Los acusados reconstruyeron un pueblo abandonado en La Sierra de Guadalajara
Seis jóvenes han sido condenados a un año y medio de prisión y una multa total de 16.380 euros por okupar y reconstruir ilegalmente desde 2013 Fraguas, un pueblo en el Parque Natural de la Sierra Norte (Guadalajara), despoblado y completamente en ruinas desde hace más de 50 años. El fallo, difundido ayer por la Audiencia Provincial de Guadalajara, desestima el recurso que los jóvenes interpusieron en agosto de 2018, cuando la justicia les condenó por primera vez por un delito de usurpación y contra la ordenación del territorio.
La Audiencia estima que los acusados permanecieron en la finca durante temporadas prolongadas “con (el) conocimiento de que carecían de autorización administrativa, de que las obras que estaban realizando” no estaban permitidas y que “los montes públicos jamás podrían considerarse morada”. Además, el fallo estima que vivían en la finca “contra la voluntad” del propietario, la Junta de Comunidades de Castilla- La Mancha. Entre las construcciones inventariadas, la sentencia enumera una casa techada, un almacén, una carpa de plástico, un corral y un pequeño cobertizo.
Tras conocer el fallo, los afectados confirmaron a EL PAÍS que van a recurrir al Tribunal Constitucional, aunque tienen que estudiar cómo hacerlo. “Hemos agotado todas las vías para recurrir. Ahora solo nos queda presentar una casación de amparo en el Tribunal Constitucional y solo acepta un 3% de las que les llegan”, explicó el abogado de los seis jóvenes, Erlantz Ibarrondo.
“No nos moveremos de aquí ni pagaremos la multa. Estamos flipando. La ley contra la ordenación del territorio se creó para luchar contra la especulación. Nosotros somos un movimiento social, abierto y sostenible. No nos lucramos con esto”, comentó ayer uno de repobladores de pueblo en ruinas.
Fraguas Revive, nombre con el que el colectivo bautizó el proyecto de repoblación y reconstrucción, comenzó en 2013. Según los implicados, pidieron permiso a los antiguos habitantes del caserío. Después comenzaron a dialogar con la Junta, pero “no se pasó de unas primeras conversaciones”. Ese mismo año, fueron denunciados y la Guardia Civil, en un registro, identificó a seis jóvenes que en ese momento se encontraban en el poblado. En un primer momento se les acusó de daños contra el medio ambiente, un delito penado con cuatro años de cárcel. Finalmente, la Junta retiró la denuncia y la Fiscalía pidió dos años de cárcel por usurpación y un delito contra la ordenación del territorio.
Los últimos habitantes de Fraguas fueron expropiados forzosamente en 1969 por el Gobierno franquista mediante un “procedimiento de urgencia”. El terreno, con una extensión de 1.134 hectáreas, fue transferido a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. La Consejería de Agricultura catalogó dicha finca como “monte de utilidad pública” y en 2011 pasó a formar parte del Parque Natural de la Sierra Norte, espacio protegido por la Ley de Conservación.
Esta fuente.
https://elpais.com/sociedad/2019/01/16/actualidad/1547661504_823561.html
Pero extraido de una fuente que no es un diario:
http://barriocanino.blogspot.com/2018/10/barrio-canino-vol245-fraguas-revive.html
Además a principios de los 60 el ICONA comienza a reforestar los montes de la zona con pinos. La huertas comunales son invadidas por estos pinos y se obliga a dejar de pastorear la zona, condenando a la ruina a la mayoría de los vecinos. Con este panorama, en 1968 se decide expropiar lo que queda del pueblo a cambio de la cifra irrisoria de 3 millones de pesetas a repartir entre las 86 personas que vivían allí, en compensación por expropiar todo el pueblo y todas las tierras colindantes.
La historia de Fraguas es más truculenta aún. Años más tarde, los terrenos sobre los que se asientan las viviendas se ceden al Ejército, que a su vez se las asigna a las COE (Cuerpos de Operaciones Especiales), conviertiéndose así Fraguas en un campo de tiro en el que prueban explosivos. Las casas son demolidas una a una probando distintos tipos de explosivos.
Delito de usurpación, por no usurpar nada, delitos de la ordenación del terreno por dar uso a una zona muerta, y daños medio ambientales, que luego borraron...