El partido suprime por sorpresa las elecciones primarias para elegir a sus comités provinciales, que se designarán a dedo desde Madrid
Por sorpresa y sin posibilidad de debate, el líder de Vox, Santiago Abascal, ha decidido abolir el último vestigio de democracia interna que quedaba en su partido: la elección de los comités ejecutivos provinciales (CEP) y de ciudades autónomas (Ceuta y Melilla) por parte de los afiliados. Con menos de 48 horas de antelación, la dirección ha remitido a los afiliados de Vox una propuesta de reforma de los estatutos del partido en virtud de la cual los presidentes de los comités provinciales dejarán de ser elegidos por votación y pasarán a ser designados a dedo por el Comité Ejecutivo Nacional (CEN). La reforma se aprobará en la asamblea anual de Vox convocada a las 11 de la mañana del próximo viernes. Los afiliados no pueden asistir, ya que se celebra por vía telemática, pero tampoco tendrán fácil seguirla en directo, salvo que no trabajen, al celebrarse en jornada laboral y en horario laborable. En la documentación recibida por los afiliados de Vox no se argumenta la razón de esta reforma, que estos no pueden enmendar sino solo aprobar o rechazar por voto telemático.
La propuesta de reforma dice: “El CEN será el competente para designar a los presidentes provinciales, a propuesta de la Secretaría General. Una vez nombrado, cada presidente provincial propondrá a la Secretaría General el resto de los miembros que formarán parte de su CEP [Comité Ejecutivo Provincial] o CECA [Comité Ejecutivo de Ciudad Autónoma] y este lo ratificará con las modificaciones que correspondan en su caso”. Si se producen vacantes, los sustitutos serán designados por el secretario general a propuesta del presidente provincial.