EL PRECIO DEL DINERO
LOS 'TIPOS' MALOS QUE ACECHAN A LAS FAMILIAS
El temor a una subida a medio plazo del precio del dinero acosa a las Bolsas. En la economía real, los que están pagando su vivienda y aquellos que mantienen altos niveles de consumo se echan la mano a la cartera. La cuota anual de las hipotecas contratadas desde 2002 podría subir hasta 2.800 euros anuales a medio o largo plazo si el BCE sube los tipos de interés
Por Jesús Navares
El ajuste que ha invadido las Bolsas adelanta el 'cierre de cinturón' que tendrán que aplicarse los consumidores./ JOSÉ AYMÁ
Y por qué el mar es salado? Una legión de científicos todavía no se ha puesto de acuerdo. Y algo parecido pasa con el dilema que debe aclarar el Banco Central Europeo (BCE): ¿subirá pronto o a mediados de 2006 los tipos de interés? ¿Cuánto? ¿Hay que echarse a temblar? Sería sal sobre las heridas abiertas en Alemania, Francia, Italia o Portugal. Pero a la economía española -la gratuidad del dinero actual le perjudica por tener más inflación que el tipo de intervención del BCE-, ya le vendría bien un endurecimiento de la política monetaria.
Las advertencias sobre el alto riesgo que están tomando las familias españolas con su renta, al embarcarse en pago a crédito en exceso (con hipotécas, préstamos personales y un consumo animoso) ya son reiterativas por parte del Banco de España. La actividad inmobiliaria sigue engordando y el efecto riqueza, extendiéndose.
«No dejamos de tirar de la tarjeta de crédito. Veremos si luego lo podemos pagar. Habría que hacer bien los números y pararse a pensar un poco en el medio y largo plazo cuando solicitamos un préstamo. En ningún sitio está escrito que el precio del dinero permanezca por mucho tiempo en los niveles actuales. Si el Euribor escala hasta el entorno del 5%, esto sería preocupante. Pero pensamos que la subida no se producirá de inmediato», asegura uno de los expertos consultados sobre el próximo escenario de tipos.
Con el actual tipo de intervención del BCE en el 2%, el Euribor -el índice de referencia hipotecario más extendido- se encuentra en el 2,22%. Aunque las entidades de crédito llevan meses incorporando un escenario de subida leve y, por tanto, encareciendo sus préstamos, las familias que contrataron su hipoteca a partir del año 2002 están asumiendo el riesgo de tener que pagar de 800 a 1.200 euros más en su cuota anual.
Esta estimación, realizada por la Asociación Hipotecaria Española, se refiere a una hipotética subida del precio del dinero en el corto plazo (24 meses) y siempre que el incremento de los tipos se sitúe dentro de la evolución histórica que han tenido los índices de referencia de la Unión Monetaria y Económica (UME) en ese plazo.
Lo último se refiere al comportamiento interanual del Euribor desde la creación de la UME y representa el «máximo coste anual previsible en circunstancias normales para los próximos 24 meses», se afirma en el estudio de la AHE. La constatación, en este caso, es que este índice ha tenido una evolución suave.
En el medio y largo plazo -con un horizonte de dos a seis años-, el riesgo es que las familias pueden tener que afrontar un incremento de las cuotas anuales entre 2.000 y 2.800 euros para las hipotecas formalizadas a partir de 2002.
En este supuesto, la AHE no ha utilizado el Euribor, sino el IRPH, tomando como tipo nominal el valor máximo que ha tenido desde la creación de la UME (6,390%). Se da la circunstancia de que este valor -que ya incorpora el diferencial que añaden los bancos- refleja los tipos de interés máximos para la financiación de la vivienda en el conjunto de los países de la UME desde que el BCE comenzó a publicar sus estadísticas, en marzo de 1999.
Puesto que es una simulación, aunque fundamentada en datos históricos, nadie puede garantizar que la subida del Euribor, cuando se produzca, se ciña a lo sucedido con anterioridad, para bien o para mal.
El consenso de los economistas consultados es que el BCE no comenzará a encarecer el dinero hasta el primer trimestre de 2006, como pronto y, además, no será un proceso brusco. Las subidas serán moderadas, se asegura. Hay quien, incluso, piensa que el BCE dejará pasar todo el ejercicio de 2006 sin tocarlos por el temor que tiene la autoridad monetaria europea a abortar la recuperación alemana y francesa. Los institutos alemanes, en su informe de otoño, han rebajado el crecimiento económico estimado para 2006 del 1,5% previsto al 1,2%.
Lo negro, si lo anterior puede vestirse de azul oceánico, es que el consumo sí puede verse afectado y, en el caso español, esto sí sería grave. De momento, el mayor peligro desestabilizador que la mayoría aprecia es que la creación de empleo se estanque.Esto conllevaría un descenso del consumo, sobre todo si este fenómeno se combina, de forma explosiva, con el auge de la inflación.En su informe anual sobre empleo, Bruselas llama la atención a Francia, Alemania, España y Polonia por no combatir las «debilidades estructurales» en sus mercados de trabajo.
