Si, seguro que habéis tenido que comprobar 2 veces quien es el autor de este hilo. Como muchos sabréis, no soy precisamente cercano a la izquierda, y probablemente tampoco al centro. Mi visión social es tradicionalista, y mi visión económica es capitalismo de libre mercado. Probablemente hasta recordéis como me he mofado en varias ocasiones de los hermanos Garzón, especialmente del más tontito, Edu.
Pero en esta ocasión me gustaría hablar sobre cómo, más allá de verle más o menos utilidad al ministerio en sí, Alberto Garzón, es un buen ministro de consumo. Al menos en el diagnóstico de los problemas.
- Semáforo nutricional: si bien creo que el semaforo tal y como está diseñado es hacerle el juego a los agricultores franceses, y que en muchas ocasiones no tiene mucho sentido (como con el aceite de oliva), creo que es una idea que responde a un buen diagnóstico. Y es que en el supermercado hay muchísimos productos que contienen en pocos gramos, las calorías que debería consumir una persona en un día entero (exageración obvia). Eso es una barbaridad, y es el equivalente a vender veneno. Hay una epidemia de obesidad, que responde sobre todo a causas psicológicas y falta de cultura culinaria en ciertos estratos sociales, pero que sin duda, también responde a la amplia disponibilidad a precio muy reducido de "comida" con contenidos calóricos que no tienen ningún sentido (con azucar, azucar y más azucar).
- Reducción del consumo de carne: en España comemos muchísima carne. Una auténtica barbaridad. Y también comemos muchísima carne procesada. No digo que la carne sea mala, ni que haya que acabar con ella, pero estaríamos mucho más sanos si comiéramos la mitad, al menos la mitad de carne procesada y carne roja. De nuevo, me parece un excelente diagnóstico, aunque creo que subvaloró lo que a los españoles nos gusta la carne, y le salió un poco por la culata.
- Frutas de temporada: la gente se ha reido mucho de Garzón por esto, y probablemente la ejecución fuera bastante pobre. Consumir frutas de temporada en lugar de kiwis importados de la pampa argentina en diciembre, es beneficioso para todos. Es beneficioso para la agricultura loca, es beneficioso para el clima, y añade variedad en nuestra alimentación. Es una acción que bueno, no es gran cosa, pero tiene todo el sentido del mundo. Solo tiene elementos positivos.
- Casas de apuestas: las casas de apuestas son un problema social bastante grave, y que cada día se agrava más, especialmente durante crisis y cuando la gente está más desesperada. Son una adicción, y arruinan a muchas personas y muchas familias. Es obvio como las casas de apuestas proliferan sobre todo en barrios más humildes, y también más vulnerables. Las casas de apuestas viven del 20% de sus clientes que son adictos, y les arruinan la vida. Es un buen diagnóstico por parte del ministro. Y las medidas ya veremos. Quiere prohibirlas, y ahora parece que va a intentar clasificar como "posible adicto" a todo aquel menor de 25 años que gaste más de 300€ en 2 días.
Y hay muchas otras pequeñas cosas que he mirado justo ahora mismo, que tamibén son muy razonables: obligar a tener piezas de recambios para 10 años, sacar fuera de los juzgados las reclamaciones entre empresas y usuarios (simplifica para el usuario, ahorra costes para todos, y saca carga de trabajo de los juzgados), reparabilidad, combate de la obesidad infantil. Incluso están intentando potenciar la educación financiera.
Es verdad que alguna mierda ideológica mete por el camino (como lo de la publicidad sexista), pero mirándolo de manera aséptica, no creo que esté siendo un mal ministro de consumo. Y creo que hace diagnósticos muchísimo mejores que muchísimos otros ministros, incluyendo a muchos ex-ministros de la derecha.