Madrid
Una banda de 50 latinos convierte el Metro de Alcorcón en un campo de batalla
Seis vigilantes de la estación Puerta del Sur fueron agredidos el sábado por la noche por jóvenes, de entre 16 y 25 años, que intentaban parar un vagón - Llevaban navajas, cuchillos de cocina, cadenas y varias catanas
Moisés mostraba ayer una de las heridas que le ha quedado en la cara tras la brutal paliza que recibió el sábado
Diana Valdecantos
Madrid- Moisés trabaja como vigilante de seguridad en la estación de Metro Puerta del Sur de Alcorcón. Cuando a las cuatro de la tarde fichó su entrada el sábado pasado, no se podía imaginar la pesadilla que iba a vivir apenas siete horas después. A eso de las once, un grupo de unos 40 o 50 sudamericanos, de entre 16 y 25 años, comenzaron a bajar las escaleras mecánicas hacia el andén. Todos habían pagado el billete y parecían tranquilos, pero estaba a punto de desatarse una batalla campal.
En la vía, el convoy se encontraba listo para continuar el viaje, sin embargo, la pandilla no tenía ninguna intención de consentir que partiese, al menos, hasta que todos sus amigos estuvieran dentro. Así que los jóvenes bloquearon las puertas, mientras sus colegas más rezagados pisaban, poco a poco, el suelo del vagón.
Momento en el que Moisés y otros cinco vigilantes les pidieron que se apartaran de la entrada y permitiesen salir al tren. Se movieron, las puertas se cerraron, pero la pandilla estaba dividida entre el convoy y el andén. Una circunstancia que enfureció bastante al grupo.
Para demostrar su malestar, los que habían logrado un sitio en el tren se colgaron de las barras para, balanceándose, patear las puertas y las ventanas de cristal. El maquinista, al ver el cariz que estaba tomando el asunto, se negó a arrancar y volvió a abrir las puertas.
Insultos y amenazas
Con este cuadro, Moisés y sus cinco compañeros tuvieron que comenzar el desalojo de los chavales. Sabían que no iba a ser fácil. En un abrir y un cerrar de ojos los jóvenes desenfundaron innumerables armas: cuchillos de cocina, navajas, estiletes, cadenas, palos, botellas y varias catanas.
Con la fuerza que les concedía la superioridad numérica, separaron a los vigilantes a lo largo del anden y se cebaron con ellos. Varios de los viajeros, que habían observado atónitos la estampa, llamaron de inmediato a la Policía para alertarles de la reyerta que acababa de estallar.
Los asaltantes por su parte, al tiempo que golpeaban a los vigilantes les insultaron y amenazaron. «Español de mierda, te voy a matar» u «Os vamos a echar de España hijos de puta» fueron algunas de las lindezas que los violentos profirieron a Moisés y a los suyos que tan sólo podían defenderse con la porra reglamentaria, ya que las armas de los vigilantes están prohibidas dentro de la red de Metro. Los violentos iban acompañados de unas chicas españolas que, según explica Moisés, se quedaron sorprendidas y asombradas ante la actitud de sus compañeros de noche.
Por suerte, la Policía no tardó en acudir a la Puerta del Sur. Muchos de los agresores salieron a la carrera escaleras arriba. La persecución siguió en la calle y Moisés reconoció a varios de los asaltantes que detuvo la Policía en la calle. Según fuentes policiales, varios de los arrestados tenían antecedentes penales por robo con agresión.
Tras un parón en el Hospital de Alcorcón para sanar las heridas de la batalla, Moisés y sus compañeros denunciaron los hechos. «Fue un caos, una pesadilla», este joven de 45 años se ha recuperado de lo ocurrido, ha pedido el alta voluntaria y ayer estaba de vuelta en el tajo. «En el momento no te da tiempo a pasar miedo, luego piensas que podían haberte matado y se te revuelve todo. Imagínate, yo tengo tres hijos», explica.
Costa Polvoranca
Cuenta que las peleas los fines de semana en esa estación de Metro son continuas. Los jóvenes van armados y paran en las discotecas de Costa Polvoranca. Él y sus compañeros se sienten inseguros. En el cuerpo, a parte de las grapas que tiene en la cabeza y los puntos en la ceja, sólo le queda impotencia. Sus compañeros siguen de baja y dentro de dos días, vuelve el peligroso fin de semana.
http://www.larazon.es/noticias/noti_mad18667.htm
mmm si, luego los vecinos que se convocaron en alcorcon eran unos "racistas"