Europol y EE UU atribuyen el 11-M a una célula local "inspirada en Al Qaeda"
El Plan de Seguridad Nacional de Bush alerta de la descentralización de la red de Bin Laden
25-04-06 - Jorge A. Rodríguez (EL PAíS)
Los expertos antiterroristas de Europol, la comunidad policial europea, y de Estados Unidos aseguran en sus informes internos y públicos que los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid y del 6 de julio de 2005 en Londres fueron cometidos por terroristas de "células locales inspiradas en Al Qaeda". Los servicios de inteligencia de la UE y de EE UU hicieron estas aseveraciones mucho antes de que el juez Juan del Olmo hiciera público el auto de procesamiento sobre el 11-M, en el que llega exactamente a la misma conclusión.
Las investigaciones sobre el 11-M llevadas dentro y fuera de España por la llamada "comunidad de inteligencia" llegan, en todos los casos, a la misma conclusión. Los atentados de Madrid (191 muertos) y Londres (52 asesinados) fueron obra de islamistas autóctonos que habían bebido "del mensaje extremista" de la red de Osama Bin Laden, lo que supone una nueva amenaza aún más difícil de controlar y combatir.
El informe de la Unidad Antiterrorista de Europol -difundido en enero de este año con los datos de las investigaciones llevadas a cabo en 2005- subraya cómo la mayor amenaza a la que hoy se enfrenta la UE procede de los "terroristas extremistas islámicos", la mayoría de los cuales están "ligados a Al Qaeda". No obstante, explica: "A pesar de la acción militar en Afganistán y de la desarticulación de un considerable número de células terroristas islamistas, Al Qaeda y sus organizaciones vinculadas conservan una fuerza terrorista dinámica y potente".
El informe subraya que aunque Al Qaeda, por sí misma, "no ha perpetrado ningún ataque terrorista dentro de la UE, sí ha inspirado a células locales en Europa, como trágicamente quedó demostrado en los ataques de Madrid y Londres". Las investigaciones de los servicios secretos británicos y de los agentes contraterroristas españoles llegan a exactamente la misma conclusión.
La constatación de que Al Qaeda ha cambiado su forma de actuar ha llevado a la Casa Blanca a plantearse cómo combatir esa amenaza alternativa, que denomina "los nuevos desafíos" de Al Qaeda. La llamada Estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos, el documento sobre amenazas y respuestas al terrorismo presentado el pasado 16 de marzo por George W. Bush, así lo refleja en su página 9. El documento no distingue los atentados de Madrid de otros vinculados a Al Qaeda. "Los terroristas han golpeado en multitud de lugares, incluyendo Afganistán, Egipto, Indonesia, Irak, Israel, Jordania, Marruecos, Pakistán, Rusia, Arabia Saudí, España y el Reino Unido", asegura.
La Administración Bush subraya cuál es el nuevo desafío al que se enfrenta la lucha antiterrorista: "Las redes terroristas están hoy más dispersas y menos centralizadas. Hay una mayor confianza en pequeñas células inspiradas por una ideología común y menos dirigidas por la estructura central de mando". Esta afirmación fue desarrollada el pasado 5 de abril por Daniel Fried, asistente del secretario de Estado para Asuntos Europeos, en el subcomité de Asuntos Europeos del Senado de EE UU.
Inspiración global
Fried, que considera una amenaza el proceso de radicalización que se está viviendo en sectores islámicos europeos, aseguró que Al Qaeda "ha inspirado un movimiento global que ha prendido en otros grupos pequeños, no alineados, algunos de los cuales operan en Europa". Estos terroristas, "más inspirados en Al Qaeda que vinculados a su estructura central de liderazgo", añade, fueron los responsables "del doble atentado suicida de Estambul, en noviembre de 2003, con 57 personas muertas; de los ataques de marzo de 2004 en Madrid en cuatro trenes, que asesinaron a 191 usuarios, y de las bombas en el metro y un autobús de Londres, de julio pasado, que provocaron 52 muertes".
Durante su comparecencia, Fried puso como ejemplo de este nuevo modelo de células autónomas al llamado grupo Hofstad, radicado en Holanda, "cuyo líder, el holandés de origen marroquí llamado Mustafa Bouyeri, asesinó al cineasta Theo Van Gogh en una calle de Amsterdam, en noviembre de 2004". Bouyeri estaba vinculado a Abdeladim Akouad, detenido en España por su implicación en los atentados de Casablanca.
