Hoy se cumplió el 85º aniversario de la Masacre de Nankín, suceso capital de la Guerra de Resistencia Antijaponesa (o como se conoce por aquí, Segunda guerra sino-japonesa).
Aunque el hecho pasa sin pena ni gloria por Occidente, es una efeméride importante en el Lejano Oriente, sobretodo en China, donde la recuerdan con bastante amargura, y no es para menos. Dependiendo de la fuente a la que se vaya, de decenas de miles de civiles a cientos de miles fueron o masacrados, o torturados y masacrados, o violados y masacrados, o masacrados y violados, todo esto con un sadismo, proficiencia y crueldad increíbles.
LOS HECHOS
En 1937 estalla la Segunda Guerra Sino-Japonesa donde Japón invade Manchuria después de fabricar un casus belli. El Ejército Imperial Japonés, que a estas alturas es uno de los más punteros ya no de Asia, sino del mundo, es un pésimo rival para el maltrecho Ejército Chino, que después de décadas desangrándose en guerras civiles con señores de guerra y con el PCCh está en un estado desastroso.
El Ejército Imperial Japones (IJA), durante toda esta primera etapa hasta el estallido de la 2GM dominaría el campo de batalla, venciendo batalla tras batalla, ocupando Manchuria sin dificultad, y pasando de inmediato al norte del país, construyendo un Estado clientelar en Mongolia del norte y tomando hasta Beijing, con el desastre simbólico que esto significa para China.
Ante este desastre, el Gobierno del KMT decide intentar expulsar a los japoneses de Shanghai, donde tienen apenas un pelotón para defender su legación extranjera, estallando la Batalla de Shanghai. Sin embargo esto acaba en un terrible varapalo para Chiang Kai Shek ya que, después de enviar refuerzos, Tokio se queda con Shanghai y roba a China el puerto de carga más importante de todo el país.
Es en este punto donde el Estado Mayor japonés espera una proposición de negociación del KMT. Los objetivos de Japón en este punto no son conquistar China, que como salta a la vista es imposible. Japón puede vencer en el campo de batalla, pero a largo plazo la demografía china haría cualquier tipo de ocupación inviable. La prioridad de Japón es quedarse con Manchuria.
Sin embargo Chiang Kai Shek sorprende al Estado Mayor y a Tokio, proclamando que no hará ninguna concesión y que defenderá el territorio chino hasta el último hombre y sacrificio.
Al recibir esta respuesta, inmediatamente Tokio empieza la campaña de Nanjing, y ordena a las Fuerzas Expedicionarias de Shanghai bajo el mando del general Iwane Matsui que marchen hasta Nanjing.
A pesar de que el IJA sigue manteniendo su superioridad en adiestramiento y material, esta campaña es comparativamente más difícil que las anterioreses. Si bien acaban forzando al Alto Mando chino a retroceder hasta Wuhan, no es después de sufrir, por primera vez en sus incursiones en China, bajas considerables.
Y es después de tomar la ciudad y izar la bandera del Sol Naciente en sus puertas, que empieza la Masacre.
Durante los sucesos que se seguirían durante semanas, Iwane Matsui no estuvo presente al estar en una enfermedad. El oficial a mando sería el príncipe Yasuhiko Asaka. Esto tendría fatales consecuencias, ya que fue el príncipe el que dio la orden de ejecutar a todos los prisioneros de guerra para evitar guerrillas.
Los soldados obedecieron sus órdenes y fueron más allá, pues durante las semanas siguientes se ensañaron constantemente con la población civil. Violaciones, masacres, torturas, incendios, saqueos, etc...
Todo esto fue presenciado por los civiles que sobrevivieron, pero sobretodo nos lo legaron los extranjeros que allí vivían y que los japoneses, obviamente, no tocaron. El más prolífico de ellos fue John Rabe, un empresario alemán, miembro del partido nazi, que organizó una Zona de Seguridad donde metió a miles de civiles para salvarles de las garras del ejército japonés. Algunas de las citas de su diario dicen lo siguiente:
No fue hasta que hicimos un tour por la ciudad que aprendimos el alcance de la destrucción. Vemos cadáveres cada 100 o 200 metros. Los cuerpos de los civiles que exaxminé tenían agujeros de bala en sus espaldas. Habían sido asesinados por detrás mientras huían.
Todos los 27 occidentales en la ciudad y la población china estamos totalmente sorprendidos ante el reino de saqueos, violaciones y masacres iniciado por tus tropas en el 14.
