promotora, la que te vende los tickets y la propietaria del recinto así que controla el 100% de los precios y la guita que se hace (aunque es cierto que esto es más un fenómeno de EEUU, de momento)

#12forcem:

Yo lo que he visto últimamente es que para algunos conciertos de bandas conocidas ya están pidiendo precios de 3 cifras de salida. Y joder ya piensas por un poco más(o incluso menos) me pago un festival y me dan al menos dos días de conciertos a chorro.

Esa es una cosa de las que más miedo dan. Beyonce en su gira de EEUU estaba ofreciendo precios de salida de hasta 250$. Es lo que sucede cuando solo unas pocas promotoras dominan el cotarro, que se pueden permitir "tensar la cuerda" hasta esos límites.

#13Porimas:

Que ganas de ir a que me atraquen al Monegros :smiling_imp:

Caso interesante. La empresa Superstruct, que es propiedad de un fondo de inversión estadounidense, tiene una participación mayoritaria del Monegros y el Sonar. El año pasado apoquinó 120 millones de euros para hacerse con la promotora del FIB, el Arenal Sound y el Viña Rock entre otros. Lo más gracioso es que el pavo que dirige Superstruct es un ex-directivo de Live Nation y más gracioso aún es que Live Nation intentó hacerse con esta promotora (The Music Republic) en 2019 pero no lo consiguió porque no aceptó los términos de la venta, que incluían colocar a los hermanos Sánchez (dueños de The Music Republic) como presidentes de la división española.

Al final todo esto es un tejemaneje de empresas para ver como te sacan la guita.

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tute07011988

A mí lo que siempre me ha maravillado de los festivales, pero no de ahora, igual de los últimos 15 años, es ver los mismos carteles en todos lados; especialmente los "indies". Además de cómo se han ido homogeneizando, metiéndote en vena música mainstream que antes no tenía cabida.

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MacCulkin

#14 dios qué choni la del video... el "bass-tage" es lo mejor de todo. Increíble como alguien así consigue ser portavoz de nada.

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AlecHolland

#15 Claro, porque la cartera de clientes es la misma y porque es difícil renovar. Una misma promotora te va a meter el mismo grupo en todos sus festivales y otra hará lo mismo con los artistas que manejen ellos. Igualmente y como decía, el coste de ir a un festival se ha disparado (el precio de la entrada, de las consumiciones y el alojamiento en una zona masificada, etc) así que el cartel busca en gran medida llevar a los artistas que van a consumir principalmente personas de una determinada franja de edad, es decir, personas de +30 con un sueldo fijo y "decente". De ahí que te metan tantos grupos con 20-30 años de carrera.

#16MacCulkin:

dios qué choni la del video... el "bass-tage" es lo mejor de todo. Increíble como alguien así consigue ser portavoz de nada.

Y un dato importante: Apenas habla de música en el vídeo. Lo más importante es la zona VIP donde comes gratis "y te pasas todo el día" y el showroom de Adidas donde te regalan ropa.

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STILES

Sobreviví al Festimad del 2005 y respondo preguntas

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MoRiBuNdO

#18 Que guapo Prodigy al amanecer con todo ardiendo a lo Mad Max.

Tengo un colega que se trajo una bici-nevera del Festimad aquel año y sigue usandola cada verano xDDDDDDD

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STILES

#19 xdddd si si, al mas puro estilo disturbios en Los Ángeles

Wei-Yu
#14AlecHolland:

Esto que dices de las experiencias pre-empaquetadas es SUPER interesante porque ha surgido la polémica en redes debido a los vídeos de algunas influencers que han acudido al Primavera en el que se demuestra que los patrocinadores no necesitan ni siquiera que salgas del recinto para vender la marca (¿Primavera o Adidas?):

Esto va un poco en la línea de lifestyle brands y headless brands, es un tema con mucha miga la verdad. Al final parte del proceso de industrialización no deja de requerir mecanismos como este en el que una empresa "ocupa" un espacio que antes era comunitario. En el caso del tiktok que has puesto piensa que ahí hace años estarían "trend setters" que se organizaban de forma orgánica y que hasta llegar a ese punto se ha pasado por varios estadios hasta que la marca ya se asienta al completo.

