Fuente:
https://www.elmundo.es/espana/2019/02/02/5c54893421efa004408b45b7.html
Se llama Adrián Mato, es español, tiene 23 años y estaba de vacaciones en Florida disfrutando de un partido de los Miami Heat contra los Chicago Bulls durante la tarde del miércoles. Era parte de un viaje que tenía que durar hasta este domingo. Una vacaciones que, al contrario de lo esperado, han acabado con el joven vistiendo un mono naranja en la cárcel del condado de Miami-Dade acusado de cuatro delitos por los que podría acabar más de 10 años entre rejas. Todo empezó con una discusión con sus molestos vecinos de la fila de atrás durante el partido de baloncesto.
Según se ha conocido en su vista preliminar, la Policía del Condado de Miami Dade le acusa de cuatro delitos: agresión a policías, resistirse a un oficial con violencia hacia su persona, conducta desordenada y desórdenes por intoxicación. De la lista de delitos los que pueden conllevar una condena más seria son los dos primeros. Según fuentes jurídicas consultadas por este diario, el cargo de la agresión a los policías (recogida en la sección 784.07 de Florida) implica una pena de hasta 5 años de prisión o de cinco años en libertad vigilada. Se trata, además, de un delito que suele perseguirse con dureza, incluso en personas que carecen de antecedentes penales.El segundo de los delitos, resistirse a un oficial de Policía con violencia, está recogido en el artículo 843.01 de Florida y también implica penas de hasta 5 años de prisión o cinco años de libertad vigilada. Se trata de un cargo por el que las penas de reclusión de 3 a 6 meses en una cárcel del condado son habituales, incluso para personas sin antecedentes penales, siempre que no se usaran armas o que los agentes no resultaran heridos. En el caso de que los agentes resulten heridos, es previsible una pena de prisión de mayor duración, informan fuentes jurídicas a EL MUNDO.En el caso de los otros dos cargos (conducta desordenada y desórdenes por intoxicación) las penas de prisión son considerablemente menores (hasta 60 días de reclusión por cada uno de los cargos) pero, en caso de no existir antecedentes los cargos suelen resolverse mediante el pago de una multa o dejando al detenido en libertad vigilada.