Cuando el sueldo no te da para pagar la hipoteca, ni la luz, ni la gasolina, ni la comida; pues ya no importa tanto el sexo de la persona a la que le sujetas la puerta.
En los momentos boyantes de nuestra democracia (regados con Fondos Europeos y chanchullos norteamericanos) todo era felicidad. Podíamos distraernos con asuntos nimios (la Alianza de Civilizaciones, ¡qué recuerdos!) Rita Barberá nos traía al Papa y el PePé se lo llevaba crudo porque, total, sobraba dinero. Recuerdo a Ecclestone diciendo durante la jornada de reflexión que si la derecha revalidaba en Valencia entonces tendríamos Formula 1 en Valencia. ¡Qué recuerdos!
Pero ahora el tiempo es otro: COVID, guerra, recesión. Y eso cambia las reglas del juego, máxime si vives de inventar y solucionar problemas imaginarios. El hambre es real, el frío es real. Decía la frase (seguramente de Einstein o Orwell, claro) que puedes engañar a todos algún tiempo o a alguien mucho tiempo, pero no pretendas engañar a todos todo el tiempo. Tarde o temprano las ruedas de prensa, los argumentarios, los eufemismos (pintar el virus como un enemigo y la pandamia como una guerra, ¡joas!) se van al traste cuando el aplastante peso de la Realidad te encuentra.
¿Y por qué digo esto? Abro el hilo para que comentemos (a modo de porra, predicción, vaticinio) las que creamos que son consecuencias inevitables del momento actual, de la narrativa presente. Y cuando digo consecuencias me refiero a problemas que no se arreglan (si acaso se disimulan) con discursitos de presidente mojabragas.
Dentro de 10 años este hilo será la risa.
Empiezo yo, y ojalá no tenga razón.
Predicciones
- En 2023 los presupuestos generales de la UE van a aumentar de manera general la partida en defensa. Para 2025 Europa empezará a tener un ejército más fuerte; lo que fortalecerá la OTAN, pero también aumentará el riesgo de secesión de los países más poderosos (como Alemania amenazando con irse para que le dejen seguir siendo amiga de Rusia).
- Los hijos de los inmigrantes procedentes de contextos islámicos, ante el aumento del paro entre la generación z y la precariedad, se radicalizarán. Culparán su marginalidad contra Occidente y tendremos células hipervolátiles de terroristas jóvenes. En 2030 los ataques con machete por la calle serán un asunto semanal. Esto irá ligado al surgimiento de movimientos islámicos que, en paralelo, consolidarán un discurso pro-Islam amparándose en que la radicalidad de los jóvenes (entonces victimizados) se debe a que el Islam está oprimido y estigmatizado. "Si llegásemos a las Instituciones, el problema cesaría". Y así llegarán a las instituciones legislativas, ya sea con partido propio o a través de un partido proxy como el PSOE.
- Irene Montero será un cadáver político para el fin de esta legislatura, aunque (si gana las próximas elecciones) el PSOE reciclará sus estructuras para seguir manteniendo redes clientelares. Estas no son sino una forma de inyectar dinero en la economía de forma indirecta (el fin social es una justificación para meter 20.000 mill. de liquidez en España; cómo lo hagan da igual).
- Marruecos se la liará a España en Ceuta y Melilla a final de esta década. Seguirá inyectando inmigrantes hasta tener una masa crítica y favorecerá la aparición de algún partido local con aspiraciones a la alcaldía. Este es un proceso lento, pero la idea es que poco a poco sean Ceuta y Melilla las que quieran irse de España. Claro que permanecerá una masa crítica de españolistas dentro, a quienes se estigmatizará por islamófobos.
- Nuestra productividad va a decaer (sector primario y secundario) y el sector servicios seguirá precarizándose. Esto provocará que jóvenes españoles se radicalicen también. En la coyuntura, aparecerán formaciones de inspiración nacional-socialista y las ya existentes (como España 2000) se verán reforzadas. Es previsible que haya enfrentamientos en la calle y "limpiezas".