Al final sin querer tintarlo de algo negativo también hay que verlo como un paso lógico y natural; una empresa provee un servicio (vinculado al "lifestyle") y eso es mucho más "confiable y constante" que gente haciendo cosas "porque les apetece" y sin esa marca por el medio no se podría llegar a la cultura de masas (que tiene cosas malas, pero también buenas).

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ChaRliFuM

Yo cada vez estoy renegando más de los festivales, de hecho este año ya solo voy a ir a eventos pequeños o que están organizados por gente local.

He ido al Viña Rock varias veces, la última el año pasado y aquello ya no es un festival ni es nada, es una máquina de imprimir billetes. Si no me equivoco los promotores lo vendieron a un fondo de inversión extranjero por más de 100 millones.

Cada año la masificación es peor y cada año la infraestructura está peor montada. La organización de puertas para afuera del recinto no quiere saber absolutamente nada, hay cosas tan básicas como poder ducharte y asearte que son un lujo, de hecho si compras el abono en las últimas fechas la organización te dice que ya no puedes comprar el bono-ducha y que si te quieres lavar te tienes que buscar la vida, cómo? Te vas a hacer una hora de cola a la casa de alguien dentro del pueblo para ducharte y cargar el móvil a cambio de dinero, con suerte te venden también un táper de macarrones con chorizo hechos del día anterior a precio de puta.

Lo de los baños es demencial, la cantidad de mierda que se puede acumular. Horas y horas sin pasar a limpiar, hasta el punto de que a veces, literalmente la mierda asoma.

0 control fuera del recinto: Es un festival con una ideología MUY marcada y lo que ocurre es que mucha gente va allí sin sacar abono, acampan y se montan la fiesta por su cuenta (los archiconocidos "Anti-Viñas" con sus propios carteles y el copón bendito), al final terminan vendiendo 250.000 abonos pero se juntan más de 300.000-350.000 personas, todo ello sumado a la deficiente infraestructura tiene como resultado que está todo lleno de mierda no, lo siguiente. Nadie controla quién puede acampar y quién no.

A todo esto se suma la inseguridad... Los robos son el pan de cada día... tanto dentro como fuera del recinto... el año pasado la GC cazó a gente con más de 90 móviles en la mochila...

¿Qué hace la organización? Se la suda, pero eeeeeeh, te ponen 400 seguratas en la entrada a revisar que no se te ocurra meter ni una gota de alcohol. ¿Llevas una birra recién abierta? Te hacen tirarla o no entras. ¿Llevas una Kalasnikov y 30 cargadores de munición? Puedes pasar.

La calidad del sonido cada vez peor, cuando hay conciertos muy masivos desde el fondo no se oye una mierda. Lo único que funciona de puta madre es el tema de la pulserita, tienes 3093059 máquinas para recargar y va siempre a toda hostia, personal en la barra que no falte. Pero oye... no pongáis una zona de duchas más no vaya a ser que os arruinéis hijos de puta.

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AlecHolland

#21 Está claro que se vende un lifestyle y que hay un paralelismo evidente entre el frenesí del festival y la forma en la que consumimos fuera de él. El ejemplo más claro es que muchas veces compramos la entrada del festival porque es un festival y es un plan más o menos estándar en verano. Sabemos el rollo pero a lo mejor no sabemos ni los grupos, ni el horario, ni como es recinto y los servicios. Es una compra parcialmente impulsiva por miedo a quedarse fuera porque de alguna manera, tenemos que participar en esa experiencia que comparte tanta gente cada año.

