Un hombre brasileño que entrenaba a menores de edad en una escuela de fútbol ha aceptado hoy la expulsión de España por un tiempo de diez años por dos delitos de exhibicionismo ante dos de sus alumnos, menores de edad, y uno de pornografía infantil.
El procesado, por entonces entrenador de apoyo de la escuela de fútbol 7 de la Fundación del Valencia CF, aprovechando la confianza que en él habían depositado sus alumnos, contactó por internet con dos de ellos y, a través de una webcam, les enseñó el pene y se masturbó.
El procesado, de 29 años, ha aceptado además pagar una multa de 6.480 euros e indemnizar con 3.000 euros a cada uno de los niños, de 11 años.
Asimismo, tiene prohibido aproximarse y comunicarse con los dos chicos durante cinco años y estará inhabilitado para entrenar a menores durante otros diez.
El juicio celebrado hoy en la Sección Cuarta de la Audiencia de Valencia se ha resuelto de este modo, con la conformidad de las partes, después de que el fiscal haya rebajado su petición inicial de pena de 3 a 2 años de prisión, que finalmente han quedado sustituidos por la expulsión.
El procesado ha admitido los hechos y no ha sido necesaria la práctica de la prueba testifical, que incluía la declaración de los dos niños.
Respecto al montante de la multa y las indemnizaciones, que en total suman 12.960 euros, el hombre ha declarado que lo hará efectivo "por transferencia bancaria", ya que estará "fuera de este país".
Según se declara probado, Fabio Barreto B.A., brasileño de 29 años, siendo entrenador de apoyo de la escuela de fútbol 7 de la Fundación del Valencia C.F., entrenaba a un grupo de menores de edad, entre ellos las dos víctimas, de 11 años ambas, a las que pidió su "messenger".
El 1 de marzo de 2009, desde su domicilio, en Valencia, se conectó a través de su "messenger" al de los menores, que se encontraban en casa de uno de ellos.
A través de la cámara del ordenador, les enseñó el pene a la vez que se masturbaba, y les dijo que hicieran ellos lo mismo, a lo que accedieron.
Asimismo, seis días después contactó con uno de los chicos y le volvió a enseñar el pene.
Posteriormente, la policía procedió al registro del domicilio del acusado y allí hallaron un ordenador de su propiedad con decenas de archivos de imagen y vídeo en los que aparecían menores de edad en actitud o actividades de contenido sexual y/o pornográfico.
También consta que el hombre había realizado búsquedas de archivos con terminología pedófila, igualmente con la aplicación e-Mule.
Fuente: Levante - Las Provincias