Barcelona Energia (BE) se conectó a la red eléctrica el pasado 1 de julio. Ese día todos los edificios públicos del Ayuntamiento de Barcelona (administrativos, deportivos, culturales…), las farolas de las calles y los semáforos dejaron de abastecerse de energía a través de las grandes compañías del sector y pasaron a ser clientes de una todavía minúscula nueva empresa eléctrica, cuya principal singularidad es que es pública. A partir de noviembre su nombre comenzará a ser más conocido.
El logotipo de Barcelona Energía proyectado en el ayuntamiento de la ciudad condal.
Entonces empezará la campaña de publicidad para captar clientes particulares, de entrada un máximo de 20.000. Pero antes de que eso suceda, BE crecerá este martes porque el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) iniciará los trámites para ser cliente también de la empresa, y con ello, abrirá la puerta a que hagan lo mismo otros 36 municipios.
Mapa de la AMB.
... La decisión de la AMB de sumarse al proyecto de Barcelona Energía va más allá del hecho de que los edificios metropolitanos se abastezcan en el futuro a través de esta empresa. Tiene una derivada más interesante. La normativa europea impone un límite en el número de clientes particulares que puede tener una compañía de estas características. No pueden representar más de un 20% del volumen total de su negocio. Fue a partir de ese porcentaje que se anunció que BE estará en disposición a partir de enero de prestar servicio a 20.000 clientes. La campaña de inscripción se iniciará en breve. El criterio será principalmente el orden de entrada de las solicitudes.
La incineradora TERSA de Sant Adrià de Besòs.
Sin embargo; más de treinta entidades ecologistas y vecinales de Barcelona han denunciado que Barcelona Energía, la nueva comercializadora eléctrica pública de la capital catalana, es "un engaño", pues vende electricidad como "energía verde" cuando en realidad proviene de una incineración de residuos.
El Centro de Ecología y Proyectos Alternativos (CEPA) y la coordinadora vecinal AireNet han señalado hoy que más del 99 % de la electricidad que distribuye la nueva comercializadora proviene de la incineradora de Sant Adrià de Besòs (Barcelona), que está siendo investigada por la Fiscalía por contaminación.