Descubierto un adulterante en la cocaína que debilita las defensas
El 91% de las dosis analizadas por una ONG eran fraudulentas y un 59% contenía Levamisol, un peligroso antiparasitario - Más de un 60% del éxtasis era falso
Consumir cocaína es cada vez más peligroso. Al riesgo de alteraciones psiquiátricas, trastornos nutricionales, cardiopatías y problemas neuronales hay que sumar ahora la depresión del sistema inmunológico. Un adulterante, el Levamisol, es el culpable.
Los adulterantes más comunes
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En los últimos 10 años bajó la pureza de todas las drogas y aumentó su precio
Energy Control, una ONG que analiza las drogas gratuitamente, estudió un total de 1.680 muestras obtenidas de consumidores en zonas de ocio de toda España. La mayoría estaban adulteradas. "Hay que aclarar que, en general, los que traen sus drogas a Energy Control es porque ya sospechan de su calidad porque se la han comprado a un vendedor desconocido", advierte uno de los médicos de la organización, Fernando Caudevilla.
El 91% de las 345 dosis de cocaína analizadas tenía adulterantes y el 23,2%, no tenían ni siquiera una pizca de esa sustancia. Solamente el 5,5% era pura. "En la cocaína hemos encontrado el mayor número de adulterantes", sostiene el informe. El más habitual es el Levamisol, presente en el 59%. Es un fármaco veterinario que se usa como antiparasitario y que produce una baja notable de los glóbulos blancos. Los usuarios dicen que incrementa la sensación del subidón. "Si bajan los glóbulos blancos, encargados de las defensas, uno es más susceptible a las infecciones. Hay mayor probabilidad de que se presente cualquier tipo de infección y de que sean más graves", explica Caudevilla. "Consumir cocaína con Levamisol es mucho más peligroso que consumirla pura", advierte.
Analgésicos, cafeína y anestésicos son otros de los adulterantes frecuentes, pero "el Levamisol es el que está despertando mayor preocupación por los potenciales efectos tóxicos que puede tener sobre los consumidores de cocaína por sus efectos tóxicos", señala el informe.
Rafael Guayta-Escolíes, del Observatorio de Medicamentos de Abuso del Colegio de Farmacéuticos de Barcelona, advierte, sobre el Levamisol, que "se ha visto en animales que, además de bajar los glóbulos blancos, altera la médula ósea".
Los datos del Ministerio del Interior muestran que en los últimos 10 años la pureza del gramo de cocaína se ha mantenido en torno al 50%, mientras el precio ha aumentado unos dos euros a lo largo de todo el período. Un gramo cuesta hoy entre 50 y 60 euros.
El éxtasis tampoco se salva. Y si es en pastillas, peor. El 61% de las dosis analizadas, de un total de 167, no contenía MDMA. Solo el 35% eran puras. Cada pastilla cuesta entre cinco y seis euros. En polvo, coloquialmente conocido como cristal, la pureza es superior. Más del 68% de las muestras, de un total de 515, contenían exclusivamente MDMA, sin ningún tipo de adulterante. El 15% tenía algún diluyente, lo que se usa para dar volumen y abaratar costes. Esto provoca menos efecto, por lo que se acaba consumiendo más. Un gramo de cristal cuesta lo mismo que uno de cocaína.
La anfetamina, conocida como speed, es la que se ofrece más diluida. De 254 muestras, el 73,2% contenía diluyentes y adulterantes y solo el 1,2% era anfetamina pura. En el 81% de los casos, el diluyente era cafeína, que tiene efectos leves para los consumidores. El gramo de speed cuesta entre 20 y 25 euros. Por último, la ketamina, utilizada para anestesiar parcialmente a los animales y también para curar quemados o tratar a embarazadas, está en expansión, principalmente en zonas como India y África, según Energy Control. El 55%, de un total de 40 muestras, tenía máxima pureza, y el 27,5% tenía adulterantes.
Luis Bononato, médico y director del Proyecto Hombre en la provincia de Cádiz, que trabaja en rehabilitación de drogodependientes, sentencia que quienes venden drogas adulteradas "están envenenando" a quien las compra y, sobre los diluyentes, advierte: "Si el efecto tarda más en producirse, el adicto va a consumir más hasta que lo logre y eso te puede llevar a una sobredosis". Más que un consumo responsable, como promueve Energy Control, Bononato insta a los consumidores a tomar conciencia de que "están poniendo su vida en manos de otras personas".
"Cuando mezclas, aumenta la toxicidad porque combinas los tóxicos de la droga con los de los adulterantes y los que se generan en la interacción de ambos", subraya Escolíes.
Frente a la decadencia de la calidad de las drogas tradicionales y los efectos nocivos que causan, la tendencia, según Escolíes, es buscar un consumo más "seguro". "Ahora quieren drogas con menos efectos adversos, por eso consumen fármacos medicamentosos que aminoran la abstinencia y causan efectos placenteros. Es lo que en Estados Unidos llaman abusador de medicamentos", explica.
Saber qué tienen las drogas y dominar su consumo es, para Escolíes, muy poco probable. "No creo que exista un consumo responsable. La línea es tan fina que es inexistente. Por definición, droga es todo químico que causa daño psíquico, físico o social y partiendo de esa base, su consumo no puede ser nunca responsable", sentencia.
Los adulterantes más comunes
Levamisol. Presente en la cocaína. Antiparasitario. Baja los glóbulos blancos y daña el sistema inmulógico.
Dextrometorfano. Aparece en el éxtasis. Antitusivo. En dosis altas baja la presión y puede cortar la respiración.
Fenacetina. Analgésico. Encontrado en la cocaína. Retirado del mercado español por su toxicidad. Lesiona los glóbulos rojos.
DPIA. Derivado anfetamínico. Hallado en el speed. Efecto desconocido.
Como si ya de por si la droga no llevase mierda, cada vez más.