El asistente del secretario de Estado de Asuntos Europeos, además, alertó del peligro de radicalización que pueden sufrir los islamistas presos. Así, explicó cómo la policía española está alerta por "los esfuerzos detectados para reclutar extremistas entre los 7.000 musulmanes presos en España". Y, además, puso un ejemplo: "A principios del año 2000, Jamal Ahmidan [el Chino], un joven marroquí musulmán no prácticamente que vivía en España, se radicalizó en una prisión española, donde estaba cumpliendo condena por pequeños crímenes. Después de su puesta en libertad, Ahmidan ultimó la célula que perpetró los ataques con bomba en los trenes de Madrid".
Del Olmo se desplaza a Marruecos
"Absolutamente". Fue la única palabra que el magistrado Juan del Olmo, encargado de la instrucción del 11-M, pronunció ante la prensa durante su breve estancia en Marruecos. Respondió así a una pregunta de un periodista sobre si la colaboración judicial marroquí con España es satisfactoria.
Acompañado por la fiscal Olga Sánchez y por el magistrado de enlace español en Marruecos, Ángel Llorente, el juez de la Audiencia Nacional interrogó ayer en el tribunal de apelación de Salé a Mimoun Belhadj.
Belhadj está encarcelado en Salé, la ciudad adyacente a Rabat, donde cumple una condena de dos años de prisión por "constitución de banda de malhechores con el objeto de cometer actos terroristas" y falsificación de documentos. Extraditado por Siria a Marruecos en febrero de 2005, tiene vínculos, según la fiscalía marroquí, con células terroristas en Bélgica y España.
A Del Olmo le interesaba el reo porque es hermano de Yussef Belhadj, al que ha procesado -junto con otras 28 personas- como integrante de la célula que perpetró los atentados de Madrid. "Las preguntas a Mimoun se centraron en las actividades de su hermano", comentó una fuente marroquí.
La policía española sospecha incluso que Yussef utilizó el apodo de Abu Dujana el Afgani para reivindicar el 11-M en una cinta de vídeo encontrada el 13 de marzo de 2004 en una papelera cercana a la mezquita de la M-30 de Madrid. Fue detenido en Bélgica en una redada contra radicales islamistas y extraditado a España en abril pasado.
Ambos hermanos formaban, presumiblemente, parte del grupo capitaneado por Mustafá Maymuni, encarcelado en Marruecos, y cuñado de Serhan Ben Aldelmajid, más conocido por su alias de El Tunecino, uno de los terroristas que se suicidó en Leganés en abril de 2004.
Quién ideó el 11-M?
24-04-06 - Javier Jordán (ABC)
A día de hoy esta pregunta continúa siendo una de las principales incógnitas de la investigación judicial. El auto de procesamiento del juez Del Olmo aporta pistas interesantes, pero no permite llegar a una conclusión definitiva sobre la autoría intelectual. No obstante, con los datos disponibles sí que resulta posible trazar dos teorías explicativas que analizamos a continuación.
La primera podríamos denominarla «decisión sobre el terreno». De acuerdo con ella, el autor intelectual se encontraría entre los integrantes del grupo que organizó y ejecutó los atentados. El cerebro podría haber sido, por ejemplo: Serhane «el Tunecino», o su cuñado Mustafa El Maymouni (encarcelado en Marruecos casi un año antes, pero catalizador de un buen número de radicales), o el argelino Allekema Lamari (de quien el CNI advirtió que podía estar preparando un atentado), o el sirio nacionalizado español Mohannad Almallah Dabas (en cuyo domicilio se celebraban reuniones de exaltación de la yihad, y donde -según su mujer- se llegó a mencionar la posibilidad de una acción terrorista en Madrid).
Quizá no fue ninguno de ellos en concreto. Quizá la idea surgió durante una de aquellas prolongadas tertulias radicales, donde se lamentaban de las injusticias que sufren los musulmanes y alababan la valentía de quienes marchaban a combatir a Afganistán o a Irak. En ese contexto alguien pudo comentar la posibilidad de «hacer algo» en España y, entre varios, perfilaron los macabros detalles del plan terrorista. Por otra parte, el documento judicial incluye numerosos testimonios y pruebas sobre la autofinanciación del grupo, en su mayoría gracias a los negocios de drogas de Jamal Ahmidan, «el Chino». Desde esta perspectiva, los atentados habrían sido obra de un grupo autónomo, que concibió y ejecutó la masacre por cuenta propia, aunque inspirándose en el ejemplo y las directrices generales de Al Qaeda. Algo que resulta perfectamente congruente con la evolución del yihadismo global después del 11-S.
