Sanidad recomienda a embarazadas y niños no comer atún rojo ni pez espada
Endurece sus alertas alimentarias tras revisar el efecto de los metales en la salud - Por primera vez desaconseja las acelgas y las espinacas para bebés
Nada de espinacas o acelgas en los purés de los bebés menores de un año. Consumo cero de pescados como el atún rojo o el pez espada para mujeres embarazadas y niños menores de tres años. La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) ha endurecido las recomendaciones sobre el consumo de estos alimentos por su elevado contenido en mercurio (grandes peces), cadmio (crustáceos) y nitratos (hortalizas). Joan Llobet, Catedrático de Farmacia de la Universidad de Barcelona, califica las recomendaciones de "razonables", aunque puedan generar "alarma social" y sean "económicamente peligrosas".
La AESAN recomendaba hasta ahora que las mujeres embarazadas y los niños menores de tres años no consumieran más de 100 gramos a la semana de pez espada o cazón, y no más de dos raciones de atún rojo. Las grandes especies, situadas en lo alto de la cadena trófica del mar, acumulan en sus tejidos grasos el mercurio que absorben de sus presas en su forma más tóxica (metilmercurio). El metal, generado en gran medida por la actividad industrial, es ingerido luego por el hombre, y puede provocar alteraciones graves en el desarrollo neuronal del feto y de los niños de corta edad. "La presencia del metal varía de un caladero a otro, y el Mediterráneo está muy contaminado", dice Llobet. Las grandes especies suelen ser migratorias, por lo que no se puede excluir del riesgo a las especies que proceden de aguas menos contaminadas.
El componente problemático en las hortalizas es el nitrato, un compuesto presente en la tierra de forma natural y también por el uso intensivo de abonos. Las verduras lo absorben, sobre todo las de hoja ancha, como las espinacas y las acelgas. "Los nitratos en sí son poco tóxicos, pero el cuerpo humano los convierte en nitritos, que pueden provocar cianosis (la enfermedad del bebé azul), causada por falta de oxígeno en la sangre", explica Teruel. Una ingesta excesiva puede ocasionar un cuadro agudo, con fatiga extrema y riesgo de desmayo.
La agencia se ha mostrado más relajada con los crustáceos, dado que su consumo es mucho menos habitual. El cadmio, un metal pesado generado por la minería y la industria, se encuentra en altas dosis en el marisco, que lo concentra en sus vísceras (en el caso de gambas, cangrejos y crustáceos como el buey o el centollo estas se sitúan en la cabeza). El metal se agarra al hígado y al riñón humanos y puede causar disfunción renal. Dado que la carne de apéndices y abdomen no es peligrosa, la AESAN se ha limitado a recomendar que no se abuse en el consumo de las cabezas.
Bueno pués realmente no es nada nuevo ya sabemos que nos estamos metiendo mierda al cuerpo a diario el metilmercurio en peces grandes, los nitratos en verduras pero también presentes en carnes para la conservación de estás, que hacen que en nuestro estómago se produzcan las nitrosaminas que son cancerígenas, y en crustáceos el cadmio. ¿Para qué nos cuidamos tanto si luego todo lo que comemos está lleno de riesgos? xd