Te calientan la cabeza con las after movies que muestran la parte bonita y a la vez vive en ti la amenaza constante de quedarte sin abono, que además aparece de primeras (cuando menos info tienes del festi) a precio reducido. Se manifiesta también la paradoja de la elección con la ansiedad que provoca el tener tantos grupos para ver que se solapan entre si. Lo curioso de todo este conjunto es que las personas que más cómodas se van a sentir en un festival de estas características son aquellas que menos interesadas están en la música porque para ellos es suficiente con vivir la experiencia, compartirla en redes, etc. No tienen dudas sobre el abono (lo importante es ir, no que vas a ver o si merece la pena pagar por X grupo) ni tienen conflictos con los horarios.

De nuevo aparece el problema de base y es que los festivales ya no van sobre música. Para los promotores es pegar el pelotazo, para los músicos es ganar una pasta extra por un set más corto y menos fechas y para los asistentes es simplemente, decir que has estado allí en las redes sociales

No creo de todas formas que sea 100% incompatible y que sea el caso general: Puedes ir a un festival perdiendo el culo por algunos grupos y compartir la emoción en redes por haber estado allí, pero la maquinaria de los macrofestivales realmente opera en contra de la música y en contra de esa experiencia concreta.

Como digo, yo fui al Tomavistas a ver a Dinosaur Jr hace unos días y realmente solo vi a Dinosaur Jr, paré a comer algo con una amiga que estaba por allí y me fui. En cierta forma no quería ir al festival, si no ver a Dinosaur Jr que viven secuestrados en este circuito. ¿Lo más honesto sería no haber ido? Seguramente, pero también fue un regalo de mi novia y me gustó verles, aunque sales con ese sentimiento contradictorio sabiendo que en un recinto de capacidad media con un telonero habría sido mucho mejor, porque la gente va ahí a lo mismo que tú. Probablemente esté pidiendo otro lifestyle que no es el que me venden los festis.

#22ChaRliFuM:

He ido al Viña Rock varias veces, la última el año pasado y aquello ya no es un festival ni es nada, es una máquina de imprimir billetes. Si no me equivoco los promotores lo vendieron a un fondo de inversión extranjero por más de 100 millones.

Si, Superstruct. Se llevaron el Viña, el FIB y el Arenal Sound entre otros por 120 millones.

#22ChaRliFuM:

hay cosas tan básicas como poder ducharte y asearte que son un lujo, de hecho si compras el abono en las últimas fechas la organización te dice que ya no puedes comprar el bono-ducha y que si te quieres lavar te tienes que buscar la vida, cómo?

Si, se me olvidaba que muchas veces al margen del festival puedes pagar un plus por el parking, el camping, las taquillas, las duchas, etc, etc.

#22ChaRliFuM:

A todo esto se suma la inseguridad... Los robos son el pan de cada día... tanto dentro como fuera del recinto... el año pasado la GC cazó a gente con más de 90 móviles en la mochila...

Lo de encontrar la mochila o la riñonera rajada y vaciada es un clásico del Resurrection Fest. Unos amigos van siempre y no hay año que no caiga una anécdota de eso.

#22ChaRliFuM:

La calidad del sonido cada vez peor, cuando hay conciertos muy masivos desde el fondo no se oye una mierda. Lo único que funciona de puta madre es el tema de la pulserita, tienes 3093059 máquinas para recargar y va siempre a toda hostia, personal en la barra que no falte. Pero oye... no pongáis una zona de duchas más no vaya a ser que os arruinéis hijos de puta.

Eso también. Ver al cabeza de cartel a 200 metros del escenario a través de pantallas gigantes mientras se te suma el sonido de toda la gente de fiesta y otros escenarios es un clásico. No fue un macrofestival pero estuve viendo a Robe en Rivas y en un pabellón de 30000 personas, a pesar de estar en pista, me tocó verle por la pantalla gigante. A este paso van a tener que hacer los escenarios de 3 metros de altura para que puedas confirmar que están ahí tocando.