Algunos de estos sucesos incluían la extracción de fetos de embarazas mientras todavía vivían, la violación y sodomía de padres delante de sus hijos, obligar a padres a violar a sus hijos. Inserción de diferentes objetos como bayonetas, botellas de cristal o miembros amputados por los genitales de mujeres, masacres en fosas comunes de varios cientos de civiles, encerrar a civiles dentro de edificios que serían quemados posteriormente, exhibición de cadáveres mutilados en mitad de las calles, etc...
Cuando Iwane Matsui se recuperó de su enfermedad y volvió a la ciudad, puso a los oficiales en una fila, incluído el príncipe Asaka, y les recirminó que hubieran permitido este salvajismo, que se hizo eco en los periódicos y dejó en un terrible lugar a Japón. Según sus memorias, algunos oficiales se rieron.
Lamentablemente, la política que adoptaría USA al tomar el control de Japón fue la de amnistiar a la familia real. el príncipe Asaka, al ser pariente del Emperador Showa jamás se sentó en un tribunal. Fue el general Iwane Matsui que se sentó y fue juzgado por crímenes de guerra. Se dictaminó que no hizo lo suficiente para controlar a sus tropas y fue condenado a muerte junto a otros criminales como Hideki Tojo.
EL RECUERDO
La masacre de Nanking destaca por ser un hecho único en la guerra. Bajo ninguna otra toma de ninguna otra ciudad sucedió algo semejante. En la toma de Wuhan por ejemplo se prohibió cualquier exceso de los soldados bajo pena de muerte. Esto se hizo para no repetir el desastre mediático de la masacre, ya que Wuhan poseía varias legaciones internacionales con observadores de Europa y USA.
La masacre no ha sido olvidada sobretodo en China, donde en Nanjing está expuesto el Muro del Recuerdo de la Masacre de Nanjing, donde están expuestos los nombres de las 300 mil víctimas. Así como más monumentos y museos que recuerdan el suceso.
También es un hecho que suscita polémica debido a la existencia de negacionistas en Japón. Si bien la opinión mayoritaria, tanto historiográfica como popular es que sucedió la masacre, existen autores y figuras negacionistas que defienden en público que la masacre es una invención china y que, a lo sumo, murieron mil personas.
Tampoco las opiniones razonables tranquilizan a China, pues si bien se admite que la masacre existió con todo el sadismo y detalles, no creen que la cifra de 300k muertos sea factible, adoptando un rango de 50k muertos o 120k. Mientras que la RPC defiende una cifra de 300k tan dura e inmovible como el muro que levantaron en Nanjing para recordarla. (Dicho sea de paso que por lo que he leído, verdaderamente la cifra de 300k o incluso 200k parece demasiado extrema).
No siempre ha sido así no obstante. China durante varias décadas pasó por una fase de "amnesia conveniente" respecto a los crímenes de guerra japoneses. Para abrirse y buscar mejores relaciones el PRC impidió que se investigase mucho sobre el suceso, llegando a censurar a historiadores como Mei Xiao'ao bajo excusas como "estar agitando el odio nacional y el revanchismo". No fue hasta los 90, después de Tiananmen, que inaguraron la Campaña de Educación Patriótica, donde empezaron a enfatizar en todos los niveles (educación primaria, medios, etc...) el papel de China como víctima y Japón de agresor. Dicha campaña puede ser resumida en el eslogan "Nunca Olvides la Humillación Nacional". Es dentro de esta campaña donde se engloba también el énfasis en las afrentas que Occidente causó a China durante el "Siglo de la Humillación" de la dinastía Qing.
Sea como sea, la polémica entre estos dos países lleva levantada desde los 90, y no parece que vaya a relajarse en un futuro próximo. China acusa a Japón de no haber sincero con sus disculpas, y de dar demasiada manga ancha a los negacionistas y revisionistas. Mientras que Japón pide disculpas a título oficial, pero sigue permitiendo desastres diplomáticos como las visitas al Santuario de Yasukuni, donde hay enterrados criminales de guerra (como el propio Iwane Matsui), o figuras importantes como Shinzo Abe haciendo guiños a los revisionistas.
Y hasta aquí el hilo, por si hay a alguien que le interese un poco la historia china, que no suelen ser muchos por Occidente. Aunque tal y como está la geopolítica cada vez va siendo más útil...