Esta mañana he ido con mi compañero de piso a una caja de ahorros (CAI) para abrir una cuenta en la que ingresar algo de dinero cada mes para que pasen los recibos de los gastos comunes de la casa (internet, luz...).
Nos hemos sentado en una mesa, se lo hemos dicho, nos ha preguntado que que uso le íbamos a dar a la cuenta, y cuando se lo hemos dicho, nos ha dicho que no nos la abría "por que a ellos no les interesaba" y que "solo lo hacían en casos de clientes muy especiales".
Después de discutir con ella y preguntarle que cuantos millones hacían falta para abrir una cuenta, he pedido la hoja de reclamaciones, y ella, haciendo gala de sus problemas de funcionamiento cerebral, me ha derivado a "un apartado de sugerencias en su web", la he tenido que cortar dos veces para decirle que me diera las oficiales, en papel, y selladas por el estado.
He rellenado mi parte, y la muy imbécil no ha querido rellenar la suya de "alegaciones". Cuando veía que mi estancia allí había llegado a su final, me he levantado mientras elevaba el tono cada vez mas para que todos los clientes vieran como tratan a los clientes "pobres" o "no-ricos" mejor dicho, todo el mundo miraba y un abuelo me ha aplaudido, y los jefes de traje me acompañaban a la salida. He acabado diciendo "luego no lloréis si la gente se pone a quemar bancos, o mejor, cuando os los nacionalicemos todos!"