Supplicce

Este hilo me recuerda a los debates que estan teniendo lugar últimamente sobre los destinos vacacionales.

Empezaron con buen pie, dando a conocer la zona y mejorando la economía de la misma.

Esto dio paso poco a poco a ponerse de moda, y, ser aprovechado por X para explotarlo hasta el limite, mosqueando incluso a los habitantes del lugar donde se realiza, que en un inicio si apoyaban la actividad.

Llegará el momento en el que por simple masificación, pritestas, malas reseñas, etc o deberán tomar medidas serias y recular en aforo, dias, precios, etc, o, acabarán con mala reputación y muriendo por su propio éxito inicial.

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AlecHolland

#24 El problema es que para los promotores eso es palmar pasta y no creo que estén dispuestos. La única forma que tenemos de entender el éxito de una empresa es a través del crecimiento, de ahí que ahora festis como el Mad Cool, el Primavera, el Arenal Sound o el Resurrection Fest duren 4 días en vez de 3.

Se formará en algún momento un cuello de botella en el que o empiezan a cobrar más por las entradas, o empiezan a pagar menos a los artistas y los currelas, o todo a la vez. Ahí ya veremos si no "mueren de éxito", pero eso es una constante. Dudo que pongan más días de festi, son una experiencia agotadora y ya se demostró con el Primavera 2022 que eso es demencial para el público, la localidad, etc.

Puni

No sé, yo la verdad es que no he ido a ninguno en plan tradicional con acampada, pero por menos de 200€ en el Madcool de 2022 pude ver a Muse, Metallica, Placebo, The Killers, Royal Blood, Imagine Dragons, Pixies, War on Drugs y algunos más que o vi de pasada o que ni me dio tiempo. Y fui en tren por 2€ y volví en bus gratis todos los días.

Solo con entradas para 2 de esos grupos por separado ya me salía a cuenta. No me gusta todo lo que rodea a los festivales pero por esos precios...

KaNiBaL_Cb

Muy buen hilo  @AlecHolland coincido en todo lo que has dicho. El libro de Nando Cruz lo tengo pendiente.

Una vez mas todo es cuestión de pasta. Aquí en Sevilla tenemos dos ejemplos muy concretos de esta evidencia: el Icónica Festival que es una suerte de conciertos programados durante todo el verano en la Plaza de España (que alguien me diga que timbre hay que tocar para que te dejen hacer esto en un sitio así), batiburrillo de artistas muy famosos con entradas mega caras para un público adulto, en su mayoría con pasta y a poder ser extranjeros, en el que entran en juego esas experiencias pre-empaquetadas. Existe un pack que incluye fiesta privada en Zahora (Cadiz) + viaje por el río hasta Sevilla + entrada del Iconica por unos 3-4mil euros.

El otro ejemplo es como se cargaron Territorios Sevilla, un festival histórico, que apostaba por la cultura, por la calidad y por no venderse a las modas. De manera natural algo así murió en una ciudad como Sevilla, y en su lugar hoy tenemos un festival mediocre como es el Interstelar, que cada año repite el 90% de sus nombres, un festival dirigido a toda esa gente que no escucha música y que si tuviese que hacer un esfuerzo mínimo para ver a estos grupos a más de media hora de su casa no irian.

Yo personalmente hoy día he abandonado los macrofestivales, he tardado 20 años en dejarlos y ahora solo me quedo con eventos muy reducidos, en localizaciones naturales y salvajes. Eso, o irme a un teatro a ver a mi banda favorita sentado en una butaca.

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SaRev0K

#18 Que pasó pues? He leído más abajo The Prodigy y algo a lo Mad Max xd

PD: Ya he estado mirando algo y tela que locura

1 respuesta
STILES

#28

1 2 respuestas
autlos

sin leer tus 180.000 palabras diría que el problema principal de los festivales es que la acústica es tan mierda que salvo que tu interés verdadero sea meterte en un pogo y hacer cola para mear, se disfruta más un mp3 a 128kbps.

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