Buenas mediavideros. Creo que todos los que viven por la zona del Corredor del Henares sabrán de la fama del Hospital de Alcalá de Henares. De todos es sabido su 'modos operandi': vas con cualquier dolor, 7 u 8 horas para darte el único parte médico que saben dar: "no te encontramos nada, debe ser un virus". Pero lamentablemente hace 5 años batieron su propio récord de ineptitud e inutilidad:
A Silvia le confundieron un tumor con una migraña:"No me tomaron en serio, y ahora veo y oigo mal"
Silvia O. M. fue una y otra vez a las urgencias del Hospital Príncipe de Asturias, en Alcalá. "Se sentía mal" y tenía dolores de cabeza, vértigos, vómitos y caídas bruscas. Pero durante tres años, desde 2003 a 2006, los facultativos le diagnosticaron migrañas y dolores cervicales sin hacer las pruebas que hubieran permitido descubrir el tumor de su cabeza.
Cuando lo hicieron, en 2006, ya era demasiado tarde. Silvia fue trasladada al Hospital de la Princesa, donde, después de dos operaciones, no pudieron extirpar completamente la tumoración, lo que le ha dejado secuelas irreversibles por las que –según informó el jueves la asociación del Defensor del Paciente– recibirá una indemnización de 437.529 euros. Aunque el Servicio Madrileño de Salud ha recurrido la sentencia dictada por el Tribunal Superior de Justicia.
Una decisión, la de la Comunidad, que la joven no termina de entender: "Nadie me tomaba en serio y ahora veo mal, casi no oigo. Creo que me merezco la indemnización para poder cerrar este capítulo de mi vida y, en vez de eso, me ponen otro obstáculo", explicaba el jueves a los periodistas al borde de las lágrimas desde su silla de ruedas. Y la sentencia le da la razón asegurando que los médicos mostraron "una general falta de criterio, ineficacia y carencia de uso de medios adecuados al diagnóstico", argumenta el fallo, recurrido ahora por la Consejería de Sanidad.
Teresa y Eulogio saben bien el calvario por el que ha pasado su hija, que todos los días acude a rehabilitación. "Pasó 11 meses ingresada, alimentada por una sonda", cuenta su padre, que asegura que su hija "es una luchadora" que solo les repetía una cosa: "No me quiero morir".
Pero en su lucha, Silvia se ha dejado muchas cosas en el camino, entre ellas su novio y las salidas con sus amigas, "que siguen visitándola de vez en cuando". La joven no puede hacer una vida normal. Tiene reconocida una discapacidad del 85% y necesita apoyo constante. Teresa, su madre, la asea, viste, empuja la silla... pero para eso tuvo que dejar su trabajo. Y Lucía, su hermana pequeña, también ha puesto mucho de su parte: "Vivió un año entero con sus tías mientras sus padres luchaban por salvar a su hermana. Va al psicólogo", cuenta un familiar.
La batalla de Silvia no ha terminado. Hace solo dos semanas ha sido operada en Barcelona por un cirujano plástico para intentar paliar las secuelas de su rostro, donde quedaron afectados muchos nervios. Y la familia ha tenido que pagarlo de su bolsillo. Todo para lograr que la joven pueda recuperar algún día su rutina y regresar a la universidad, donde dejó colgados sus estudios de Trabajo Social. "Ahora no puedo estudiar, no puedo leer ni concentrarme", pero no descarta retomarlo en el futuro.
Encima la Consejería de Sanidad tiene los santos huevos de recurrir la sentencia. Unos inútiles le joden la vida a una joven y encima quieren salir de rositas. Malditos hijos de puta.
#2 De acuerdo, pero yo denuncio el caso que me pilla más cercano. Ya sé que inútiles en la SS hay a patadas.
Vaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaale, el título es sensacionalista, pero esto es MV coño. Parece mentira. De todos modos no afirmo, pregunto.