Este post viene a cuento de que me acabo de encontrar con un ex-compañero de instituto.
Se llama Olaf y tiene unas orejas enormes. En el instituto era el clásico marginado y se metían todo el rato con él, lo típico: orejudo, orejaf, Dumbo, o llamarlo para, cuando se gire, hacer el gesto de salir volando. No sólo eso, además siempre iba en chándales y cutres, y bueno, ya os podéis imaginar el cachondeo.
Pues ahora lo he visto con un montón de amigos, todos de buen rollo, y agarrado a una morena T-R-E-M-E-N-D-Í-S-I-M-A. Y aunque la ropa no sé si era de marca, desde luego vestía bien, elegante pero sin ser llamativo. La verdad es que me ha chocado un montón, pero me han venido a la mente casos parecidos a éste (aunque no tan bastos).
¿Conocéis alguno vosotros?