#454 Pero el comunicado que presentas es de ASSOCIATED PRESS
LUNES, 15 DE FEBRERO DE 2016 14:00 GMT[/]. Hasta ayer las 457 denuncias sexuales, son 457 y no 1000.
Esto no vale la pena discutirlo, porque 200 denuncias pueden ser por el alarmismo de la situación y a lo mejor a esas mujeres les han hecho lo mismo una veintena de alemanes en su vida y no le han dado importancia o lo mismo puede que haya 200 más que no se atreven a denunciar y no ha habido 3 violaciones, sino 30.
El problema es que están asociando una actitud y valores a un colectivo, como si significara la corrupción y decadencia de nuestra sociedad. Ahí entra en valor la noticia que traigo, no sobre violencia de género, sino sobre los mismos actos que ahora se están personificando en los refugiados e inmigrantes relacionados con oriente y áfrica.
¿Sabes que ocurre cuando Ana denuncia a Juan (ejemplo)? Que los mismos que en este hilo hablan de expulsar a los inmigrantes, al sentirse más cercanos a ellas, se pondrán de parte de Juan , que es un hombre como ellos, y pedirán pruebas, y más pruebas, y dihram que algo habrá hecho para merecérselo, y criticarán a Ana, y a todas las mujeres,y a las leyes que la amparan, y criticarán al estado etc.
Ocurre en este foro y en cualquier bar o reunión.
El sentido de pertenencia es intrínseco al ser humano. La educación emocional es una puta mierda y se asocian valores individuales, dados por la educación y la experiencia, como la moral, a todo el conjunto al cual pertenecen. Cuando un individuo rompe esas reglas, alguien que es igual que tú y que yo, entonces entran las dudas sobre la realidad de la conducta humana y su singularidad.
Cuando no se trabaja la inteligencia intrapersonal, la capacidad de abstraerse y reconocer las propias emociones y motivaciones, y se ignora también el aprendizaje interpersonal, la capacidad de percibir la naturaleza y motivaciones ajenas, el conflicto interno entre quién soy/quién debo ser, no puede solucionarse a través del propio entendimiento de la realidad, pues se carece de las herramientas para ello.
Entonces la disonancia cognitiva lleva a ignorar a estos elementos y a poner una distancia irreal entre unos y otros. La realidad es que todos tenemos un lado oscuro, pero la sociedad exige y condena su exposición, pero no da las herramientas al individuo para enfrentarse a ello, reconocerlo y poder superarlo o canalizarlo hacia una conducta no lesiva hacia terceros.
Aquí lo que tenemos es una conducta de rechazo hacia un colectivo por delitos comunes. Es fácil decir que son ellos, pero difícil aceptar que también lo hacen los nuestros, porque ello nos lleva a cuestionarnos a nosotros mismos.
¿Crees que a los cuatro voceros de turno les importarán las agresiones sexuales una vez expulsemos a los moros? No, al igual que tampoco les importaba antes de que llegaran. La cultura es solo el baremo social de aceptación de la conducta y la evolución del conjunto de ciudadanos.
Quién crea que es diferente a un chino, a un argentino o a un massachu, masachutsiano, massachuttsi..., a un ruso, en un mundo donde la cultura como arte, como expresión de la naturaleza humana, es global..., tiene un problema.
La superioridad moral no es una bandera que agitar como símbolo de orgullo. El orgullo debe darse de ser capaz de demostrar esa madurez en el convencimiento y apoyo al débil.
A estos 1047 que les den el castigo que merecen por sus delitos, pero mañana todo seguirá igual sino atendemos a aquello que nos une y no a lo que nos separa.