Si se confirmase esta primera hipótesis, se podría -en gran medida- dar por terminada la investigación, ya que los principales responsables estarían actualmente muertos o en prisión, a la espera de juicio. Por lo que, además de sólida, esta interpretación de la autoría intelectual resulta también enormemente atractiva para algunos de los que desean pasar página y acabar de una vez con el asunto del 11-M. Posiblemente por eso, hay quienes se han apresurado a respaldarla, subrayando la importancia que quizá tuvieron en la inspiración del grupo dos documentos que circularon por la lista de distribución radical Global Islamic Media, a la que alguno de los terroristas de Madrid estaba suscrito. En dichos documentos se aconsejaba atacar intereses españoles con el fin de presionar al Gobierno de aquel momento para que retirase las tropas de Irak, o incluso con el propósito de influir en las elecciones de marzo de 2004.
En esa misma clave de apuntalar la teoría «decisión sobre el terreno», algunos han llegado a afirmar que los terroristas comenzaron a preparar los atentados tras conocer el primero de esos documentos en septiembre de 2003. Sin embargo, el texto no se publicó hasta diciembre de ese mismo año y -a esas alturas- los preparativos ya estaban muy avanzados. En todo caso, ese documento constituye un importante indicio de que la elección de la fecha de la masacre pretendía afectar a los resultados de las elecciones. Si alguien fuera de España realizó un análisis político tan fino como el que se contiene en esas páginas, ellos -que vivían en medio de nuestra sociedad y que en algunos casos contaban con estudios universitarios- pudieron llegar a la misma conclusión con más facilidad.
La segunda teoría explicativa se denomina «decisión en un nivel superior». Es decir, el autor intelectual podría haber sido un individuo (o individuos) de alto nivel dentro del entramado yihadista en Europa, e incluso de la propia Al Qaeda en Afganistán/Pakistán o en Irak. Este hecho también sería coherente con el modo de proceder de la macro-red terrorista.
Por una parte, la repetida mención de los terroristas, en sus comunicados, al misterioso «Abu Dujan Al-Afgani, portavoz del ala militar de Ansar Al Qaeda en Europa», constituiría un indicio de que no actuaron por cuenta propia, sino que a su motivación personal se añadió la consigna explícita de alguien situado en un nivel superior, probablemente fuera de España.
Por otro lado, el auto de procesamiento aporta informaciones que permiten establecer varios canales de comunicación entre el grupo de Madrid y niveles superiores de la estructura yihadista global:
1) A través del miembro de la red Moutaz Almallah Dabas, con el entorno radical de Abu Qatada en Londres, referente ideológico de Al Qaeda en Europa.
2) A través de Yussuf Belhadj (conocido por varios de ellos), con otros miembros destacados del Grupo Islámico Combatiente Marroquí en Europa, e incluso con Al Qaeda en Irak, a través de la red de envío de voluntarios a ese país por parte del GICM. De hecho, tanto Yussuf Belhadj, como Hassan El Haski (otro miembro de alto nivel del GICM), estaban al tanto de los preparativos y abandonaron España pocos días antes de que se produjeran los atentados.
3) A través de Moutaz Almallah y de Serhane «el Tunecino», con Amer Azizi (se mantenían en contacto vía e-mail). Azizi se encuentra huido desde finales de 2001 y posiblemente se esconda en Afganistán o Pakistán. Fue un miembro relevante de la red de Abu Dahdah, se entrenó en Afganistán, y -si se encuentra en aquella región- podría estar relacionado con el núcleo central de Al Qaeda.
Cualquiera de las dos teorías expuestas podría ser válida. La investigación judicial debería continuar con el fin de despejar esas incógnitas.
Ahora resulta también que el el grupo PRISA ha comprado a la Interpool y a EEUU con las buenas relaciones que tenemos con ellos.
Ahora bien, desde el grupo Vocento (no confundir con PRISA y no es una ironía) se llama al "orden".
Si es que no damos una.