La información que firma Fernando Múgica en El Mundo expone que frente a la versión oficial que señalaba que el 13-M la Policía recogió la cinta de vídeo con la reivindicación, el sumario recoge de otra forma los hechos: "la cinta la encontró un funcionario de Policía, por iniciativa propia y al margen de cualquier servicio oficial. Un hombre de 51 años que ya no ejercía labores operativas porque se encontraba en lo que se llama técnicamente segunda actividad".
En el sumario también queda reflejado que "se incumplieron todas las normas de seguridad de cara a la posterior investigación de los hechos". Múgica desgrana varios datos "llamativos". El primero, que quien recibe la llamada de los terroristas a las 19:40 horas de esa sábado 13 de marzo para avisar de la existencia de la cinta es una mujer nacida en Tetuán (Maruecos), que trabaja como telefonista en Telemadrid desde 1985.
"10 minutos o se la daremos a otros"
Fue esta persona la que el 14-M trasladó a la Brigada Provincial de Información que un hombre, que podía tener entre 25 y 30 años y que hablaba en español pero con acento árabe, había llamado a la cadena autonómica de televisión desde el móvil 610781759: "Si quieren saber lo que ha pasado el día 11 de marzo, hemos dejado una cinta de vídeo entre la mezquita de la M-30 y el quiosco de los helados, en una papelera, y tenéis 10 minutos para recogerla o se la daremos a otros".
La telefonista llamó primero a la comisaría de Pozuelo y allí le dijeron que se pusiera en contacto con el 091 de Madrid. Cuando así lo hizo estaba presente una encargada de seguridad de la televisión, que sugirió a sus superiores que podía llamar a su padre, que vivía cerca de la mezquita.
Un policía en segunda actividad a 500 metros
Este hombre, policía en segunda actividad, declaró ante el juez del Olmo el 25 de mayo de 2004. Entonces, explicó que cuando recibió la llamada de su hija se encontraba a 500 metros del objetivo. El Mundo relata que "fue para allá, llegó a la esquina y vio el puesto de helados y la papelera que le habían indicado. Miró a su alrededor por si veía algún movimiento raro, se acercó al quiosco y desde allí echo un vistazo al interior de la papelera, que era de las perforadas. En apariencia, la cinta no estaba. Vio un bote de coca-cola, un periódico y unos vasos de plástico".
Teniendo en cuenta este relato, el diario concluye que, pese a ser policía, "cometió varias imprudencias absurdas. Primero: no tuvo en cuenta que, tratándose de la llamada de unos terroristas, podía ser una simple trampa explosiva. Se acercó al lugar sin que hubiera sido cercado por las Fuerzas de Seguridad y sin tomar las precauciones lógicas para estas situaciones. Segundo: sabiendo que los terroristas han dicho que retirarían la cinta en 10 minutos, lo lógico hubiera sido montar un operativo discreto en la zona para ver si se acercaba alguien a la papelera una vez transcurrido el plazo. Tercero: tocó el contenido de la papelera y, más tarde, la cinta, contaminando las huellas que podían haber dejado los terroristas".
En busca de una trampa sin precauciones
Tras el primer vistazo, "cogió el periódico que estaba en la papelera y empezó a revolver en los restos. Fue así como se dio cuenta de que había un guante de lana de niño, como de ocho o 10 años, que parecía tener algo duro en su interior. Recogió el guante y encontró dentro una cinta pequeña —la Policía Científica certificó que había sido grabada tres horas antes— metida en un cuarto de sobre blanco abierto por los dos lados. Lo miró con detenimiento por si tuviera un hilo de seda; se supone que buscaba alguna posible trampa", explica El Mundo.
Tras encontrar la cinta, llamó desde su móvil a su hija, que seguía en Telemadrid y le pidió que avisara al 061. Para entonces, todavía no había llegado patrulla alguna a las inmediaciones de la mezquita. El sumario recoge que poco después, el agente en segunda actividad recibió dos llamadas. La primera desde un teléfono muy largo. Se cortó antes de hablar. En la segunda le preguntaron si "es la persona que estaba cerca de la mezquita y que si tenía la cinta". Al interesarse por la identidad del comunicante le respondieron que era el jefe de seguridad de Telemadrid.
Hubo una tercera llamada de una persona que se identificó como jefe de sala del 091. Le preguntó por qué había ido por la cinta. Tras explicar que era agente en segunda actividad y que le había alertado su hija desde la televisión autonómica le pidieron que no se moviera.
El viaje de la cinta: de Ciudad Lineal a Canillas
Más de media hora después de que el 091 fuera alertado, a las 20.15 horas, apareció una patrulla "que le reprochó su temeridad". Cinco minutos después llegó otro coche patrulla de Ciudad Lineal. Fue a este dotación a la que entregó la cinta. Más tarde llegó otro coche de la Brigada Provincial de Información y uno de los inspectores le dijo que tenían orden de detenerle porque poseía la cinta.
Este agente en segunda actividad se contradijo en las dos declaraciones que efectuó. Ante la Brigada Provincial de Información, el 13-M, dijo que había entregado la cinta a los inspectores de esta área y que fueron ellos quienes le trasladaron hasta las dependencias de Canillas. Ante Del Olmo, el 25 de mayo, consta en el sumario que declaró "los de Información me pidieron la cinta, y les comentó el dicente que la cinta se la había entregado al inspector del coche policial de la zona de Ciudad Lineal".
La información de Múgica está apoyada por una imagen del lugar donde apareció la cinta. El pie de foto plantea otros interrogantes: apunta que el relato de quien encontró la cinta "tiene un fallo básico. Asegura que fue a la papelera que está junto al quiosco de helados. Pero, junto a ese quiosco hay dos papeleras idénticas, una enfrente de la otra, como puede verse en la fotografía. ¿Por qué no lo mencionó? ¿O es que sólo miró en una de ellas y acertó?"
Por lo menos antes de que fuera avisado por los terroristas, pero Tambien se dice que se grabó como muy pronto a las 5 menos 20 de la tarde.
Si teneis las cintas de la audioteca de la SER de ese día 13, al comentar esta noticia dicen que ya conocían desde la mañana de la existencia de una cinta de reivindicación aunque afirman no conocer si se trata de la misma cinta. Antes de que se grabara ya la conocían.