Pero no se debe meter a tantos países de la zona euro en el mismo saco. «Mientras que todos deseamos ver pronto cierta alegría en los consumidores alemanes, en España lo que se espera es una moderación del consumo, pero no porque el mercado laboral esté mal, que está activo, sino porque ya hemos adelantado mucho las compras, por ejemplo en la adquisición de automóviles», asegura Javier Estrada, director de inversiones de Morgan Stanley Gestora.
Para muchos, el mayor peligro no reside fundamentalmente en la evolución de los tipos de interés, sino en el desangre silencioso que supone la inflación para las rentas familiares. O, al menos, el «peligro español» sería el cóctel formado por la inflación, la subida de precios de la vivienda y el déficit por cuenta corriente.El cálculo prudente es que una caída del 10% en los precios de las viviendas mordería un 1% al Producto Interior Bruto (PI.
Y los expertos intentan evitar el pánico y centrar el análisis.Gregorio Izquierdo, director del Servicio de Estudios del Instituto de Estudios Económicos (IEE), piensa que la subida de tipos que acecha tendrá escaso impacto en las familias.
«El escenario ha cambiado como consecuencia de los precios del petróleo. El BCE tendrá que actuar y si no lo ha hecho ya es por el bajo crecimiento alemán y francés. Se producirá una subida del Euribor del cuartillo (0,25%). Todo va a ser muy gradual, pero todavía no se va a producir; quizá en el primer trimestre de 2006. El problema para la economía no va a venir por el incremento de la morosidad, ante las mayores exigencias de pago a las familias, sino porque el consumo se va a restringir. Sólo una caída del empleo aumentaría la morosidad, pero esto no está previsto que suceda en 2006», afirma Izquierdo.
Hay quien considera que tanto las familias como las empresas pueden asimilar sin mayores problemas que los tipos escalen a medio plazo hasta el 4,5% e, incluso, hasta el 5,5%. Estimación, ésta, algo aventurada, sobre todo teniendo en cuenta el último dato conocido el viernes pasado del récord que ha alcanzado la deuda hipotecaria -440.670 millones de euros, la cifra más alta de la historia, según el Banco de España- y conociéndose, además, que la inmensa mayoría de las hipotecas están contratadas a interés variable.
Hay que admitir, como hace Juan Luis García Alejo, director de inversiones de Safei Inversis, que «el mercado está dividido, entre los que creen que será imposible evitar que un barril a 60 dólares arrolle a los precios y los que creemos que van a ser más determinantes los costes laborales».
Desde este punto de vista, este experto considera que el BCE esperará a pasar por dos trimestres de crecimiento sostenido en las locomotoras europeas antes de tocar ningún palillo. No considera peligroso el actual nivel de subida de precios en Europa, pues esta inflación responde más a patrones cíclicos -por el precio de la energía-, que a una enfermedad sistémica.
El estratega de Citigroup en España, José Luis Martínez Campuzano, también observa con tranquilidad el futuro cercano: «Obviamente, un escenario de tipos al alza pasa factura especialmente a aquellos que más endeudados están. Pero creo que los tipos deberían subir más que los 0,5 puntos para tener un impacto significativo en el endeudamiento familiar». Claro, este apunte sería distinto, según Campuzano, si la subida del precio del dinero va a más.
En los gráficos de esta página, el que evalúa el impacto de las variaciones de los tipos de interés en el mercado interbancario sobre el coste de la deuda estándar de las familias españolas, queda negro sobre blanco el riesgo que corren aquellos que se han endeudado en exceso. En el corto plazo, y siguiendo la evolución histórica de los tipos en la UME, todos aquellos que contrataron su hipoteca variable a partir de 2002 verán crecer sus pagos por encima del pago inicial. En el largo, la más que probable subida de tipos pillará a los que tomaron su hipoteca a partir de 1997. (Para más simulaciones de amortización se puede consultar en www.ahe.es).
Puede ser asumible para la economía general, aunque costoso para el bolsillo familiar, una subida de 450 a 1.200 euros anuales en los costes de amortización de los créditos, en un escenario a medio plazo, sin brusquedades y en los préstamos estándar.Lo que es más difícil calcular es el efecto negativo multiplicador que provocará en los consumidores y en las empresas la constatación de que ha llegado el final de la etapa de un dinero barato que, en el caso español, es regalado.
La subida, cuando se produzca, tardará en llegar a los bolsillos unos seis meses -no así sus efectos psicológicos-, «pero la ponzoña más grave, insisto, es la inflación que padecemos en España», no se cansa en insistir García Alejo de Safei Inversis. Y esta ola parece imparable debido a la constante subida de los precios petrolíferos.
El ojal, más que el botón, es lo que ya está anunciando el Gobierno, con las subidas del gas y de la electricidad. Los transportes, la caña de cerveza, el tabaco, los zapatos, el pan o los tomates no tardarán en llamar a la puerta; haya sequía o no. Y esto sí que es la economía real, por más magia que encubra las grandes cifras.
¿Y el mar por qué es tan salado? Por que hay mucho cloruro sódico en sus aguas. ¿Y los ríos por qué son dulces? Ya. Es que no están en contacto con el magma de las capas más profundas de la tierra, como ocurre en los océanos. Bien. Pues la inflación es el magma y con mareas